La visita del candidato a la presidencia y jefe natural de Cambio Radical (CR), Germán Vargas Lleras, este viernes 01 de diciembre, en lugar de afianzar la unidad de su movimiento y fortalecer sus aspiraciones para el 2018, se convirtió en una verdadera pesadilla.

Sacando a flote la verdadera esencia polítiquera, de acuerdos por debajo de la mesa, de compras de consciencias a través  contratos, ofrecimientos y otros caramelitos, tenemos que los dos damnificados del periplo de Vargas Lleras por Ibagué son los hermanos Martínez (Rosmery y Emilio) y el ambiguo exalcalde Rubén Darío Rodríguez, mientras que los beneficiados son: el gobernador Óscar Barreto, jefe de campaña del candidato en el Tolima, y sus patrocinados Miguel Barreto (sobrino) y Adriana Magaly Matiz, al Senado y Cámara respectivamente. (Puede leer: Firmas para Vargas Lleras y cuotas para Miguel Barreto)  

Los desplantes que sufrieron los primeros al ser prácticamente ignorados en los actos del sábado y darles los lugares de preferencia a la tendencia conservadora de Barreto, son elocuentes de lo que va a suceder en el futuro en esa campaña.

En el desayuno se sabe lo que será el almuerzo, reza la sentencia popular, y por lo que se observa y se dejó plasmado, todo indica que los verdaderos conductores de la campaña de Vargas Lleras en este departamento, serán los barretistas con la colaboración del exdirector de la Aerocivil Alfredo Bocanegra.

Eso de recibir en audiencia privada por largo tiempo al gobernador Barreto en el hotel Sofitel, a la vez que le cierra las puertas a los hermanos Martínez y a Rodríguez Góngora y su esposa, y en el evento del Círculo Social, relega a estos últimos a planos secundarios, dejando en las primeras sillas a los elegidos del mandatario seccional (Miguel Barreto y Adriana Magaly), es un mensaje inequívoco de que los nuevos inquilinos de la casa vargasllerista son los que tienen las llaves de la puerta ahora y que a los dirigentes tradicionales de Cambio Radical, escasamente les dejaron la agarradera de la puerta de la cocina.

Quienes conocen la arrogancia, soberbia, prepotencia y la forma dictatorial de mando de Vargas Lleras, saben que esto no es obra del que califica como "lagartico" (Alfredo Bocanegra), el exalcalde de Ibagué Rodríguez Góngora, sino que los hechos fueron planificados y orientados por el propio candidato para enviar un claro mensaje a sus antiguos copartidarios, quienes se han quedado estancados en el mercado de votos que ellos manejan.

Estas acciones traen consigo graves consecuencias para el futuro de CR en el Tolima en la conformación de listas para el Congreso. De hecho ya está sobre la mesa la primera amenaza, el retiro de la lista a Cámara de Representantes de Martha Villarreal, esposa de Rodríguez Góngora, quien representa los intereses de este en esa alianza que se inició con un contrato de más de 60 millones de pesos. (Puede leer: Rubencho, 'el sacrificado del liberalismo').

A esto se le suma el retiro de Jesús María Botero, que pasó en cuerpo ajeno con su esposa Silvia Ortiz, al Centro Democrático. De tal manera, que la lista que supuestamente era fuerte para la Cámara, hoy queda en grave riesgo de no pasar el umbral electoral en las elecciones de 2018. Agregándose a ello, que la Senadora Rosmery corra la misma suerte, en caso tal que Vargas Lleras, siga con la displicencia conque trató a la Senadora el viernes pasado en Ibagué, y que parte de su votación llegué a Fernando Varón Cotrino, hombre de confianza de CR en el Senado, a través del contradictor de Emilio Martínez en el Tolima, Mauricio Alvarado Hidalgo, quien como se sabe, fue incluido en la lista a Cámara por órdenes expresas de Vargas Lleras.

Así las cosas, la familia Martínez en pocas horas quedó en el limbo, tanto que su dirigente máximo y la Senadora han guardado, hasta el momento, absoluto silencio sobre el viernes negro que tuvieron que vivir con la gira de Vargas Lleras en Ibagué. Se desconoce qué rumbo o decisión tomarán después de este grave incidente político de fin de semana con su jefe, el fundador de Cambio Radical y que ahora vergonzantemente niega a su cuestionado partido e inscribe su candidatura por firmas. .

No es nada extraño que esto ocurra en movimientos y partidos donde el factor ideológico, los programas y principios son relegados frente al ejercicio de la política como negocio y microempresa personal. Desde un principio lo habíamos denunciado que el arribo del gobernador Barreto a la candidatura de Vargas Lleras, obedecía más a un intercambio de votos por sumarios que ha verdaderas convicciones políticas.(Puede leer: El ingreso de Cambio Radical al gobierno Barreto)

Este acercamiento patrocinado por Alfredo Bocanegra, desde hace varios meses, entre Barreto-Vargas Lleras, se sospecha que incluyen la continuidad en las gavetas de los proceso que tiene el mandatario seccional en la Fiscalía.