Por Óscar Perdomo Gamboa - Escritor

Tras las consabidas injurias, los bots y los esbirros, incluyendo a María Fernanda Cabal, empezaron el sicariato moral. Sin embargo, el verdadero resultado es que las investigaciones de ambos comunicadores se volvieron virales en las redes sociales y muchas personas, incluso quienes no sabían de medios como Cuestión Pública, empezaron a leerlos y seguirlos.

Uribe, en su afán de desprestigiar a los periodistas honestos para salvarse de la cárcel y la picota pública, terminó haciéndoles publicidad.

Lo mejor es que esto ya había pasado antes. El mismo Uribe, en su intento por censurar el documental “La Negociación”, de Margarita Martínez, causó tal revuelo y curiosidad que las salas de cine se llenaron. “Matarife”, la innovadora serie de Daniel Mendoza que tantos premios ha ganado en el exterior, también vuelve a los titulares cada vez que el imputado pretende censurarla.

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Los uribistas son tan obtusos que no se dan cuenta de que sus intentos de callar a quienes los investigan en realidad les dan eco. De todas maneras, se les agradece la promoción.

Aunque debo reconocer que el defecto también se da en la izquierda. Fueron los detractores de Polo Polo y la misma María Fernanda Cabal quienes los hicieron famosos por sus estupideces y, eventualmente, les dieron la publicidad necesaria que les otorga el lugar que tienen hoy.

Lo peor es que en la izquierda tampoco aprenden y por eso aparecen tantos personajillos anónimos y ridículos que, como si fueran cualquier Epa Colombia, pasan del anonimato a una desprestigiada popularidad.

Uribe está acostumbrado a amenazar y calumniar impunemente. Los periodistas, desde Daniel Samper Ospina hasta la nómina completa de Noticias Uno, han sido víctimas constantes de su ira desenfrenada cuando le enrostran sus delitos o, simplemente, le preguntan por un tema que no es de su agrado. En cambio, muchos medios, arrodillados y comprados, van a entrevistarlo a sus pesebreras para lavarle un prestigio que hace muchos años está perdido. Sin embargo, el sicariato moral de sus perros de presa ya no tiene el efecto de antes. Como dice el portal Cuestión Pública: sabemos lo que hiciste la legislatura pasada…

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Me alegra que tantas personas estén viendo las investigaciones de Coronell y Salinas sobre Uribe y sus cómplices; y me alegra más que el imputado muestre su miedo visceral en esos ataques con caja de dientes que se convierten en caja de resonancia, pues es seña de que sienten demasiado cerca a la justicia a la que han evadido durante tantos lustros.

Adenda: Ahora que el presidente Petro está evacuando decenas de familias del área de influencia del volcán nevado del Ruiz tras la alerta naranja, es bueno recordar la responsabilidad de Iván Duque Escobar, padre del expresidente Duque, en la tragedia de Armero, pues cuando fue ministro de minas desestimó alertas e informes y se negó a instalar alarmas que podrían haber salvado miles de vidas.