Opinión

Por Óscar Viña Pardo 

Paradojicamente muchos compañeros de gobierno del secretario de Movilidad José Alexis Mahecha,ya no dicen Mahecha sino mal hecha, al referirse especialmente a las obras de descongestión y seguridad vial de la ciudad de Ibagué y que tiene en aprietos a propios y visitantes en la capital musical de Colombia. 

Aplaudo muchas de esas intervenciones que son necesarias y así se refute siempre estará por encima el bien colectivo sobre el particular. Pero unas muy pocas, quizás las más notables como las de la carrera 5 en las dos instituciones educativas, la Pedro Tafúr, o los estoperoles ubicados en la glorieta de la avenida Ambalá en la Estación son grandes lunares que deben corregirse de fondo y no de forma. Siempre habrá una solución mejor. 

No hablemos de los bicicarriles, en especial los de la 15 con primera para arriba. El sentido común se fue de vacaciones y no se recupera esa memoria de construcción colectiva donde desde el discenso se llega a acuerdos que apropia la comunidad y los hace respetar, con el agravante mayor que el problema sigue y el malestar es cada vez más grande. No se escucha a la ciudadanía que reclama a su alcalde una pronta solución. 

Un amigo mío hace dos meses luego de la campaña de prevención de accidentes de tránsito que lanzó Bogotá sobre la velocidad máxima permitida en la zona urbana hizo la tarea de transitar a menos de 40 kilómetros por hora. Oh sorpresa, le recordaron la mamá muchas veces y fue traumático, por la intolerancia, porque estrés a los trancones, por el mal estado de las vías. 

El problema entonces no es solo de Mahecha, es de todos nosotros que somos malas leches y creemos que la culpa es de la vaca. Se sigue parqueando en las calles con trancones que podrían superarse si somos buenos ciudadanos. Transite por la avenida Guabinal al medio día y me cuenta. El peatón no va hasta la cebra y se atraviesa en cualquier lugar, le da pereza respetar las reglas de tránsito, el señor de la buseta o taxi frena a recoger al pasajero en cualquier lugar, inclusive en el carril izquierdo. . 

En la carrera tercera con 10 está el semáforo en amarillo y hasta rojo y los conductores aumentan la velocidad porque es la ley del más fuerte. Por los lados de la 25 o la 37 no se puede transitar, no tenemos agentes de tránsito que les duela la ciudad, o quizás muy pocos y no alcanzan. 

Como ciudadanos debemos comprometernos a conducir a menos de 40 kilómetros por hora, a no parquear a la mitad de la vía, a usar los pocos o casi nulos puentes peatonales de la ciudad, a usar los paraderos. Como alcaldía, aplicar algo que se llama gobernanza y construir de manera democrática para que no vulevan a decir Mahecha esta obra esta mal hecha.