Resulta por lo menos inquietante las diligencias que está realizando la Fiscalía General de la Nación a cargo de Néstor Humberto Martínez, con la incautación de supermercados supuestamente administrados por testaferros de las guerrillas de las Farc.

Estas acciones han terminado en asonadas y saqueos por parte de personas no sabe dirigidas por quién, que hasta el momento han dejado cuantiosos y millonarios daños en las instalaciones de estos establecimientos en varias ciudades, incluyendo los municipios de Melgar y Espinal en el Tolima. (Puede leer: Disturbios y toque de queda en varios municipios del Tolima por desmanes contra supermercados Supercundi)

Según las informaciones registradas por el diario El Tiempo, el pasado 22 de febrero, entre estos establecimientos aparece Mercacentro, una cadena de supermercados muy conocida en la capital del Tolima, que genera miles de empleos y que contribuye eficientemente a la economía de la región. Ya este establecimiento comercial había sido sometido a la férula de la Fiscalía por los mismo motivos y sus propietarios habían salido airosos en el proceso al demostrar su inocencia. (Puede leer: Mercacentro en mira de la Fiscalía)

No queremos pensar que estos operativos del ente investigador se traten de un falso positivo judicial acompañado del show mediático infaltable en este tipo de acciones. Es raro y hasta sospecho, que en plena campaña electoral la Fiscalía en manos de un reconocido activista de Cambio Radical, se dedique a buscar e incautar presuntos bienes de las Farc, como para mostrar resultados de los incontables y multimillonarios negocios, que según el Jefe de esa entidad, tiene la exguerrilla escondidos.

No conocemos ni hemos tenido ningún trato con las personas afectadas con esta medida en Supercundi, y nuestra relación con Mercacentro es la de ser compradores de productos de la canasta familiar y de uno que otro electrodoméstico; pero por lo que se conoce hasta el momento, por las informaciones de prensa sobre las pruebas que tiene la Fiscalía para imputarles cargos es una muy débil en un caso y un refrito en el otro.

En Supercundi son las declaraciones de exguerrillero que dice haber sido el conductor de Romaña, cosa extraña. Tener conductor en las selvas de empinadas, elevadas y agrestes montañas y profundos y anchos ríos, es como para pensar en la veracidad de estas declaraciones; y en cuanto a Mercacentro, son el  mismo refrito de las declaraciones a oídas de otro exguerrillero, por las cuales habían sido ya procesados y absueltos los hermanos Alvarado.

En estas circunstancias, nos late que estas incautaciones obedecen más a cálculos electorales que verdaderamente judiciales, y que se quiere demostrar la efectividad del Fiscal en torno a perseguir los supuestos bienes ocultos de un movimiento que ya actúa legalmente en la vida política del país, hecho que en el fondo,  fortalece la candidatura de su jefe Vargas Lleras, como uno de los nuevos y furibundos enemigos del proceso de paz.

Y en medio de esta cacería de brujas de la Fiscalía, donde el conocido supérmecado Mercacento, uno de los más conocidos de la región parece ser otra de sus víctimas, nos preguntamos ¿qué ha pasado con investigaciones y procesos más importantes y grandes que han contribuido a la bancarrota moral y ética del país como el de Reficar, Odebrecht, Ecopetrol, la corrupción de las EPS, y en nuestra ciudad aun faltan responsables del robo de la Juegos Nacionales de 2015?

La Fiscalía parece darle la razón a algunos de sus críticos, en el sentido que cada que aparece un nuevo escándalo contra Uribe o Vargas lleneras necesita de su colaboración, aparece algo contra las Farc para desviar la atención.