Las alarmas están encendidas. La secretaría de Salud del Valle del Cauca informó la semana anterior que en su departamento cerca del 80% de las muertes por covid19 en personas mayores de 50 años corresponde a ciudadanos que de acuerdo con las fases de vacunación del ministerio de Salud ya deberían estar vacunados. 

Aunque ese dato no es claro aún en el Tolima, esperamos en un mediano plazo contar con esa información que permitiría hacer un balance real frente a la eficacia de las vacunas vs mortalidad, más cuando muchos vacunados con las dos dosis han bajado la guardia y no están cumpliendo con las medidas de prevención efectiva contra esta enfermedad como son el uso permanente de tapabocas, distanciamiento social y compartir en lugares no cerrados.

Pero, otro problema que preocupa a las autoridades está en los movimientos antivacuna, pequeños grupos que desde el conocimiento popular se imponen al conocimiento científico, abriendo una ventana difícil de cerrar frente a la desinformación que conduce a bajos porcentajes de vacunación en las diferentes etapas, o, no ponerse la segunda dosis, como ocurre en el Tolima donde hay más de 20 mil personas sin colocarse este biológico que le brindaría más efectividad.  

Los movimientos antivacuna tomaron mayor auge en los años 90´s cuando el rumor de la relación del biológico contra la sarampión-rubéola fue relacionado con el autismo, sin consistencia científica.

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Hace pocos años pasó lo mismo con la vacuna que previene el cáncer cervicouterino, la desinformación alimentada además por los medios de comunicación, llevó a que muchas niñas en el país no se colocaran las diferentes dosis, por ende, la enfermedad seguirá marcando epidemiológicamente en materia de morbi mortalidad. 

En el 2020 nuevamente los movimientos como los libertarios, los new age y chalecos amarillos se unieron generando un manto de duda sobre la enfermedad y las vacunas que aún tiene mella en la población, como lo Seb Cubbon, analista de First Draft quien tiene relacionado más de 14 millones de publicaciones con información no veraz al respecto. 

Para la organización estadounidense Center for Countering Digital Hate, cerca del 65% del contenido antivacuna publicado en línea entre febrero y marzo puede ser atribuido a doce “creadores muy influyentes”, entre ellos,   Robert F. Kennedy Jr, sobrino del expresidente estadounidense.

Nace entonces una nueva pandemia y se enmarca en en el cúmulo de información sobre la covid19, tantos documentos han hecho que las personas al seguir esos consejos no oficiales terminen muertas por otros motivos como el envenenamiento por el consumo de metanol o el uso incorrecto de productos de limpieza como lo afirmara Christine Czerniak, encargada de este tema en la OMS.

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El reto no es para un gobierno solamente, es para toda una ciudadanía que necesita protegerse y proteger a los suyos con un objetivo claro de alcanzar la famosa inmuidad de rebaño, de allí la importancia de clasificar la información que llega sobre la Covid19, entre ellas, la misma que lanzan las farmaceúticas para desacreditar la vacuna del otro. 

La Organización Panamaricana para la Salud es una fuente altamente creíble y más allá de lo que expongan los movimientos antivacuna, siempre será mejor tener datos científicos respaldados por las organizaciones de salud, como la FDA en Estados Unidos o el Instituto Nacional de Salud en Colombia.