Opinión

Sistema de páramo de Anaime-Chilí, protección de papel

Sistema de páramo de Anaime-Chilí, protección de papel

Por: José Darío Prieto Sierra


En días pasados se reportó tímidamente una noticia que los medios de comunicación, líderes ambientales y en especial, las principales autoridades gubernamentales de orden regional y local, desatendieron con displicencia y evidente falta de compromiso con el territorio, la razonable preocupación y desconcierto hecho público por los representantes de la Organización No Gubernamental-ONG denominada “Semillas de Agua”, respecto de la revocatoria directa y unilateral por parte de la Autoridad Ambiental Regional de un acto administrativo que reglamentaba un modelo de mecanismo de compensación por provisión de servicios hidrológicos a 30 familias asentadas tradicional y ancestralmente en el área de “Parque Natural Regional Anaime-Chilí”.

Dicha manifestación de la organización comunitaria “Semillas de Agua”, consiste rechazar el “plumazo” de CORTOLIMA al incumplir acuerdos de voluntades formalizados desde el año 2013, cuando se reunieron las comunidades en el auditorio de la Universidad del Tolima ubicado en la carrera quinta con 10ª, con el objeto de implementar la ruta de protección del Páramo  de “Anaime-Chilí”, validando que dicho ecosistema es de suprema importancia nacional y regional al contar con una extensión de 12.946 has de área de páramo, donde se producen más de 90 millones de metros cúbicos al año de agua, a través de los nacimientos de ríos como el Coello, Cucuana, Anaime, Tuamo, Chilí, Cocora y quebradas como “La Grande y La Pedregosa” entre muchas otras fuentes de recurso hídrico que a su vez se conecta nada más, ni nada menos, con los  Parques Nacionales Naturales “Los Nevados” y “Las Hermosas” con incidencia en municipios de Cajamarca, Ibagué, Rovira y Roncesvalles.

Dicha área estratégica cuenta con presencia de especies de fauna y flora únicos para el inventario mundial, porque allí se registran aún, corredores biológicos de dantas, osos de anteojos, pumas, anfibios y más de 92 especies de aves que conllevaron a constituir un “Área de Interés para la Conservación de Aves-AICAS” que surgió con la donación de 1.050 has que hiciere el recordado Jose Joaquín Quintero (Q.E.P.D.) patriarca de Anaime que en lenguaje pijao significa “tierra alta”.  

La razonable voz de los pobladores de este importante sector, radica en que después de un esfuerzo de más de 5 años de trabajo conjunto con las comunidades, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo-USAID, la Corporación Biodiversa, las Juntas de Acción Comunal, Semillas de Agua, el Distrito de Riego de USOCOELLO  y la misma CORTOLIMA, procedieron a caracterizar los valores ambientales de la zona,  las condiciones socio-económicas y productivas de aquellos ganaderos y agricultores que accedieron a reducir o reubicar el número de cabezas de ganado y estructurar un Plan de Manejo Ambiental-PMA adecuado para implementar en el área de páramo una serie de actividades y proyectos productivos alternativos que propendieran por conservar y preservar el área con sus objetivos ambientales como todos quisiéramos que se hiciera.

Ahora con un criterio jurídico -sacado de la manga para incumplir-  que desconoce abiertamente los principios fundamentales del debido proceso, el derecho a la contradicción y defensa, se les comunica a sus beneficiarios “sin ton, ni son” que no son objeto del modelo de conservación y que no se les va a reconocer el pago por sus servicios, por ende, no ejecutar los programas y proyectos del Plan de Manejo Ambiental-PMA, incluso desconociendo figuras del derecho ambiental como el rigor subsidiario y la propia potestad de autonomía que la Ley 99 de 1993 y los precedentes jurisprudenciales ha arraigado en cabeza de las Autoridades Ambientales.  Y lo más grave que tiñe de displicencia esta actuación, es el hecho de evidenciar el silencio pasmoso de la Gobernación del Tolima, los Alcaldes Municipales que integran el ecosistema estratégico y  de los que tienen asiento en el Consejo Directivo de CORTOLIMA para honrar la deuda que tiene el estado Colombiano con la estrella hídrica y climática que pretende originalmente proteger el Acuerdo CORTOLIMA No. 023 de 2017 en pleno centro de nuestro Departamento y una vez más se configuraría una declaratoria más de “papel”.   ¡Hay territorio con sus doctores!  

*Ingeniero Ambiental

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