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Líbano, sus visitantes y sus realidades

Líbano, sus visitantes y sus realidades

Por Fernando Moreno

*Veedor ciudadano


El pasado fin de semana, el Líbano tuvo visitas de personajes ilustres de la política nacional como de la política departamental; el ministro Guillermo Jaramillo hizo presencia en el edificio del hospital regional que lleva el nombre de su padre, el exministro de Salud Alfonso Jaramillo Salazar. Un hombre que cuando niño "dicen los que conocieron la historia" andaba a pie limpio como la gran mayoría de la época, que se educó en el colegio Isidro Parra y quien fue a la Universidad Nacional para formarse como médico cirujano; así lo hizo uno de sus hijos, el también ministro de Salud en el presente gobierno progresista.

Claro, en la época que se construyó el hospital, se hablaba de liberalismo progresista que contrasta con el presente progresista que vive el país. Pero a los libanenses se les olvidó qué es progresismo y quién lo trajo, porque fue en el Líbano donde precisamente el médico Alfonso Jaramillo y una enfermera que llegó de Boyacá, "muy emprendedora por cierto" se organizaron para construir un capital político que se tradujo en progreso para Líbano y el Tolima.

De esa historia escrita por el médico Alfonso Jaramillo y la enfermera Hilda Martínez, quedó la apertura de 500 kilómetros de vías terciarias; obviamente para llegar a esos rincones de nuestra geografía había que hacerlo a lomo de mula. Así llegó el progreso a los corregimientos más importantes del municipio. No importó que fueran godos como San Fernando, pues allí también llegó el progreso. Puestos de salud, electrificación rural, acueducto, alcantarillado, la vía Líbano-Armero, entre otras obras.

Son pocos ciudadanos y campesinos que quedan para contar esas historias de progreso que vuelven a ser realidad, porque el hijo heredero del hombre que hoy lleva el nombre del hospital "porque fue su gestión, su visión y su herencia para la gente, dentro y fuera del municipio", hoy tiene la oportunidad como Ministro actual, de darle el segundo capítulo de progreso a través de las inversiones anunciadas como la ampliación de las urgencias y la construcción de un nuevo bloque para la atención hospitalaria; 136 mil millones de presupuesto.

Eso mismo lo está haciendo por todos los rincones de la geografía tolimense. Ya podrán entender las palabras del presidente Petro en Ibagué, cuando se refirió a recuperar el Tolima que era liberal pero que se ‘godificó’.

Pero, además de la visita del ministro de Salud, se sumó la visita del senador Óscar Barreto, quien vi en una cafetería del parque, acompañado de sus más cercanos colaboradores que en el pasado reciente contrataron y manejaron la política en el hospital regional y la campaña a la alcaldía. Entonces estuve observando cuánta gente iba a llegar a la cafetería para saludar al jefe máximo de la colectividad; gran sorpresa me llevé, pues no llegó nadie a cortejarlo. Horas antes sus antiguos amigos y seguidores habían estado sentados hablando con el candidato a la cámara Guillermo Alvira; sancionado por la Procuraduría en el tiempo que fue alcalde del municipio de San Luis. Esto indica que será la cuota política de la Gobernadora en la Cámara y que le puede costar una curul a su jefe político.

Luego volví a preguntarme porqué de la intervención del hospital de Líbano y fue entonces cuando comprendí que los conservadores que manejaron el hospital regional no lo hicieron nada bien y los responsables de esa situación, son los multimillonarios que ocasionaron la pérdida de las elecciones a la alcaldía del Líbano. El rostro de Óscar Barreto reflejaba gran preocupación porque él sabe que al interior de su séquito más cercano, tiene individuos que, en vez de hacerle bien a sus directrices políticas, le hacen todo lo contrario; provocan la salida de seguidores a otras vertientes.

Mientras tanto, en otro lugar en un restaurante a las afueras del municipio, se reunía el candidato a la Cámara por el Pacto Histórico, Marco Emilio Hincapié, liberales y amigos en un almuerzo donde el aspirante daba los agradecimientos por el apoyo en la consulta que definió la lista para las elecciones del mes de marzo, mostrando el espíritu de unidad que hay al interior de los aspirantes por la colectividad.

Un día antes tuve que ir a una finca ubicada en la vereda La Honda, un kilómetro más abajo de la vía que están terminado de pavimentar la Gobernación del Tolima. Con gran preocupación regresé, porque para salir de allí, tuve que literalmente ‘tirar a acabar el carro porque esa vía no es una vía, es un camino de herradura. Allí pude  comprender qué significa la segunda oportunidad de progreso para el Líbano, y si en verdad los libanenses conectan con la historia que estoy contando en este escrito, entenderán que hemos involucionado a los caminos de herradura, cuando en los tiempos de hoy, en otros departamentos como Caldas, Risaralda, Quindío y Antioquía, abundan las placa huellas y las vías terciarias con buenos mantenimientos para dar accesibilidad a los visitantes.

Eso lo teníamos en el pasado, cuando el apoyo a los mantenimientos de las vías terciarias lo hacían desde el Comité de Cafeteros, Fondo DRI y Caminos Vecinales, por ello las vías permanecían en buen estado y transitables por cierto. La Colombia progresista muestra las falencias que aún existen, que debemos mejorar, pero esa línea de pensamiento no se puede interrumpir reencauchando exalcaldes como la gran solución al presente, porque precisamente ellos convirtieron a los campesinos en limosneros conformistas del estado deplorable de las vías terciarias de nuestro municipio, porque le pusieron precio a su voto y si los planes anunciados por el presidente Petro en perseguir a los corruptos da fruto, podemos esperar que le puedan cortar las alas a esos exalcaldes que andan en ‘Toyotas’ con vidrios polarizados para que la justicia no los toque.

El de sombrero sabe que Óscar Barreto lo puede defender pero no lo vi acudiendo por su protección; le quedaba muy mal hacerlo antes los ojos de los libanenses. Y hay 3.500 millones que se robaron de la liberación del presupuesto en el gobierno que llevó el eslogan "todos ganamos", ojalá el propósito del presidente logre clarificar que hicieron con ese dinero, porque no se ven las obras.

El camino para el cambio viene de la mano con la apertura que deben dar los partidos para darle la posibilidad de participación política a ciudadanos que están pensando en esa transformación, porque de seguir insistiendo en nombres que están cuestionados, puede pasar lo que al interior del conservatismo sucede. Perder una elección no es algo casual, es algo que se motiva desde adentro.

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