Periodismo de análisis y opinión de Ibagué y el Tolima

Opinión

La vigencia de la caverna platónica

La vigencia de la caverna platónica

Por Juan Bautista Pasten G.


“El mito o alegoría de la caverna”, ciertamente, constituye uno de los más conocidos textos de Platón (filósofo griego, siglo IV a.C.); aparece en el Libro “La República” del mismo autor. Este relato ha sido sujeto de estudio, análisis, reflexión y guía conductora de muchos profesores y educandos a través de la historia.

En efecto, esta narrativa filosófica no ha perdido atingencia ni vigencia; es más, ha cobrado mayor fuerza e influencia en el pensamiento de millones de personas. De hecho, en el presente, podemos aplicar tanto el contenido como su proyección y objetivos a la realidad que vivencian miles de seres humanos en todo el mundo (personal y colectivamente).

En primer término, es pertinente esclarecer lo siguiente: Platón utiliza los mitos (relatos metafóricos, mágicos y simbólicos) con una intencionalidad y finalidad didáctica, educativa, es decir, busca hacer asequible las ideas y nociones filosóficas – no siempre fáciles de asimilar – a la totalidad de las personas. En otras palabras, el pensador aterriza el pensamiento complejo al lenguaje cotidiano y habitual.

Al respecto, es menester señalar que, generalmente, las verdades mayores o superiores resultan incomprensibles para la mayoría de los humanos. Por ello, este pensador busca acercar, despertar e iluminar en el conocimiento de ellas, mediante el uso de relatos míticos.

En este punto, considero necesario mencionar que Jesús hablaba a las multitudes (por ejemplo, en “El sermón de la montaña”) por medio de parábolas (historias breves y simbólicas, de las cuales se concluyen enseñanzas morales). En cambio, las Verdades supremas les eran comunicadas a los discípulos, o sea, a los seguidores más cercanos.

Ahora bien, hecha esta observación, procedemos a una efectuar una síntesis del famoso mito de la caverna: Un grupo de personas permanecen cautivas desde su niñez al interior de una caverna, obligadas por las cadenas a mirar solo hacia adelante, mientras detrás de ellas se manifiestan diversas situaciones (reales y simbólicas). Efectivamente, tras los prisioneros, existen una pared y una fogata, entre ellas hay un sendero elevado por donde caminan hombres con diversos objetos sobre sus cabezas. Por consiguiente, los cautivos han estado siempre viendo solo “sombras” de la realidad (apariencias), no la realidad en sí misma (verdades).

En un momento de la historia, uno de aquellos prisioneros, logra romper las cadenas, consigue salir de aquella prisión y alcanzar la libertad. Al principio, la “luz del sol” (de la verdad) lo enceguece, lo confunde y anonada, hasta asumir, finalmente, la nueva realidad (la Nueva Vida). Por supuesto, este hombre libre intentará mostrar (enseñar) a los que continúan encerrados en la caverna, lo que ha descubierto y develado. Sin embargo, los cautivos – salvo unos pocos – no están dispuestos a conocer esas nuevas ideas, lo tratarán de loco e, incluso, podrían hasta matarlo, por atreverse a ir contra lo establecido e históricamente aceptado.

La historia de la humanidad, nos indica muchos ejemplos de grandes hombres y mujeres que sacrificaron sus vidas por plantear ideas distintas a las inculcadas e internalizadas como si fueran propias.

 Platón nos muestra aquí la condición humana respecto al Conocimiento, como se ha estado creyendo y obedeciendo concepciones aparentes, limitadas y/o falsas y, a la vez, insta y motiva a los seres humanos a dejar la apatía y la desidia, a perder el temor a lo desconocido, a aventurarse por descubrir y superar la ignorancia y, por tanto, avanzar hacia la verdad.

Esta actitud valerosa, optimista y paciente, generará despertar del obscurantismo existencial e histórico en que hemos permanecido por siglos, posibilitará develar nuestras ignotas potencialidades y darnos cuenta de quienes verdaderamente somos. Asimismo, esto traerá consigo el crecimiento y ascensión de la humanidad a los niveles de plenitud cognitiva y vital para los cuales fuimos realmente creados.

El mensaje que queremos expresar, en consecuencia, es el siguiente: Ahora – no después ni mañana – es el momento exacto para salir, con Consciencia Creadora, de todas las cavernas que nos han impuesto para recibir con Amor y Alegría la maravillosa y centellante luz del sol, símbolo de la Verdad universal y divina.

“Pensar es el diálogo del alma consigo misma”. Platón.

“La libertad consiste en ser dueños de nuestra propia vida”. Platón.

“La educación es el movimiento de la obscuridad a la luz”. Allan Bloom.


  • Docencia e investigación en filosofía

Universidad de Chile

Siguenos en WhatsApp

Artículos Relacionados