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Opinión

Le llegó el día al teatro

Le llegó el día al teatro

Por Víctor Sánchez


Desde que en 1962 con auspicio de la UNESCO el Instituto Internacional del Teatro institucionalizó el 27 de marzo como un día para reconocer en todo el mundo, el aporte de las artes de la escena en todas sus alegres y vivas expresiones, no había registro en Ibagué de una actividad de reconocimiento por un ente gubernamental.

Por eso me conmovió ver juntos en esta foto a los protagonistas del teatro de Ibagué, con motivo del homenaje que la Secretaría de Cultura entregó a cuatro queridas personas que dedicaron y aún dedican su vida al arte teatral en esta tierra tolimense.

El primero en la foto a la izquierda, Jorge Alberto  Lozano Sabogal, nuestro apreciado Yito, quien dirigió el Teatro Libre de Ibagué, adscrito al desaparecido Instituto Municipal de Cultura; su lugar de ensayo en la biblioteca Soledad Rengifo, en la década de los ochentas, se convirtió en  un espacio para que los talentos  se iniciaran en el arte dramático, recordamos sus montajes  en los que se iniciaron  varios jóvenes talentos de la época como  Ana María Rivera y Fernando Trujillo, entre sus producciones la mayoría  de ellas  réplicas  del repertorio del Teatro Libre de Bogotá, recuerdo  a  “La Agonía del difunto” de Esteban Navajas, un drama que retrata el despojo de tierras en el país.

Luego aparece la maestra Staruska, Gloria Enid Ardila, junto al director y actor  Henry Sánchez; artista polifacética, pionera del llamado tercer  teatro en Colombia, con el grupo  Teatro de la Calle, fue  uno  de los primeros grupos en  utilizar la calle como escenario  para sus espectáculos teatrales. Recientemente Fundarcine  en un magnífico ejercicio de memoria cultural registra la  historia de varios  personajes, entre ellos Staruska, donde  podemos apreciar en un video de youtube  los relatos de  su vida  de entrega desde niña a las artes de la escena, de la música y las artes plásticas, su recorrido por aulas de colegios y escuelas , enseñando y motivando a  estudiantes y profesores del departamento.

Al centro del grupo Joseph Urrego, el artista que igual maneja los pinceles y los muñecos para entregar al mundo toda la gracia de las historias y narraciones contadas con maestría sino los pinceles que dan vida a sus cuadros que registran  no solo la temática social sino una técnica cromática especial con materiales en desuso  en  este mundo de deshechos. Él, junto con otros artistas son gestores  de la Casa Cultural del Sur en la comuna 12, un hito en la historia urbana y cultural de  Ibagué, sector donde  ese colectivo  ha apropiado la  iniciativa de poseer y administrar un espacio propio  para sus prácticas artísticas, consiguiendo que lo que antes era una  construcción pública ruinosa y abandonada hoy es un Auditorio del Cuerpo para ensayo y presentación de los grupos de teatro y danza en esa comunidad.

Y el cuarto homenajeado, Tomás Latino, un argentino trotamundos que en su recorrido por Colombia creo con Staruska el grupo teatro callejero con el que visitaron buena parte de países latinoamericanos, después de sus estudios en la escuela de teatro de la Universidad Central de Venezuela. Escogió a Ibagué como su casa habitual, conocido por sus montajes de teatro, fue también director del  Teatro Tolima, y ahora con el  grupo Cromasol  continúa  encantando con la magia y el asombro del teatro y sus cualidades como  actor y  músico.

Hace cuarenta años, varios actores registrados en la fotografía, apenas se saludaban, hoy es muy grato verlos, con sus diversas maneras de enfrentar el hecho teatral o estético; tanto los homenajeados como quienes los acompañan,  son  un  dechado  cronológico de las inmensas potencialidades del  arte teatral en  todas sus diversas expresiones.

Se manifiesta esta buena onda en la articulación de actividades y espacios del sector teatral como el proyecto Tulima y demás procesos de fortalecimiento e integración del sector que  deben  mantenerse, las salas y espacios concertados en los barrios  y comunidades: Casa Teatro Antonio Camacho, Casa Dulima en la comuna 10, la Sala de la Oposición  en la vereda Santa Teresa; la Titiribiblioteca de la comuna 8; así como los programas de formación en la Escuela de Formación Artística EFAC, los festivales de Teatro y de Títeres, así sean en la virtualidad  como el que se llevó a cabo para esta celebración por parte de la Dirección de Cultura del departamento y que gracias a la era digital podremos disfrutar por youtube  en esta Semana Santa.

Un optimista informado puede decir que el dinero que entregaron como reconocimiento es una limosna. “Regalado hasta un puño” decía el abuelo. La gratitud y el reconocimiento es uno de los valores a rescatar en esta cultura de la competencia y el individualismo extremo, sin olvidar que en esta pandemia se han caído los trajes que todavía cubren la idea de que los artistas viven de aplausos y venias y no requieren espacios y lugares dignos, salario profesional y seguridad social, especialmente cuando sus cuerpos débiles, como el de todo ser humano, enfrenta desgaste, enfermedad o calamidad.

Así que formular un Plan de desarrollo cultural para Ibagué y en cada municipio del departamento del Tolima, debe ser una tarea urgente, donde se coloque en orden de prioridad las prácticas artísticas, el patrimonio y la memoria como bienes colectivos y por supuesto una renta básica y seguridad social para gestores y creadores. Pero esa tarea cuidadosa e incluyente no se la podemos entregar a los evangelizadores de la economía naranja, sino a las presentes generaciones, de mujeres y hombres trabajadores de la cultura que se junten de manera orgánica a reclamar la asignación de presupuestos públicos suficientes, aplicados sin trampas ni picardías a promover la cultura y las artes locales y regionales. 

(Muchas gracias al Cronista.co por permitir esta nota de felicitación y de saludo).

* Gestor cultural

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