Periodismo de análisis y opinión de Ibagué y el Tolima

Opinión

Nos unimos o nos jodimos

Nos unimos o nos jodimos

Por: Felipe González S.
Magister en Gobierno y Relaciones Internacionales


A la izquierda le llegó el momento de decidir si expira con el gobierno Petro y agota su contenido conceptual e ideológico, o si por el contrario planta una semilla de esperanza para un proyecto político que es gobierno, pero aún no tiene el poder. Nada está ganado, se comprobó lo simple: ganar la presidencia no fue ganar el poder. 

El 2025 agita el escenario electoral, en el primer semestre se sabrá cómo quedarán las listas, los avales, los movimientos y partidos. Como es apenas obvio, en el tercer año del gobierno la autoridad no será la misma que al inicio, la derecha cierra filas y las fuerzas políticas de la izquierda democrática están frente a un complejo panorama electoral.

El Tolima no es ajeno a la coyuntura nacional, debe tomar decisiones, tener posiciones claras y participar en el proyecto progresista que impulsa el presidente.  En nuestro departamento, con el gobierno de Petro en curso, los resultados de las pasadas justas electorales no fueron los mejores para la izquierda; no hubo acuerdo para la lista de las fuerzas alternativas, primó la división. En comparación con el número de credenciales que representan la política tradicional en la región, la izquierda siguió siendo marginal.

En contraste con lo anterior, hace varios lustros el Tolima viene siendo gobernado por una expresión política de derecha, conservadurista y uribista. Entre ellos sí se dan acuerdos con facilidad para no soltar la gobernación, mantener la alcaldía de Ibagué, para actuar en bloque según sus intereses económicos que van primero que los políticos. Mientras eso, la izquierda observa desde sus islas…

No es asunto menor, la paz total, bandera insigne del proyecto que representa el presidente Petro y de la Constitución del 91, necesariamente pasa por la capacidad de establecer consensos políticos y ciudadanos, especialmente en las regiones; las expresiones políticas que se declaran alternativas o de izquierda deben dar ejemplo en esta obligación histórica de construir la unidad de cara a las contiendas electorales de 2026, lograr consensos y concertación por medio de espacios de diálogo. Que mientras Petro siendo presidente la izquierda no crezca en términos electorales, “es una contradicción hasta biológica”.

No hay necesidad de mencionar sus nombres. Los representantes y líderes de la izquierda y de las fuerzas alternativas en el Tolima tienen una responsabilidad inmensa sobre sus hombros, porque en gran medida, con sus acciones deciden si con el gobierno de Petro la izquierda democrática tiene vocación de ser poder popular o es simplemente un gobierno pasajero. El Tolima requiere de la unidad para romper la marginalidad electoral, ser mayoría y construir paz territorial por medio de la capacidad de las fuerzas políticas alternativas de generar acuerdos y consensos que saquen al Tolima del rezago social al que ha llegado de la mano del clan Barreto y ahora también de la familia Hurtado.

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