Opinión
Deplorable gestión legislativa. ¿Dónde está la iniciativa parlamentaria?
Por Carlos Alberto Estefan Upegui - Exgobernador del Tolima
Termina el año 2024 con la labor legislativa más deplorable de la historia reciente. El Congreso con sus flamantes legisladores especializados en votar negativo no hacen uso de la iniciativa parlamentaria para proponer proyectos que sustituyan los que no les gustan, simplemente votan negativo, no asisten o se retiran mientras el Ejecutivo se ocupó de presentar seis grandes proyectos de ley que se los han negado o avanzan lentamente.
La reforma a la salud, la reforma política, a la justicia, la reforma laboral, y la ley de financiamiento, demuestran el interés del Presidente por hacer el cambio, encontrándose con el obstáculo de no contar con las mayorías requeridas, a excepción de las necesarias para la ley de jurisdicción agraria.
Se dijo que la reforma política también está virtualmente hundida, pues la plenaria del Senado el pasado jueves 12 de diciembre se levantó, mala señal porque el proyecto estaba en la agenda.
Otras eran las épocas de ilustres parlamentarios que se destacaban por su iniciativa su oratoria y sus conocimientos en cada materia. Ahora estamos en manos de legisladores inexpertos con un afán de protagonismo perverso y hasta con ínfulas presidenciales entre mujeres y hombres. Cuando no manejados desde afuera para sabotear e impedir el curso normal de los debates.
Además, con un presidente del Senado igual de altanero al exfiscal Barbosa y puesto allí con el único fin de torpedear e impedir la gestión del gobierno, donde la oposición se ha dedicado a mostrar su “inteligencia” perversa. ¿Congreso para qué? Se pregunta la gente. El hundimiento de la ley de financiamiento golpea a quienes más lo necesitan.
Las comisiones económicas del Senado y la Cámara de Representantes votaron en contra de dicha ley que buscaba recoger 12 billones de pesos para completar la financiación del presupuesto de 2025.
Las cuatro comisiones apoyaron una ponencia del Centro Democrático para archivar el proyecto y ni siquiera se les ocurrió discutirlo.
Y lo más lamentable, es que el hundimiento lo logró esa "perversa" oposición con el apoyo de los congresistas no solo de los partidos Cambio Radical y Centro Democrático, sino también de Liberales, Conservadores y de La U, e incluso con votos del Partido Verde. Todos contra uno. En gavilla como les gusta.
Sin estos recursos, peligra la inversión social y con ellos evitar igualmente el déficit. Entonces, consecuentemente con lo sucedido, si faltan recursos, antes de quitárselos a los más necesitados, el Presidente Petro debería comenzar por derogar el decreto que desde el gobierno de Juan Manuel Santos otorgó hace 11 años una prima especial en favor de los congresistas por $7.9 millones mensuales, que hoy, con los reajustes anuales, va en $15’8 millones.
Y a este paso, también, recortar el presupuesto de la Unidad de Trabajo Legislativo —UTL- que se supone trabajan para los congresistas en su labor en el congreso pero que solo sirven para pagar favores políticos cuando, como están las cosas, ni se requiere que vayan.
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