Opinión
Sudán: Una Historia de Terror para las Mujeres**
Por: Manuela Ospina
La guerra civil en Sudán, que comenzó en 2023, ha obligado a más de 11 millones de personas a huir, convirtiéndose en una de las crisis de desplazamiento forzado más graves de la historia reciente. Sin embargo, para muchos sudaneses, escapar no es una opción, dejándolos atrapados en áreas controladas por las fuerzas paramilitares, uno de los bandos en conflicto.
En las zonas bajo control paramilitar se han documentado atrocidades de diversa índole, incluyendo campañas de limpieza étnica, reclutamiento de niños, torturas, quema de pueblos y saqueos. La violencia sexual se ha utilizado como una herramienta para infundir terror y ejercer control. Según informes de organizaciones de derechos humanos, las principales víctimas de esta violencia son niñas y mujeres, quienes también enfrentan torturas, trabajo forzado, secuestros y abuso verbal.
Human Rights Watch (HRW) ha identificado a Jartum, Omdurman y Bahri como las regiones con mayor incidencia de violencia sexual. En estas áreas, casi un tercio de los ataques documentados son violaciones grupales, con entre dos y cinco agresores, afectando a menudo a varias mujeres de una misma familia. Además, el aumento de matrimonios forzados e infantiles es alarmante, con niñas de tan solo nueve años siendo entregadas a las fuerzas paramilitares en un desesperado intento de supervivencia en un contexto de hambre generalizada. Fuera de la capital, la violencia sexual en áreas rurales es igualmente severa, aunque su documentación es más limitada debido a la dispersión poblacional, apagones y acceso restringido a servicios.
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Los enfrentamientos, las restricciones de movimiento, la destrucción de hospitales, los ataques a la sociedad civil y al personal médico, y el bloqueo de la ayuda humanitaria han creado barreras significativas para el acceso a atención médica y apoyo psicosocial para las víctimas. Según HRW, muchas mujeres mueren por hemorragias, enfermedades de transmisión sexual o complicaciones durante el embarazo, además de sufrir depresión, ansiedad y pensamientos suicidas.
El Fondo de Población de la ONU estima que alrededor de 6.5 millones de mujeres podrían estar sufriendo violencia sexual. Las organizaciones feministas y de derechos humanos instan a la comunidad internacional a intervenir, aportando donaciones a grupos humanitarios y centros de atención en Sudán para registrar casos y asistir a las víctimas. HRW también hace un llamado a la ONU y a la Unión Africana para que establezcan una nueva misión de protección de civiles en Sudán, cuyo mandato debe incluir la prevención y respuesta a la violencia sexual. Es crucial que la comunidad global no ignore la realidad de Sudán y actúe con urgencia desde una perspectiva humanitaria.
Aquí, algunas de las cuentas verificadas para estar enterados de que pasa en Sudan y las maneras de ayudar
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