Política

La lucha interna por el poder en la gobernación del Tolima

La lucha interna por el poder en la gobernación del Tolima

 

No es cierto que la tempestad haya amainado en la gobernación del Tolima, debido a las dificultades que atraviesa el mandatario sub júdice Óscar Barreto.

 

Por el contrario, además de los problemas jurídicos por presuntos actos de corrupción en su primer mandato, se une ahora la lucha interna por la disputa de quién lo reemplazará en su condición de encargado en caso que  sea separado de su cargo, por los futuros procesos que tiene pendientes. (Puede leer: El barretismo en la cuerda floja)

 

Desde finales del año pasado, las visitas e inspecciones que realizan Fiscales y el CTI, a las diversas dependencias de la gobernación en pesquisas relacionadas con la contratación que se investiga, son frecuentes. La última comisión se encuentra desde el lunes pasado. No solo el convenio Andrés Bello se encuentra en miras del ente investigador, está la contratación de diseños de acueductos que quedaron mal hechos entre 2008-2010, por los cuales se cancelaron más de 10 mil millones de pesos; los más de ocho mil 500 cupos fantasmas de la educación, la carretera Líbano-Villahermosa que costó cerca de 18 mil millones que nunca se terminó, entre otros.

 

Esta situación ha generado el nerviosismo natural en todos los estamentos de la gobernación del departamento, hasta sospecharse que durante el tiempo de las audiencias del exgobernador Fernando Osorio y Barreto en el Tribunal Superior de Bogotá por el caso del convenio Andrés Bello, la secretaria de Planeación Olga Lucia Alfonso, bajo la tutoría de Alexander Castro, quienes hoy fungen como los más cercanos amigos del gobernador, supuestamente se dedicaron a elevar consultas entre secretarios y amigos para tantear quien podría reemplazar a Barreto en caso que lo separaran del cargo.

 

Se conjetura que en este escarceo se dedicaron a exponer las bondades técnicas de la secretaria de Planeación para desempeñar el cargo en su conducción de encargada, entendiendo que sería la forma más fácil de 'vender' al presidente Santos esta candidatura, dado que ella no sería política, sino técnica y no estaría interesada en promover candidaturas desde su cargo, caso concreto la de Miguel Barreto, y que este a su vez no podría gestionar ante el presidente el nombre de un candidato que reemplazará a Barreto, por no tener la capacidad de influencia ante el mandatario de los colombianos para hacerlo.

 

Las suspicacias ¿o las verdaderas intenciones? dentro del barretismo, llegan a afirmar que esta situación queda en evidencia con la reciente presencia de la señora Alonso y de Castro, en la rendición de cuentas y despedida de Germán Vargas Lleras, donde según el bando contrario a estos dos funcionarios, sostiene que la amistad con el exvicepresidente tendría mejores efectos que las del partido conservador y Representante a la Cámara y candidato al Senado Miguel Barreto.

 

Así, podría estar la pugnaz lucha interna que se libra dentro del séquito o sanedrín del barretismo por el poder. ¿Será que Óscar Barreto, aún no se ha enterado de estas jugadas?    

(También pueden leer: La Encrucijada de Barreto)

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