Columnistas
Investigación a la JEP, una retaliación de Ferro por la derrota del C.D.
Por: Humberto Leyton
Vulgar la actitud asumida por el preside de la Comisión de Acusaciones, o mejor de Absoluciones, de la Cámara de Representantes, el tolimense Ricardo Ferro, de abrir una investigación por presunto tráfico de influencias contra la presidenta de la JEP Patricia Linares y el magistrado de esa misma corporación Alejandro Ramelli.
La decisión del congresista del Centro Democrático y partido de gobierno a la vez, resalta y de bulto, como una retaliación contra la estruendosa derrota que sufrió su gobierno y su partido en la Cámara en el debate de objeciones a la Justicia Especial de Paz (JEP) de 110 votos contra 46. No de otra manera se puede entender cómo pocas horas después de haberse registrado este hecho político de enorme importancia para la consolidación del postconflicto armado, se presenta esta jugada de baja estofa.
De un momento a otro, el representante Ferro saca del cubilete de mago una citación de versión libre a los magistrados citados, amparado de una supuesta denuncia anónima que alguien presentó ante esa Comisión, que se distingue precisamente por paquidérmica y por archivar los graves y grandes procesos y denuncias por todo tipo de delitos contra altos funcionarios del Estado, entre ellos su propio jefe el senador Álvaro Uribe Vélez, quien tiene en su haber más de 260 procesos pendientes de fallo o resolución; entre ellos, paramilitarismo, indebida contratación, corrupción y tráfico de influencias.
Mal y mediocre debut como presidente de la Comisión de Acusaciones la del señor Ricardo Ferro, que toma su cargo como un instrumento de retaliación y chantaje a la justicia transicional, por el solo hecho de haber sido derrotados en una votación clave para la continuidad del proceso de paz. No tiene otra explicación que este dirigente de un sector de la política tolimense en forma extra-rápida y expedita haya montado una investigación posiblemente con pruebas sembradas, que no es raro en este tipo de procesos, sobre todo en una comisión como esta, que nunca ha investigado nada y que, por el contrario, se le conoce como en un monumento a la impunidad.
Ahora que el señor Ferro, no nos venga con el cuento que en pocas horas va a cambiar el rumbo de una célula legislativa oscura y cuestionada por la opinión con una investigación express contra una corte (JEP), que busca la verdad y los responsables de la violencia que desde hace más 50 años vive nuestro país, verdad a la que le teme tanto su jefe y amor político.
Ferro, dentro de su estilo de mal perdedor y revanchista que le conocemos en Ibagué, pero además de incoherente político, trata con un protagonismo mediático presentar resultados de su nuevo cargo a costa de la JEP, mientras que los grandes y graves procesos, esos sí, siguen durmiendo el sueño de los justos y engavetados.
El favor o mandado que quiere cumplir Ferro contra la JEP, se le puede convertir en un bumerán de consecuencias no calculadas, mientras el rancho le arde en el Tolima, donde su candidato a la gobernación Carlos Edward Osorio, pasa momentos críticos para lograr su objetivo y el Centró Democrático no encuentra la unidad por ninguna parte, por el contrario, cada día se divide más, precisamente por tener dirigentes tan erráticos e inconsecuentes como el grisáceo presidente de la Comisión de Absoluciones o de Acusaciones de la Cámara de Representantes.
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