Por Neithen  A. Orjuela - Máster en Energía Renovable y Sostenibilidad Pennsylvania State University - neithen@hotmail.com

Hablemos de una tecnología en la que no sólo vamos a estar muy interesados, sino que, a diferencia de tantas otras, comprenderemos exactamente para qué sirve y con seguridad incorporaremos a nuestra vida cotidiana, cambiando muchas cosas que hoy se hacen de otro modo. Un verdadero cambio de paradigma.

Se origina en la evolución de las impresoras, aquellas que todos conocemos junto a los equipos de cómputo. Éstas, en una interacción muy fuerte, pasaron de imprimir páginas planas a fabricar modelos sólidos por capas, es decir objetos en 3 dimensiones (3D).

Las impresoras 3D vienen usando plástico en vez de tinta, otras, según su propósito, inyectan concreto, metal y la que nos ocupa en este artículo, utiliza una solución orgánica que porta células madre. Sí, células que pueden reproducir tejidos propios de seres vivos. Aunque esto suene un poco bizarro para alguien desinformado, desde hace un tiempo se viene experimentando con este tipo de células, en lo que se ha denominado Medicina Regenerativa, precisamente para regenerar tejidos de seres vivos.

La medicina ya emplea impresión 3D logrando prótesis perfectas, que incluso reaccionan a pulsaciones musculares, mediante el uso de software que por simetría puede crear el modelo exacto de un dedo, mano, oreja, nariz, y muchas otras partes del cuerpo que requieran ser sustituidas.

Las prótesis se imprimen usualmente en materiales llamados “biomateriales”, que son inertes pero biocompatibles con el cuerpo humano. Pero lo que realmente queremos resaltar, constituye una verdadera revolución en esta materia, es la combinación de la impresión 3D con la solución del cultivo de células madre, para crear un fluido con el que se imprimirá una parte del cuerpo, que actúa casi como si el cuerpo mismo la hubiese regenerado.

A modo experimental, se han impreso órganos, muchos se han implantado con éxito tal como vejigas, corneas, y piel que son bioempresas o promovida su regeneración, a través de lo que han caracterizado como “andamios de colágeno”. La universidad de Tel Aviv, entre otros ejemplos de su avance en esta materia, presentó un corazón bioimpreso, totalmente funcional. Esta tecnología, en la parte médica promete grandes progresos, que no solo ayudarán a resolver muchos problemas de salud, sino que van a elevar de manera importante la expectativa de vida de los seres humanos.

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Impresión de carnes

Los beneficios de la bioimpresión van más allá. Algo también muy revolucionario se está haciendo en la producción de alimentos con la producción de carnes en impresora 3D, sin sacrificar animal alguno.

Factorías modernas ya imprimen toneladas de carne al día, libre de esteroides, hormonas y antibióticos, con todas las características proteínicas y con sabor del producto original, así nos lo aseguran varios productores como el laboratorio redefinemeat.com. También, ya es posible adquirir por internet estas impresoras, con el equipo y suministros completos para su inmediato uso.

Proyectándonos un poco hacia el futuro, esta tecnología dará final a la producción animal industrial, tan contaminante y criticada por sus métodos crueles con las otras especies. Seguramente el lugar de expendio de carne, irá cediendo espacio a las máquinas dispensadoras de una gran variedad de filetes bioimpresos en el instante, y mercadeadas tal como hoy se compran refrescos o golosinas en las máquinas expendedoras.

Nota:

En un tiempo no muy lejano, este articulo estará tan desactualizado, como uno que pronostiqué con la llegada de teléfonos móviles con pantalla y cámara, que desplazaron a las líneas telefónicas cableadas.

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