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Réplica al alcalde de Ibagué

Réplica al alcalde de Ibagué

Guillermo Pérez Flórez, periodista y abogado, hoy serio opositor al gobierno del alcalde Andrés Hurtado. Andrés Hurtado, alcalde de Ibagué.

El pasado domingo 9 de julio en el diario El Espectador apareció publicada una entrevista al alcalde de Ibagué, Andrés Hurtado. El diario capitalino en su encabezado aclara que se trata de un contenido desarrollado en alianza con Asocapitales, eso significa que se trató de un publirreportaje.

Allí, las respuestas que da el alcalde Hurtado han generado controversia en  algunos círculos de opinión de Ibagué, pues se ha considerado que lo expresado por el Alcalde dista mucho de la realidad, en especial sobre la acción de gobierno que ha realizado en su periodo que culmina en menos de seis meses.

El periodista y abogado Guillermo Pérez Flórez se tomó el trabajo de hacer una réplica sobre lo que consignó el alcalde Hurtado en dicha entrevista. En la réplica publicada en El Espectador este miércoles, el abogado y columnista Pérez desmiente uno a uno las aseveraciones del Alcalde.

Por considerar de interés este hecho para la ciudadanía ibaguereña,  El Cronista.co publica la réplica de Guillermo Pérez, lo mismo que la entrevista que le hace El Espectador al alcalde Andrés Hurtado.

Réplica al alcalde de Ibagué

"El papel lo aguanta todo”, es lo primero que se ve me viene a la mente tras leer la entrevista realizada al señor alcalde de Ibagué, Andrés Hurtado, con el concurso de Asocapitales, en El Espectador, el pasado 9 de julio.

Dice el burgomaestre que sus principales logros se relacionan con la “recuperación de la infraestructura enfocada en el deporte, la cultura, la educación, el agua potable y la movilidad”. Esta afirmación no resiste el menor análisis.

1. Muchos de los escenarios deportivos destruidos tras ese tsunami de corrupción que asoló la ciudad en 2015, con ocasión de los fallidos Juegos Nacionales, aún están sin recuperar, concretamente las piscinas de la calle 42, lo mismo que el Coliseo Menor y el Complejo Acuático (a cargo de la Gobernación del Tolima). El ‘tejodromo’, obra bajo su responsabilidad, se encuentra en pañales. Las obras que Hurtado ha inaugurado, han sido objeto de graves cuestionamientos técnicos y de costos por veedurías ciudadanas, principalmente VAPI (Veeduría por el agua de Ibagué). Incluso por la Procuraduría General de la Nación. Ahora bien, la Pista de BMX y el Complejo de Raquetas sí son realizaciones suyas. Habrá que esperar las investigaciones por sobrecostos.

2. La cultura. Un indicador es el deplorable estado en que deja la ‘Concha Acústica’ y el parque Centenario. Se requiere ser un cara dura para hablar de realizaciones. Acaba de terminar el 49º Festival Folclórico Colombiano, una seña de identidad del Tolima, que Hurtado promocionó en Nueva York y Medellín, como “fiestas”. En estas predominaron la pachanga, el licor y la violencia. Tuvo el desatino de asociar al Festival una competencia urbana de moto-velocidad, que se saldó con un muerto y seis heridos. Las riñas callejeras fueron la nota dominante. Para muestra, la pelea de dos jovencitas que terminó con la muerte de una de ellas, o la machetera protagonizada por hombres en plena carrera 5ª, durante el desfile del día del Tamal. ¿De qué cultura habla? Las imágenes de las calles al terminar las “fiestas” lo dicen todo. Atreverse a afirmar que convirtió el panóptico en un gran centro de formación artística es una falsedad. Ese proyecto lleva más de 20 años, y son muchas las personas que han contribuido a hacerlo realidad. Pero al alcalde le gusta apropiarse de realizaciones ajenas.

3. De educación ni hablar. No solo por el estado de la infraestructura, un fracaso conjunto del Ministerio de Educación y la Alcaldía, pues no ha sido posible ejecutar totalmente un convenio, suscrito en 2016, con el Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa (FFIE), para intervenir 26 instituciones. De hecho, la Procuraduría General de la Nación, en abril pasado, afirmó que Ibagué “tiene el mayor número de proyectos sin terminar y que registran demoras afectando a los niños y las niñas en su derecho a la educación”. De otra parte, la calidad de la oferta pública deja mucho que desear; lo demuestra el que los colegios privados tienen mejores puntajes en las pruebas Saber. Le reconozco sí que con la Universidad del Tolima capacitó 100 docentes, de los 2.914 que tiene el municipio (3,43 %). Seguramente, a ello se deben los avances en calidad educativa.

4. Respecto del agua, suficiente con saber que más de 100 mil ibaguereños reciben agua solo una hora al día. En algunas urbanizaciones las familias se ven obligadas a cocinar con agua de las piscinas. El 52 % del agua que se potabiliza no se factura, según datos del propio Ibal (empresa de acueducto y alcantarillado); existen más de 80 acueductos comunitarios (urbanos y rurales), pues la empresa no atiende satisfactoriamente la demanda; solo un 16 % de las aguas residuales son debidamente tratadas. Es la complacencia de Cortolima (que no cobra al Ibal las multas que le impone) lo que le permite ser financieramente viable. Contrario a lo mencionado en el reportaje, Hurtado termina su mandato sin darle solución al acueducto complementario, que la ciudad espera hace más de 20 años.

5. Sobre la movilidad, no sé cuál sea la modernización de “los principales corredores, como las avenidas Quinta y Ambalá”. A no ser que se entienda por ello las repavimentaciones de menos del 5 % de los 600 kilómetros de malla vial que tiene Ibagué. El tráfico lo dirigen jóvenes desempleados a cambio de monedas que les dan los ciudadanos. Algo similar sucede con los llamados “tapa huecos”. Sobre el Puente de la 60, amanecerá y veremos.

Lástima que no haya hablado de empleo, la segunda ciudad con mayor desempleo del país. O de informalidad (58 %). O de pobreza monetaria extrema y empobrecimiento. Hace 10 años el ingreso promedio era de 110 % de un salario mínimo, hoy es del 55 %. O que no haya dicho nada de los más de cien suicidios del último año; o de la inoperancia de los comedores comunitarios, lo cual afecta a casi treinta mil personas de la tercera edad. O de la seguridad, que cada día va peor.

Hurtado vive en una realidad paralela. Termina con alta desaprobación ciudadana, pese a los 8.000 millones de pesos gastados en publicidad, que le han permitido fletar a reconocidos periodistas. Uno de los alcaldes que más ha viaticado, en viajes a varios países de Europa, Estados Unidos, Panamá, Brasil y Argentina. Obsesionado con usar ropa de marca y reelegirse en cuerpo ajeno. Un hombre que guarda silencio sobre los cuestionamientos éticos por su inexplicable incremento patrimonial, o por el uso del Estadio Murillo Toro para celebrarle el cumpleaños a su hijo, o por su actuación como administrador del Aeropuerto Perales y beneficiarse de una prescripción de la acción penal, gracias a maniobras dilatorias de sus abogados. La suya es una administración guiada por la politiquería. El gabinete ha estado supeditado a sus alianzas políticas, con poco rigor técnico.

Creo interpretar a miles de ciudadanos con esta especie de réplica, que considero un deber cívico.

Guillermo Pérez Flórez

Entrevista al Alcalde de Ibagué en El Espectador

 

 

 

 

 

Contenido desarrollado en alianza con Asocapitales

Andrés Hurtado, alcalde de Ibagué, habló con El Espectador acerca de los retos y resultados que ha presentado la ciudad en los últimos años. Mejorar la calidad de vida ha sido la prioridad.

Redacción Especiales

¿Cuáles considera que son los mayores logros de su gestión?

Los principales logros de mi gestión tienen relación con la recuperación de la infraestructura enfocada en el deporte, la cultura, la educación, el agua potable y la movilidad.

Respecto a la infraestructura cultural, podemos decir que lo que fue una cárcel durante 100 años lo convertimos en un gran museo del arte y la historia del Tolima, y un gran centro de formación artística, enfocado en la música y la cultura. Hoy este edificio es el museo Panóptico.

Con respecto a la infraestructura deportiva, invertimos más de $172.000 millones en la construcción del Coliseo Mayor, la pista de BMX, el Tejódromo, las piscinas olímpicas, el Coliseo Menor, el complejo acuático y de raquetas, las canchas de fútbol, el Coliseo de Combate y, actualmente, en el parque de diversiones acuáticas. Asimismo, en las comunas, la apuesta fue la construcción de 50 parques para la integración de las familias.

Respecto a la infraestructura educativa, hemos construido 17 megacolegios de 26 en total, lo cual representa un reto gigantesco que mejorará las condiciones de dignidad y calidad educativa a 38.000 niños y niñas de nuestra ciudad.

En cuanto a la infraestructura de servicios públicos, invertimos $130.000 millones en el Acueducto Complementario, que incluye la construcción de plantas de tratamiento, redes hidráulicas y modernización de las plantas, entre otros, proyectando y fortaleciendo la ciudad en suministro de agua potable para los próximos 50 años. A su vez, el propósito es dejar una empresa de servicios públicos líder en el departamento como lo es el IBAL, 100 % pública.

Frente a la infraestructura de movilidad, logramos una inversión para la implementación del Sistema Estratégico de Transporte Público por un valor de $545.000 millones, que nos ha permitido modernizar las vías de los principales corredores, como las avenidas Quinta y Ambalá. Vamos a realizar la modernización semafórica con un centro de control y la implementación de tecnología para el control de la flota, información al usuario y un sistema de recaudo moderno. Sumado a este gran esfuerzo, a través de la Secretaría de Infraestructura, logramos la modernización de más 400 tramos viales, y también estamos construyendo el puente de la calle 60 con avenida Quinta, una obra que mejorará la movilidad de manera notable.

¿Cuáles retos encontró durante su mandato y cómo los superó?

El principal reto fue la pandemia, ya que fueron dos años dedicados a salvar vidas, proteger la economía de nuestros empresarios y buscar alternativas para levantar la moral de nuestros sectores económicos. Esto trajo consigo un alto desempleo, que llegó al 40 %. Hoy tenemos una tasa de desempleo del 17 % por debajo de como la recibimos en enero de 2020.

¿Por qué Ibagué es una ciudad que piensa en sus ciudadanos?

Pensar en los ciudadanos es también trabajar en lo social, en mejorar las condiciones de calidad de vida. Por eso construimos, dotamos y pusimos en funcionamiento el Hospital de Picaleña, y estamos trabajando para construir dos hospitales más: el de El Salado y el de El Topacio.

A estos proyectos se suman programas sociales de mayor impacto como los comedores comunitarios, donde se alimentan 8.000 niños y abuelitos de bajos ingresos, con un almuerzo caliente. Alimentamos a 35.000 niños en los colegios, tenemos la guardería nocturna pública y la salud humanizada.

Usted también le ha apostado fuertemente al sector rural… ¿Por qué? ¿Cuáles iniciativas podría destacar?

Nos enfocamos en la recuperación de las vías. Dejaremos dotado con ocho kits de maquinaria a nuestros campesinos. Además, firmamos 104 convenios solidarios con las Juntas de Acción Comunal para construir placas huellas y mejorar sus vías. Eso nos garantiza la competitividad del campo y, por ende, proyectar la internacionalización de nuestra ciudad en materia de productos como café especial, granadilla, uchuva y gulupa, que están siendo exportados a Europa y Estados Unidos principalmente.

La cultura y el turismo también han sobresalido. ¿Qué hace tan especial a Ibagué en este aspecto y por qué hay que seguir incentivando estos sectores?

Nuestra gran apuesta fue ser ciudad destino del deporte y ciudad creativa de la música de la Unesco. Esto lo conseguimos construyendo grandes escenarios deportivos de altas especificaciones técnicas, donde se realizan hoy por hoy campeonatos mundiales. Esto dinamiza nuestra economía local en el sector terciario, hoteles, restaurantes, comercio y transporte.

Respecto a la cultura, el Panóptico fue la columna vertebral, y lo serán también nuestro Coliseo Mayor y la concha acústica, donde se forman nuestros artistas, pero donde también se harán los grandes conciertos.

Sin lugar a dudas, esta apuesta cultural nos permitió realizar el mejor Festival Folclórico de la historia en su versión 49, donde participaron más de un millón de personas, dinamizando nuestra economía en más de $130.000 millones en dos fines de semana.

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