La emergencia sanitaria agudizó la permanente crisis de la cultura, un sector que se ha caracterizado por la informalidad, la falta de recursos y por el olvido de los gobernantes. El sector de la cultura y la famosa economía naranja nacional contaba en 2019, según el Dane,  con 539.933 empleados en las áreas de Arte y patrimonio (255.144 empleos), Industrias culturales (72.014 empleos) y Creaciones funcionales (212.775 empleos). Las dos primeras se vinieron abajo por el cierre de establecimientos y la cancelación de eventos. Los artistas están pasando por uno de los momentos más difíciles de su historia: sin público no hay ingresos.

La solución del gobierno es indigna. No se trata de dar unos auxilios mínimos a un pequeño grupo de artistas. No es así como se promueve la cultura y la identidad de la región, no es así como se dinamiza este sector de la economía, no es así como promovemos el alma de un pueblo que hoy más que nunca consume cultura y entretenimiento a través de los medios de comunicación, tradicionales o digitales. 

No es cierto que no haya público. Lo que no existen son los eventos masivos presenciales, pero las redes nos permiten los eventos masivos digitales. Necesitamos retomar los eventos culturales que les permita a los artistas y gestores culturales ganar dignamente su sustento y hacer parte de la reactivación de la economía. Necesitamos retomar la agenda Ciudad Musical, que se celebren el Festival de Duetos, El festival internacional de la oralidad de Abrapalabra, contratar a nuestros bailarines para que desarrollen una agenda de espectáculos a través de las redes, que se paguen espectáculos de teatros que se transmitan por Youtube, FaceBook, Instagram, que inundemos la ciudad y el departamento y el país con nuestros eventos y que la Ibagué que vibra y el Tolima que nos une, lideren una manera diferente de construir región a partir de la cultura en tiempos de pandemia.

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Tenemos el talento. Tenemos la necesidad. La gente no puede ir a cine, no puede ir a un café o a un bar a escuchar a nuestros músicos, no puede ir a teatro, no puede ir a una presentación de danza, pero eso no quiere decir que no podamos llevarle la cultura y el entretenimiento a sus hogares. Es tiempo de pensar diferente la cultura. Sería una oportunidad maravillosa para promocionar nuestra tierra y que seamos, como en el siglo pasado, un epicentro de la cultura nacional. Eso es lo que nos hace diferentes. No tenemos la ciudad tecnológica, no tenemos grandes atractivos geográficos, pero tenemos cultura, y esta atrae turistas e inversión. 

En los años cincuenta, cuando las empresas sufrían crisis, recortaban los presupuestos de publicidad y promoción. Ya no son esos tiempos. Es ahora cuando debemos promocionar la región, generar expectativas a nivel nacional, e incluso internacional, para que cuando todo pase, porque pasará, la gente vea en el Tolima y en Ibagué, un destino. Es tiempo de volver la mirada a la cultura, es tiempo de arropar a nuestros artistas y darles la importancia que tienen, es tiempo de encontrar alternativas creativas y valientes.