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Opinión

La paz y la Unión Patriótica

La paz y la Unión Patriótica

Por: Edgardo Ramírez Polanía


La paz tiene íntima relación con el bienestar de la sociedad fundamentada en la comprensión la solidaridad y el perdón.

La protesta ante la injusticia es valedera y hasta necesaria, pero cuando los gobiernos democráticos dejan de ejercer el diálogo y control entre el enfrentamiento de los individuos con el Estado, equivale simplemente a dejarlo en otras manos. Y es lo que ha sucedido en varios gobiernos que han insistido en buscar la paz, que se ha vuelto un enunciado teórico debido a la oposición de los amigos de la guerra. 

Desde la amnistía del General Rojas Pinilla a todas facciones violentas contra el gobierno, la paz parcial de Juan Manuel Santos y el intento de Belisario Betancur, los actos de gobierno del proceso de paz, ha sigo esquivo en su totalidad, por los enemigos de la paz, que consideran que  la fuerza del Estado ha sido inferior con quienes han querido buscar la paz. Algunos presidentes que han gobernado nuestro país, los ha motivado el rencor o ese contagio mental irracional de hacer “trizas” la paz, debido a la falta de conocimiento de cómo se obtiene el bienestar social y se llega a la tranquilidad de las agrupaciones sociales.

La Corte IDH condenó al Estado colombiano por el exterminio contra el partido político de la Unión Patriótica UP, por miembros de grupos de ultraderecha, constituidos según ese organismo, por militares del Estado colombiano, paramilitares, y narcotraficantes. 

Es de conocimiento público que el narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha el Mexicano, fue uno de los narcos que adelantó una campaña de eliminación de la UP asociado con paramilitares del Magdalena Medio.

El exterminio fue total, tan ello es cierto, que la Jurisdicción Especial para la Paz contabilizó, en un informe publicado en 2022, dijo del asesinato de 5.733 militantes de la Unión Patriótica entre 1984 y 2016. Así mismo, fueron asesinados por sicarios los candidatos presidenciales, Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo Ossa, 5 congresistas en ejercicio, Leonardo Posada, Pedro Jiménez, Octavio Vargas, Pedro Valencia y Manuel Cepeda. 11 diputados, 109 concejales, varios ex concejales, 8 alcaldes en ejercicio, 8 ex alcaldes y miles de militantes fueron sometidos a exterminio físico y sistemático por parte de grupos paramilitares y miembros de la Fuerza Pública.

La Unión Patriótica UP, se organizó como agrupación política el 28 de mayo de 1985 a través del resultado de un proceso de Paz entre el Secretariado Nacional de las FARC y el gobierno colombiano en La Uribe Meta, para abrir después de 35 años de lucha armada, un espacio político que permitiera a la insurgencia hacer política y llegar a cargos de administración y elección popular.

La UP fue un partido de ideales y programas fundados en el bienestar social y las conquistas de mejores niveles de vida en lucha contra los monopolios y defensa de las libertades, de una reforma agraria integral, principalmente en los territorios apartados. 

Es triste que el libre disentimiento de las ideas se hubiera atacado con la muerte de importantes dirigentes y sus seguidores que anhelaban un cambio de las costumbres políticas para que nuestro país fuera hacia un mejor destino común.
En el Tolima fue el único departamento en que no mataron a sus líderes, pues, el movimiento de Alberto Santofimio hizo listas conjuntas para Senado y Cámara de Representantes por el Partido Liberal con la Unión Patriótica, e inscribió las listas en la Registraduría Nacional el 11 de marzo de 1990. La negociación de paz en el Tolima fue a instancia de Bernardo Jaramillo y Alberto Santofimio que originó la persecución de los dos líderes políticos, Bernardo Jaramillo asesinado y Santofimio Botero, perseguido con saña hasta condenarlo injustamente. 

Ese intento fallido de lograr que las facciones políticas y los alzados en armas opuestos a los gobiernos de turno para que tuvieran una salida negociada al conflicto armado colombiano, hizo que las fuerzas subversivas pasaran a la clandestinidad y entraran en desconfianza con las propuestas gubernamentales y se eliminara a la Unión Patriótica.

La Paz con sus variados intentos debe continuar insistiendo en su realización a través de los diálogos hacia un verdadero acuerdo y el Presidente Petro, así lo ha entendido, por eso, tal vez, designó al especialista en temas de paz al ex ministro Álvaro Leyva Durán para que como Ministro de Relaciones Exteriores, que conoce a fondo el problema de la paz, pueda ayudar a buscarle una salida nacional e internacional a ese necesario proceso de paz donde lo que se trata de preservar es la vida en campos y ciudades, para que surja un nuevo colombiano más tolerante, más solidario y si se quiere más entusiasta, menos desconfiado y con mayores valores culturales, educativos y espirituales. 

Nuestro suelo patrio debe recibir en sus entrañas el agua de la bóveda del cielo y de sus selvas profundas y no la sangre de nuestros hermanos de raza, creencia y noción de patria,  porque debe unirnos la esperanza como la mejor forma de querer, para que nuestro campesino llegue en sus aspiraciones hasta donde llega el horizonte de las ubérrimas llanuras y las montañas vírgenes. Sólo así habremos cumplido nuestra razón de ser, como un núcleo activo que dio de sí, todo lo que podía ofrecer para el renacer de la paz como elemento indispensable de la convivencia y el desarrollo nacional.

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