Opinión
Electos condenados
Tras la resaca por el jolgorio y la celebración de quienes al final resultaron elegidos y el guayabo de quienes en el pabellón de los quemados se dedican a hacer sus propios balances, la atención de la ciudadanía en general expectante, se centra en proyectar lo que a futuro, podría ser el gobierno y las ejecutorias de los bendecidos por la voluntad popular en las urnas.
En general se especula si las maravillas y bondades que prometieron los candidatos en campaña a partir de enero del venidero año serán una realidad e igualmente los menos optimistas, normalmente aquellos que “perdieron su voto” presagian que los nuevos mandatarios, como en la mayoría de los eventos, se dedicarán a robar y en general a recuperar a toda costa, los dineros invertidos en sus respectivas campañas.
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En el caso particular de Ibagué la sensibilidad del tema es mayor pues aún se mantiene vigente el recuerdo del descarado desfalco de los juegos nacionales, liderado ni más ni menos, que por el alcalde de la época y quien hoy a la sombra, purga pena que con certeza superará en últimas los 25 años de prisión, se siguen imputando funcionarios mientras que otros salpicados ya, porque han sido mencionados al haber recibido dádivas dinerarias por auto censurarse, al callar apagando las micrófonos o pasando de agache en los editoriales de sus portales, confían en que los ojos de la justicia, como la Temis, ciega les permita disfrutar en libertad, el producto de su ilícita complicidad.
Con este panorama y a sabiendas de que la administración saliente contrario a lo que pretendieron vender esos mismos opinadores a lo largo del mandato del médico Guillermo Alfonso Jaramillo es reconocida a nivel nacional como una de las mejores, resulta de especial importancia aterrizar jurídicamente cuál es el escenario que podría enfrentar la ciudad musical en punto de la estabilidad, o no, tanto del alcalde Andrés Fabián Hurtado como del candidato que ocupó el segundo lugar en los comicios y de quien se sabe, al conocer su derrota, dijo aceptar la curul que por ministerio de la ley le permite vestirse de concejal en 2020.
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Como la identidad de los casos, pese a que son distintos los delitos por los cuales están siendo procesados los hoy electos, permite analizar lo que se viene bajo la misma lente, diremos entonces, que tanto el futuro alcalde, como el ex director de La Cariñosa, hoy afrontan sendos juicios criminales como autores de delitos dolosos a saber Peculado por Uso, Ocultamiento, Alteración o Destrucción de Elemento Material Probatorio, para el primero, mientras que el segundo “famoso” por escudar en el ejercicio de la libertad de prensa las falacias a las cuales acostumbró a su audiencia, responde por los delitos de injuria y de calumnia en concurso agravadas. En ambos expedientes las penas pueden llegar a superar los 6 años de prisión, e incluso, para el hoy alcalde electo el límite máximo llega a los 12 años como sanción penal.
Los dos procesos hoy se encuentran en etapa de juicio, todas vez que Hurtado está citado ya para afrontar audiencia preparatoria y Correa antes de terminar este año tendrá que asistir a la diligencia de traslado de acusación en aplicación del procedimiento penal abreviado previsto por la Ley 1826 de 2017, lo que permite inferir que antes de semana santa del próximo año por la contundencia de las pruebas que tiene en su poder la Fiscalía General de la Nación tanto el alcalde hoy electo de Ibagué como el concejal de los quinientos mil jefes, serán sentenciados penalmente, circunstancia que tal y como lo anunció recientemente el doctor Jaramillo Martínez obligará para el caso de la alcaldía, a convocar a nuevas elecciones al sobrevenir como falta absoluta de interdicción judicial según el artículo 98 de la Ley 136 de 1994 la inhabilidad que prevé a su vez el artículo 95 de la misma codificación, situación que en atención al mandato que señalan los artículos 61 y 104 de la ley en comento, imponen al señor gobernador de turno, destituir del cargo en este caso con ocasión de la condena penal al señor Andrés Fabián Hurtado, como alcalde municipal. La misma suerte correrá el populista microfonero Correa quien tendrá que ceder su curul de manera definitiva en el cabildo.
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Se vale precisar eso sí, que antes de los comicios obligados a propósito de las sendas condenas penales que se avizoran, para el caso de la alcaldía le compete al señor gobernador designar, a partir de la terna que le allegue el partido o movimiento del elegido a remplazar, pues la falta absoluta al tenor de lo que sobre el tema señala el artículo 314 de la Constitución Política se presenta cuando aún faltan más de dieciocho (18) meses para la culminación del mandato popular :
“…En cada municipio habrá un alcalde, jefe de la administración local y representante legal del municipio, que será elegido popularmente para períodos institucionales de cuatro (4) años, y no podrá ser reelegido para el período siguiente. Siempre que se presente falta absoluta a más de dieciocho (18) meses de la terminación del período, se elegirá alcalde para el tiempo que reste…El presidente y los gobernadores, en los casos taxativamente señalados por la ley, suspenderán o destituirán a los alcaldes…”.
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Como se ve, si la justicia como debe ser, decide en derecho, la ciudad musical promediando el próximo año, además de celebrar el acostumbrado y reconocido festival folclórico, repetirá nueva jornada democrática para elegir alcalde, en este caso ya sin la participación de los hoy cuestionados Andrés Fabián Hurtado y Rubén Darío Correa para que los ibaguereños ejerzan nuevamente su derecho al sufragio y en libertad con la mano en el corazón le den un giro a la suerte de Ibagué y entonces decidan por el nombre del mejor.
Amanecerá y veremos…
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