Como si se tratará de recuperar el tiempo perdido, el Representante a la Cámara por el partido Liberal del Tolima, Ángel María Gaitán, volvió por los fueros y la ideología de esa colectividad que en los últimos años ha sido el vagón trasero de los gobiernos de ultraderecha de  nuestro país.

La intervención del dirigente rojo rescató el fuero perdido por la mayoría de congresistas Liberales que se pusieron al servicio del régimen autoritario y corrupto del uribismo; también marcó diferencia con el resto de congresistas tolimenses enmermelados y amamantados por el gobierno Duque, no solo para tapar toda su podredumbre sino para aprobar la más regresiva legislación contra el pueblo colombiano en todos sus órdenes.

Pero, además de eso, el discurso pronunciado por Gaitán en la tarde de este viernes 3 de septiembre, contra la ministra de las Tic, Karen Abudinen, por ser cómplice o incompetente para impedir el robo de 70 mil millones de pesos destinados a la implementación de tecnologías e Internet en las escuelas del campo de nuestra nación, adelanta algunas claves de lo que puede pasar en el liberalismo tolimense en la campaña presidencial del  29 de mayo del 2022.

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La división Liberal

No es un secreto que desde las elecciones de 2018, con el apoyo que ofreció el expresidente César Gaviria y su camarilla a la candidatura de Iván Duque, el parido quedó fraccionado en dos tendencias: la oligárquica y oportunista que contribuyó a elegir el desastre de gobierno que hoy estamos viviendo; y la otra de avanzada y progresista que se fue con Petro, que ante la presente situación, les da autoridad y razón para continuar respaldando ese proyecto que sigue vigente, ahora con más razones que cuatro años atrás, porque las condiciones objetivas y subjetivas de la actual situación política, juegan a favor del líder de la Colombia Humana.

Petro hoy encarna no solo la filosofía y principios, sino los programas liberales de la “Revolución en Marcha” del expresidente Alfonso López Pumarejo (1934-1938), truncada por la feroz oposición de la derecha encarnada por  el partido conservador de la época que impidió la reforma agraria integral, que aún en la actualidad necesita Colombia para cerrar la amplia  brecha social entra la ciudad y el campo.

¿Petro o Alejandro Gaviria?

De tal manera, consideramos nosotros, una de las pistas que dio Gaitán en su intervención en la Cámara contra la ministra de las Tic, no fue solo el deslinde con el ala gavirista enmermelada del liberalismo, sino que avanzó en lo que puede ser el futuro Liberal del Tolima, si tenemos en cuenta que el lanzamiento de la candidatura de Alejandro Gaviria, hasta el momento, no ha llenado las expectativas que se tenían y, por el contrario, ha encontrado resistencia en toda la nación, por parte de sectores liberales que no tienen confianza como gestor de los cambios que se necesitan.

La candidatura de A. Gaviria, es impuesta verticalmente desde arriba, no discutida ni aceptada bajos los parámetros democráticos que exigen los Estatutos de esa organización política, agregándose a ello, que su propuesta política y programática, es asimilada con la coalición de la Esperanza, que no motiva mucho a las bases Liberales, por ser en esencia, una oferta de centro derecha que nada tiene que ver el liberalismo.  

Además, por razones estratégicas, se presenta como independiente, avalado por firmas, sin un programa que promueva cambios de fondo, sino simples maquillajes al sistema neoliberal que sofoca a las clases medias, pequeños y medios empresarios y a los sectores populares. Es más de lo mismo con distinto empaque.

En estas condiciones, las palabras del congresista Ángel María Gaitán, son un llamado al liberalismo a sacudirse de ese lastre que lo acompaña desde hace unas décadas y a no quedarse del tren de la historia. Y mejor aún, que este pronunciamiento tenga la aprobación de Mauricio Jaramillo, jefe de las mayorías de ese partido en el Tolima, pues es de entender, que Gaitán no hubiera hecho una intervención de este calibre, sin el consentimiento de su eterno jefe político.

Coherencia y dignidad

Desde luego es prematuro trazar los derroteros y el pensamiento de una organización y sus dirigentes más si se trata de políticos, pero hay que reconocer que Gaitán ha sido coherente con su posición política como congresista junto a Juan Carlos Lozada y José Luis Correa, quienes se salen del redil y la disciplina gavirista en la Cámara.

Por último, a la actitud de Gaitán de este viernes en la Cámara de Representantes, también se le puede añadir algo, el de querer abandonar esa corporación con dignidad y nada mejor que dejar su impronta donde se debatió uno de los actos de corrupción más vergonzosos del país, el robo de 70 mil millones que iban para la tecnología e internet de los niños más pobres de Colombia