Historias
¡Salvar la carrera Tercera!
La carrera Tercera de Ibagué es lo que la Séptima es a Bogotá, la Avenida Sexta a Cali y la Avenida La Playa a Medellín. Son sitios emblemáticos y referentes urbanos, por lo tanto deben lucir lo mejor posible.
Con la carrera Tercera de Ibagué, hoy no ocurre ni lo uno ni lo otro. El paisaje que ofrece en la actualidad es más que desolador. Es algo parecido a un mercado persa, dicen algunos, para otros, está convertida en un muladar y no faltan los que la comparan con el río Ganges de la India, por los fétidos olores que allí se producen.
Hace 22 años se dio un gran paso al ser peatonalizada, el propósito era convertirla en una especie de bulevar, pero hoy al cabo de transcurridas dos décadas ese intento ha sido fallido.
Hoy transitar por este sector, resulta una odisea. Centímetro a centímetro se encuentra atestada de vendedores ambulantes que impiden el paso de los peatones, impiden apreciar lo que hay al lado y lado, entonces lo que se impone es el desorden, el caos, la suciedad y la inseguridad.
“Parece que no existiera la oficina de espacio público ni la alcaldía de Ibagué, y a estas alturas cuando restan menos de dos meses para que el Alcalde concluya su periodo, los funcionarios de la Secretaría de Gobierno y la misma oficina no aparecen por ningún lado, dejando a la deriva a este sector, y quedando nosotros totalmente desamparados” dice Julio Torres un comerciante de uno de los almacenes de ropa.
“El ruido, los malos olores, la cantidad enorme de vendedores ambulantes y los delincuentes que se han adueñado de esta vía, es impresionante”, cuenta Sara Amézquita, una vendedora de ropa interior femenina de un elegante almacén. Agrega que “esto se convirtió en una plaza de mercado ambulante, pues ya no hay por dónde pasar y lo peor de esto es que la Policía pasa y se detiene a mirar, los levanta y ellos se vuelven a tomar su lugar”.
“La carrera Tercera, la vía más tradicional de la ciudad, la que años atrás era recorrida por personajes insignes, ha sufrido un atentando”, dice Roberto Liévano, un hombre de 76 años de edad, quien opina que esta vía se diseñó para disfrutarla, para recorrerla en familia, con tranquilidad, “ahora uno no alcanza a divisar que ofrecen los comerciantes que sí pagan impuestos y que se ven abandonados, porque esto es peor que un vertedero de aguas sucias”.
La tercera de hoy
En la carrera Tercera de hoy, la abandonada y desprotegida por las autoridades, usted puede encontrar vendedores de toda clase de artículos y cachivaches, productos que solo deben expenderse en las plazas de mercado, los encuentra allí. Pareciera que la Tercera es la plaza de mercado más grande de Ibagué. Hasta grandes ventas de comida ya se han establecido a lo largo de la vía, con estufas, mesas, asientos.
El ruido es ensordecedor, porque aparecen en escena los parlantes con exagerados volúmenes de algunos negocios que ofrecen sus productos, ruido que se mezcla con los sonidos de los grupos musicales callejeros, como la de un hombre de baja estatura que emite melodías con una pista ronca y de pésima calidad.
A medida que se va realizando este tour que para algunos es un calvario, se observa la presencia de varias mujeres indígenas con sus hijos a cuestas, bailando a paso lento y recogiendo unas pocas monedas.
El Cronista.co también dialogó con dos uniformados de la Policía, quienes manifestaron que hay vendedores ambulantes que dicen haberse ganado el espacio público a través de una acción de tutela o un derecho popular, pues “cuando los vamos a requerir, ellos dicen que tienen sus derechos para ganarse el pan de cada día”.
Y está el culebrero y el del juego de la tapita y la muchacha que entrega volantes que anuncia donde le pueden hacer regresar el amor de su vida o indicarle el número de la lotería. “Así es como hoy se encuentra la carrera Tercera y es la presentación que se le está dando a los ibaguereños y turistas que llegan a buscar tranquilidad”, dice Sonia Romero, propietaria de un pequeño almacén.
“Este será uno de los retos que tiene el alcalde electo Andrés Fabián Hurtado. Confiamos en que él si le ponga orden a todo esto, pues la administración saliente nos dejó siempre abandonados”, dice Jorge Vargas un empleado de un hotel, negocio a dónde llegan muchos turistas que a diario se quejan del desorden.
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