A medida que avanza la campaña electoral para Congreso y Presidencia de 2018, se conocen nuevas andanzas del gobierno de Óscar Barreto, para cumplir con Germán Vargas Lleras y con su primo Miguel Barreto.

A las denuncias de supuestas presiones a los contratistas de la gobernación del Tolima para conseguir firmas para inscribir la candidatura de Vargas Lleras, se unen la de pedirles dinero a cada uno de ellos de una cuota mínima de 150 mil pesos, con destino a la campaña al Senado de Miguel Barreto, familiar del jefe de la administración departamental.

Se suma a esto, el reparto de mercados, bicicletas, computadores, tabletas, sillas Rimax, y demás prebendas, antes que entre en vigencia la ley de garantías electorales, donde se utilizan recursos públicos de los tolimenses con el fin de alimentar sus huestes electorales. (Leer: Barreto: Entre la Fiscalía y los mercaditos de la politiquería).

La situación política del gobernador se debe entender dentro de la estrategia que marcaron las  declaraciones del candidato presidencial Vargas Lleras, suministradas este domingo 16 de octubre, a Caracol TV, arrojando claridad sobre lo que todo el mundo político sabía: la alianza Uribe-Vargas Lleras.

Pero además, esbozó a rasgos generales, la estrategia de la campaña de la ultraderecha para la próxima campaña presidencial. Todo aquel que esté a favor de la paz es candidato de las Farc, según las afirmaciones del cuestionado delfín de la política nacional. Y señaló a tres de ellos: Humberto De La Calle, Sergio Fajardo y Clara López, dentro del macartismo y señalamiento que caracteriza a esta nueva alianza reaccionaria que comienza a funcionar con motivo de las elecciones de 2018.

Obviamente, Cambio Radical (CR) o Vargas Lleras que son la misma cosa, refinaran más su conocida monserga del "Castro-chavismo", "La venolización" y todo calificativo que encuentren para desprestigiar al adversario y ganas votos. No importa que para ello tengan que acudir a la misma escuela uribista del engaño, la mentira, el odio, el miedo, el temor, la calumnia y la manipulación, entre otras artimañas. Son métodos conocidos por los colombianos.  

Esta situación se traslada al Tolima en forma de acuerdos entre el mandatario seccional y Cambio Radical (Germán Vargas Lleras), donde entra a jugar papel importante el Fiscalía  General de la Nación a cargo de  Néstor Humberto Martínez, reconocido  militante de CR. Un canje de votos por sumarios, según sospechas suspicaces de observadores políticos.

Este acuerdo es conocido en Ibagué y el Tolima desde hace varios meses, pero solo a medida que transcurre la campaña se viene conociendo los trabajos concretos que se realizan en desarrollo de este pacto. La recolección de firmas para el candidato presidencial es una de ellos.

No en vano la alcaldesa de Lérida Carolina Hurtado, ha sido denunciada por poner a sus funcionarios a recoger firmas para la inscripción de la candidatura de Vargas Lleras, fijando  número de firmas válidas recogidas. Eso, más soterradamente lo están haciendo otras alcaldías allegadas a la administración Barreto. Solo faltaba que se conociera que desde el propio palacio del mango, a través de los contratistas se está implementando esta actividad electoral, al igual que la recolección de fondos para la campaña al Senador de Miguel Barreto.

Las denuncias han comenzado a circular, pero no se sabía que eran obligados a realizar este tipo de labores.

Infortunadamente, las denuncias se hacen y nada pasa. Ningún organismo de control, entre ellos la Fiscalía, al parecer, están interesados en ponerles el cascabel al gato, máxime si es cierto como se dice en los círculos políticos, que el apoyo de Barreto a Vargas Leras, está condicionado a que sigan engavetados los cinco o más procesos penales por contratación indebida tiene el ente acusador contra el gobernador del Tolima desde hace más de seis años durmiendo el sueño eterno.