Por Samuel Gómez Ramírez

La aparición de líderes no es de todos los días: en Estados Unidos hace años se busca un líder joven para aspirar a la presidencia; en Colombia, James y Falcao fueron los últimos referentes de futbolistas y hasta ahora comienza a brillar Luis Díaz; murió el maestro Botero y no aparece sucesor; murió García Márquez y recién se destaca Juan Gabriel Vásquez con destellos que lo proyectan, y así en todas las disciplinas y en todo el mundo.

Ser líder es un privilegio de pocos, porque es una condición natural de la persona que debe cultivarse y consolidarse; el porvenir exigirá más a los jóvenes, pues los mayores ya no nos preparamos solo para ser abuelos, sino que este siglo será el siglo de la longevidad, la clasificación hoy para el trabajo ya no es por la edad sino por la experiencia y la esperanza de vida les abre a los mayores, 25 años más de posibilidades intelectuales y productivas.

En el departamento del Tolima, en las últimas décadas y en materia política, muy pocos lideres han dejado la huella en el sentimiento de los coterráneos, solo Alberto Santofimio Botero y Luis Humberto Gómez Gallo lograron captar la atención y admiración de todos, sin distingo político y se convirtieron en la voz del Tolima en el Congreso de la República y en referentes nacionales; en los movimientos de la izquierda y ahora alternativos en nuestra región solo se destacó Camilo Gonzales Pacheco por su excelente oratoria y por sus candentes debates a los gobernantes y jefes políticos de su época.

Quienes dicen ser lideres hoy en el Tolima, son el producto de artimañas políticas, pues no representan a quien dicen representar, todo lo arreglan con dinero, no permiten nuevos liderazgos para defender su incapacidad y lo más grave, su voz no se siente en el Congreso y por su culpa, el Tolima no es prioridad para el gobierno central.

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Terminados los procesos electorales, no solo el conteo de los  votos es un indicador para definir ganadores, sino que el proceso mismo, es un referente muy importante para encontrar nuevos liderazgos, pues es por todos conocido, que en nuestro medio quien tenga más dinero, así no tenga ideas claras, puede resultar ganador y los de las ideas y capacidades quedar relegados, sin embargo, el liderazgo es don natural que pocos tienen la capacidad de desarrollarlo, son muchos los atributos que deben de  estar presentes: presencia escénica, elocuencia, conocimiento, capacidad, comportamiento, reacción a la adversidad, conexión con la gente etc.

Sin duda alguna, la revelación de esta contienda electoral fue el joven,  Marco Emilio Hincapié  Ramírez aspirante por el Pacto Histórico  a la alcaldía de Ibagué, quien enfrento el reto de representar al desprestigiado gobierno nacional y recorrió todas las comunas de la ciudad y los corregimientos del municipio poniendo la  cara para explicarle a la gente la desinformación existente sobre la marcha del gobierno, para contar el espíritu de reformas como la de la salud, la educación, la laboral, cómo sería el nuevo rumbo de la ciudad y de las posibilidades de inversión que tendría Ibagué por parte del gobierno nacional si él llegase a la alcaldía; lo hizo orgulloso y convencido a pesar del mal ambiente y de ´las maquinarias políticas que enfrentaba; fue el único candidato que ataco la corrupción reinante en la alcaldía de Ibagué, mientras los demás aceptaron cargos o favores a cambio de su silencio.

Hincapié se conectó con la gente, conoce a fondo los problemas de la ciudad y sus soluciones, sabe transmitir el mensaje con claridad, quiere a su ciudad tanto que centro su campaña en el amor por Ibagué y por la gente, es una persona que vio la posibilidad de ser alcalde para ayudar a sacar la ciudad adelante y no para llegar a abusar del erario; durante los debates fue respetuoso, demostró gran conocimiento y en tono pausado controvirtió con los demás candidatos.

A pesar de que el partido liberal, con quien hizo coalición para gobernación y alcaldía falló porque no hubo disciplina de partido y la mayoría de sus integrantes mostraron desde un principio simpatía por la candidata del alcalde Hurtado, nunca la atacaron, mantuvieron su participación, obtuvo más de 20.000 votos que lo consolidaron como la fuerza más importante después de la maquinaria de los clanes de Ibagué y el Tolima.

Marco posee una estructura política llena de hombres y mujeres jóvenes y tiene una proyección nacional asegurada; hace unos meses presidió la Asamblea Nacional de Jóvenes del partido MAIS y es reconocido en todas las esferas del gobierno nacional.

Nace pues una estrella en la política del Tolima, muy seguramente la veremos brillando en el concierto regional y nacional para beneficio de nuestro departamento y sus gentes.