Por: Michael López Guzmán - Consultor económico y político 

Por estos días las campañas políticas de los diferentes movimientos alternativos están a flor de piel. Entre promesas a sus electores, reuniones, tomas de café y acuerdos programáticos, los diferentes candidatos han decidido avanzar en una contienda electoral sin tener en cuenta de poner en el centro de las discusiones de los territorios, las reformas estructurales que necesita el país para avanzar en las transformaciones necesarias que beneficiarían al grueso de la población.

Si bien realizar estas campañas es importante teniendo en cuenta que ad portas se encuentran las elecciones a Concejos, Asamblea, Alcaldías y Gobernación, ello no impide aterrizar el debate y la pedagogía del plan de desarrollo del presidente Gustavo Petro y los proyectos de ley que se encuentran en curso en el Congreso de la República, para que las discusiones de la construcción de los programas de gobierno locales y departamentales se deriven de los mismos y el proyecto alternativo sea de largo aliento.

Sin embargo, la falta de pedagogía, debate e incidencia de los políticos que están en campaña, está generando un desentendimiento y una desconexión del ciudadano de a pie en las discusiones que directamente han afectado sus vidas por décadas y que han precarizado sus derechos fundamentales como el derecho a la salud, pensión, trabajo, entre otros.

Elementos claves que, de una u otra forma, contribuirían a formar y sensibilizar a la ciudadanía, en el hecho de que, este tipo de transformaciones son necesarios para garantizar un estado de bienestar para cada uno de nosotros.

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Lo más grave de la situación es que, los políticos y partidos tradicionales que han contribuido a la profundización de las problemáticas socioeconómicas y de la precarización de la vida de cada una de las personas que habitamos este territorio, se pasean orondos y mal acompañados por todo el departamento y el país, aprovechando la desconexión de lo local con lo nacional para desinformar y generar pánico entre las personas, dejando como resultado en el futuro elector, una incertidumbre de miedo y terror que se traduciría, en menor participación e incidencia de los cargos de elección popular en los sectores alternativos.

Por ello es importante centrar las discusiones nacionales en lo local, generando esa empatía con la ciudadanía. haciéndola consiente de la realidad del país y de la realidad territorial ya que las transformaciones sociales, económicas, culturales y ambientales se piensan, discuten y actúan desde lo local.