Si bien el covid-19 es la mayor alarma en estos momentos, existen otros problemas de salud que también se deben tener en cuenta. Los cuales se pueden recrudecer precisamente a causa de la pandemia.

De acuerdo a la investigación de la Fundación Éxito, Índice de Desnutrición Crónica 2020, sin bien no es malo tampoco es alentador. Prende las alarmas como alertas tempranas para el gobierno seccional y gobiernos locales.

De los 47 municipios del Tolima la mayoría presentan un cuadro preocupante. Se requiere plan de choque en atención y en   repuesta urgente para crear una política pública que permita atender con eficacia la situación de los niños y niñas del departamento, sobre todo en la primera infancia.

“El Índice permite hacer lecturas municipales, que enriquecen el análisis sobre la problemática y brindan elementos para la toma de decisiones, en atención a la desnutrición crónica infantil”, reza el estudio.  

Por ello resulta valioso el estudio de la Fundación Éxito, que “agrupa variables a nivel municipal relacionadas con la desnutrición crónica infantil, con el fin de localizar y cuantificar la situación de la problemática”. En la investigación se  establecen cinco categorías que califican la calidad de la nutrición que reciben los niños. 1, equivale a desnutrición crítica. 2, bajo. 3, medio. 4, satisfactorio y 5 sobresaliente.

Las cifras en el Tolima indican que seis municipios padecen el flagelo de la desnutrición infantil crítica, nueve están en nivel bajo, 15 se ubican en nivel medio, 12 en escala satisfactoria y solo tres municipios están en el rango de sobresaliente.

Los niños más afectados, es decir que padecen desnutrición crítica pertenecen a los municipios de Ataco, Piedras, Prado, Roncesvalles, Santa Isabel y Villarrica. Allí, la nutrición a los infantes se encuentra en estado “crítico”. Todos tienen en común que son municipios pequeños, que apenas promedian los 6 mil habitantes.

La Fundación explica que, “de los 1.076 municipios evaluados en todo el país, 64 hacen parte de la categoría “baja”, los cuales tienen en común altas tasas de pobreza. Su producto interno bruto per cápita es bajo y están en departamentos con altos índices de desigualdad”. Es decir, al Tolima todavía le falta superar importantes brechas sociales.

Para llegar a esas conclusiones, la Fundación determinó 12 variables que, al conjugarse, permiten dilucidar los niveles de desnutrición infantil en una localidad. Entre ellas se destacan el bajo peso de los niños al nacer, la cantidad de madres adolescentes, el porcentaje de partos atendidos por personal calificado, la calidad del agua que consumen los menores y la mortalidad en la niñez.

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En situaciones como las que viven Ataco, Piedras, Prado, Roncesvalles, Santa Isabel y Villarrica, se propone actuar desde la etapa de la gestación, priorizando y apoyando el proceso que lleven las futuras madres, que son de los estratos más vulnerables.

Prestar atención y actuar sobre diferentes sectores como el educativo, inclusión social, desarrollo económico, y por supuesto, salud. También, fortalecer políticas públicas que ataquen directamente el flagelo de la desnutrición en los más pequeños, que vigilen muy de cerca desde la etapa de lactancia materna.

Otros municipios amenazados por la desnutrición infantil

En el Tolima hay nueve municipios más que, si bien no se encuentran en estado crítico, en todo caso presentan niveles “bajos” en la calidad y cantidad de alimentación que reciben sus niños. Llama la atención que figuren poblaciones como Honda, uno de los centros de desarrollo turístico del departamento.

Planadas también es uno de los municipios con índices preocupantes. Los otros son  Rovira, Coyaima, Natagaima, Cunday y Guamo.  

Insertar tabla de esos nueve municipios que se podría hacer:

En el nivel “medio” de desnutrición infantil, sorpresivamente aparece Cajamarca. Al ser la Despensa Agrícola de Colombia, y un corredor vial ineludible, se sospecharía que maneja mejores estándares relacionados a dicha adversidad. “Estos municipios están iniciando una expansión económica que aún no ha repercutido en la situación de los sectores más vulnerables de la población. Es muy probable que sus variables estructurales no estén en una situación crítica, por lo que tienen probabilidad de pasar a una mejor categoría, sin embargo, es latente el riesgo de bajar de categoría si no se ejecutan políticas de salud, nutrición y primera infancia”, arguye la Fundación Éxito.

Los otros municipios en el nivel medio son Alvarado, Casabianca,Chaparral, Dolores, Fresno, Guamo, Herveo, Murillo, Ortega, Palocabildo, Saldaña, San Antonio, San Luis y Valle de San Juan.

En el nivel 4, o satisfactoria, aparecen Alpujarra, Ambalema, Armero Guayabal, Coello, Flandes, Icononzo, Lérida, Líbano, Mariquita, Purificación, Suárez y Venadillo.

Por último, como era de esperarse, los tres centros de desarrollo económico en el Tolima, son los que registran mejores estándares de nutrición infantil, se ubican en el rango de sobresaliebte. Son Ibagué, El Espinal y Melgar.

“Tienen mayores capacidades institucionales y un contexto que les permite una mejor gestión de la problemática. Su capacidad administrativa es una ventaja para establecer articulaciones sectoriales y alianzas con organizaciones del sector social y privado para pilotear o complementar acciones con mayor impacto”, resalta la Fundación.