Opinión

Twitter es la gasolina de Petro

Twitter es la gasolina de Petro

Por Juan Pablo Alfaro - Periodista


El pasado domingo, 12 de marzo el Presidente le concedió a la Revista Cambio una entrevista en donde se tocaron temas controvertidos, como la influencia de la Primera dama, Verónica Alcocer, en el nombramiento de altos funcionarios; las denuncias en contra de su hijo, Nicolás Petro, sobre dineros que habría recibido por parte del narcotraficante, Santa Lopesierra (quien tiene intenciones de aspirar a la Alcaldía de Maicao con el posible aval del Pacto Histórico) así como la crisis ministerial, entre otros importantes temas.

A todos ellos, el Presidente argumentaba que eran narrativas que crean los medios para desprestigiarlo a él, que en la Casa de Nariño todo anda bien. No señor Presidente, los medios si bien no son perfectos, pueden equivocarse (como cualquiera) pero lo anteriormente mencionado se sustenta en pruebas, testimonios y conexiones que dejan mucho que desear, acaso ¿no sería mejor responder con claridad sobre las fallas de su Gobierno y corregir lo que esté mal, que estigmatizar a los medios de enemigos del cambio?

Porque ha sido precisamente los pronunciamientos del presidente en Twitter, la gasolina para que incrementen las amenazas en contra de los medios y periodistas. A ello se le suma el reciente hecho a través de twitter en contra de La Silla Vacía, cuando publicaron una foto de su hija menor, Antonella, sin permiso de sus padres, pero paradójicamente enviada por el grupo de comunicaciones de presidencia a periodistas. ¿Qué infiere uno de la imagen? Sí, lo mejor habría sido que el medio solicitará permiso para la circulación de la imagen, sin embargo, su uso era plenamente informativo y poca exposición recibía la menor. A pesar de ello, el Presidente no bajó la labor periodística de canallas. No, investigar la familia del Presidente no es un acto canalla y, por el contrario, sus estigmas si limitan la libertad de prensa consagrada en la Constitución del 91.

Parece olvidársele al Presidente que por mucho menos, históricamente los medios han sido blanco de la violencia en Colombia, solo hace falta ver los atentados en contra de El Espectador cometidos por el Cartel de Medellín; las amenazas a periodistas que se enfrentaron a Álvaro Uribe; o las recientes denuncias de dos periodistas, Jonathan Tatán Mojica y Kevin Orozco en Cúcuta, por parte de grupos al margen de la ley, quienes recibieron amenazas de muerte por su labor periodística. Muchos podrán decir que es extremista que un tweet del Presidente desencadene este tipo de incidentes, pero la realidad es que estos discursos incentivan la violencia por parte de terceros hacia la prensa. Precisamente tal impacto tuvo el tweet en contra de La Silla Vacía, que el mismo Petro envió una carta ese mismo día en donde manifiesta “rechazo de manera firme cualquier insinuación de violencia en contra de la prensa” hizo bien el primer mandatario en corregir su error.

Sin embargo, esta no es ni la primera, ni la última vez que la prensa se verá estigmatizada por parte de los poderosos. Es importante resaltar el valor de los periodistas, quienes realizan un gran esfuerzo por informar lo que los poderosos quieren que se mantenga oculto. También es una alerta sobre un mandatario que puede amanecer con mucho bosque a su alrededor y una cuenta de twitter que encienda todo. No repita la historia de los fracasados. Petro debe entender que la prensa está para incomodar, sino le gusta el que debe apartarse es él, no quienes lo cuestionan.

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