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Historias

Yo no olvido el año viejo

Yo no olvido el año viejo

Por Ct.  Roberto Ortiz Villa


CRESCENCIO  SALCEDO  MONROY  de  ascendencia  guajira, nació  el 27 de  agosto de  1913  en el corregimiento  de  “Palomino” municipio de  Pinillos (Bolívar). Hijo de Lucas Salcedo  y  Blanca Monroy. Vivió 10 años en la Guajira en donde se adaptó a las costumbres  nativas  y  el uso  medicinal  de las hierbas .

 Jamás asistió a la escuela, lo que consideraba una pérdida de tiempo. Viaja a Barranquilla en donde es conocido  como  “Compae  Mochila” por el morral que permanentemente  portaba  lleno de flautas  de  caña de  millo  y  gaitas de carrizo que el mismo confeccionaba , para la  venta.

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 Era tal su habilidad para tocar la flauta  que se hizo  famoso por imitar  el sonido de cualquier instrumento, incluidos los de percusión .

Nunca aceptó ser compositor, porque la cosas estaban ahí  y  él simplemente las  contaba  cantando .  Así lo decía:  ”¿Derechos de autor , de qué? … ¿Qué  si he cobrado derechos de autor?...  ¿Autor de qué? … Yo no soy autor de nada . ... y como  no lo soy , no  cojo  nada … Recojo motivos para expresarlos en música .. Otros recogen la plata ”. 

Se hizo  marinero de río  y en sus recorridos por  el Río de la Magdalena tuvo  oportunidad  de conocer todas las festividades de las poblaciones ribereñas  en donde  ejercía  como  curandero   y vendedor de  sus flautas, además iba  contado  sus  experiencias  a capela .

El Nobel  Gabriel García Márquez  describe a Crescencio  Salcedo  como “Un indio descalzo  que se plantaba  en la esquina de La Lunchería Americana para cantar a palo seco  (…) con una voz que tenía algo de hojalata, pero con un arte muy suyo que lo impuso entre la muchedumbre  diaria  de la calle de San Blas. Buena parte de mi primera  juventud la pase  plantado  cerca  de  él  sin saludarlo,  sin dejarme ver, hasta  aprenderme de memoria su  vasto  repertorio …” 

En 1951  cuenta ( cantando ) que tuvo un año muy productivo  en  su  vida  campesina:  compró  una chiva, además tenía una burra  y  una yegua    ….. 

YO NO OLVIDO EL AÑO VIEJO / que me  ha dejado  cosas muy buenas /(…… )  

Me dejó una chiva  /  una burra  negra /  una  yegua  blanca /  y una  buena suegra  //       Ay me  dejó una chivita /  y una burra muy negrita  /  una yegua muy blanquita  /  y una buena suegra ……. 

En el año 1953, el mexicano Tony  Camargo  se apropió  del tema y con la orquesta de  Rafael De Paz  gravaron  el inmortal “Año Viejo“. Llevándose  todos los honores  y  las  regalías .

Pero este no fue el único de los  raponazos  de que fue  víctima  Crescencio Salcedo, todas sus composiciones  aparecen  a nombre de algún vivo.  Como lo son, entre muchas:

“LA MÚCURA”  está en  el suelo, mamá no puedo con ella ….  Los derechos le fueron vendidos a  Antonio  Fuentes   por  $80.oo.

“SE VA EL CAIMÁN” / se va pa la Barranquilla (….)  Voy a empezar  mi relato /  Con alegría  y con afán  /  Que en la población del  Plato  /  Se  volvió un hombre caimán  /  Se va el caimán . Se va el caimán /  Se va pa la Barranquilla / ay /  ……..

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Esta  rítmica y pegajosa   composición    terminó  siendo de  José María Peñaranda  y de la afamada   Billos’Caracas Boys, sin que dieran a su  real compositor el menor reconocimiento.

Crescencio Salcedo  no  era el menesteroso  de pata al suelo, que aparentaba,  su  abuelo y sus  padres fueron  unos agricultores que llevaron una vida acomodada  y así  lo confirmó  componiendo  MI CAFETAL:  Aunque la gente  vive  criticándome /  Paso  la vida sin pensar  en  na’  /  Pero no sabiendo que yo soy  el hombre /  Que  tengo un hermoso  y lindo cafetal  /  Yo tengo mi cafetal  /  y tú ya no tienes  na’ ……..

Como la  melodía  fue  modificada por  Andrés  Paz , este vino  a ser  el beneficiario de  las regalías.

Crescencio  Salcedo  Monroy  falleció en la ciudad de Medellín  el 4 de Marzo de  1976 , en donde había establecido la  venta  de flautas   en  una banca del  “Parque”,  colocaba   un aviso  que  decía:

 “Aquí  no  se  pide  limosna,  se  venden  flautas  a  100  pesos” .   

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