Historias
Líbano y los 159 años de una rica y fascinante historia
Con el Decreto del 27 de enero de 1866, se erigió la aldea del ‘Líbano’, por parte de la Asamblea legislativa del estado soberano del Tolima.
Este lunes 27 de enero, uno de los municipios más emblemáticos del Tolima, Líbano, celebra 159 años de su fundación. Líbano se ha distinguido, durante su siglo y medio largo de historia, como un lugar de florecimiento permanente de la pujanza heredada de la colonización antioqueña que tiene en su fundador, el general Isidro Parra, su bastión principal.
Líbano, reconocido y caracterizado por su valioso aporte al país en distintos campos, busca en la actualidad recuperar parte del rumbo perdido de una historia marcada por sucesos memorables, los cuales por la poca o nula visión de su clase dirigente de los últimos tiempos se han extraviado, hasta el punto de poner en peligro su esplendorosa tradición.
Municipio rico en su sector rural, donde el cultivo del café ha sido el porta estandarte durante toda su existencia, la rica historia cultural y política, en la que sobresale la rebeldía, que para algunos estudiosos de la historia libanense, tiene su origen en su fundador que llegó a lomo de mula con un piano y más de una veintena de libros y un pensamiento libertario, que seguramente influyó para que se dieran épocas gloriosas como aquella de 1929 cuando un grupo de campesinos, zapateros y artesanos intentaron un alzamiento popular al estilo de lo que se dio con la revolución bolchevique en 2017 en la antes Unión Soviética. En la historia lo ocurrido en ese año en el Líbano se define como la primera insurrección comunista armada en América Latina.
Líbano, considerado cuna de grandes personalidades que han descollado en la literatura, la ciencia, el periodismo, la política, el arte, el deporte. Nombres que se destacan, Eduardo Santa, Germán Santamaría, Milton Argüello, Pedro Villegas, Sócrates y Beethoven Herrera Valencia, Jorge Eliécer y Carlos Orlando Pardo, Gonzalo Sánchez, Norma Nivia, Aída Morales, entre muchos más.
A continuación, la historia de dos de los personajes icónicos en la vida del Líbano, bajo la mirada del historiador Luis Gabriel Calderón. Son ellos, el fundador Isidro parra y Alfonso Jaramillo Salazar.
“Isidro Parra es uno de los grandes personajes de nuestra historia en el siglo XIX, su obra como fundador no ha sido rectificada por alguno de nuestros escritores, al contrario, ha sido reconocida por muchos. No fue un héroe civil que vino a descubrir nuevas tierras, porque ya estaban descubiertas, sino que fue uno de los fundadores del pueblo del cedro denominado Líbano.
Desde su fundación, el excelso café de Líbano había entrado al mercado mundial, creando un privilegiado canal de cultura europea. Asociado Isidro Parra con la exportación del grano hacia Alemania, legaliza mediante una carta en idioma alemán el compromiso de compra de un piano marca R Kortenbach al señor Frúger R Henkel, propietario de la prestigiosa fábrica en Hamburgo.
Posteriormente, el tan esperado correo del señor Henkel le confirmaba el oportuno envío del piano en barco: cien kilómetros por el río Elba, luego fletado en el Mar del Norte en uno de carga con destino a Barranquilla-República de Colombia- América del Sur, recorrido que en condiciones normales tardaría tres meses. (Primer piano, transportado desde el puerto de Barranquilla por el río Magdalena y luego subido al valle de Líbano a lomo de mula).
- Puede leer: Luto en el Líbano: Falleció Alberto Toro Nieto
Se conoce como un liberal de pensamiento espontáneo e independiente, nacido en El Peñol, municipio del oriente antioqueño el día 15 de mayo de 1839, este hombre partió de Manizales con su espíritu aventurero hacia el Estado Soberano del Tolima. La aventura la inicio por dos circunstancias en especial; la primera huyendo de la presión que ejercía la iglesia en toda la provincia y la segunda por conocer nuevos terruños y buscar tierra de labranzas que fueran proveedoras para su estabilidad económica.
Parra fue un valeroso militar de esa época con notable desempeño en las guerras civiles del siglo XIX, luciéndose en especial en la guerra de 1876, fue un verdadero héroe militar y estratega en el combate de Garrapata, al lado del general Santos Acosta. Años antes tuvo la oportunidad de estar en las filas del general Tomás Cipriano de Mosquera, quien lo nombró secretario de Guerra y Marina, teniendo en cuenta sus grandes habilidades.
Fue un gran líder, capaz de organizar y fundar una ciudad próspera y pujante; sus atributos intelectuales lo llevaron a fundar colegios y centros de cultura, a difundir el pensamiento civilizado, a defender siempre y a toda costa los derechos humanos y las libertades inherentes a la personalidad humana.
Alfonso Jaramillo Salazar
El legado de un visionario, pero sin duda, uno de los personajes más sobresalientes de nuestra historia del arte de gobernar durante el siglo XX; sin embargo, para algunos historiadores y críticos, las obras realizadas en beneficio de la comunidad de importancia como la construcción del hipódromo (1957), del cual era socio y fundador; la pavimentación de la carretera Armero – Líbano; la construcción y dotación del Hospital Regional (inaugurado el 29 de noviembre de 1975); el hogar infantil del ICBF; el Aeropuerto, que funcionó por varios años y cuya pista fue después la base para un proyecto de autoconstrucción de vivienda de más de 400 lotes; el Hogar San José para ancianos; la remodelación del ancianato en el año 1978; la creación del Barrio Jaramillo; el estadio de fútbol Ariel González; pavimentación, apertura de calles, alcantarillado y acueducto del barrio Los Pinos; consecución del terreno de 16.864 metros cuadrados en el barrio San Antonio para construir la nueva sede Institución educativa técnica Nuestra Señora del Carmen; obtención de auxilios para terminar la construcción en las afueras del casco urbano, de la institución Educativa Técnica Isidro Parra; Le dio vida al Colegio de Bachillerato Técnico Empresarial con énfasis en comercio y negocios Alfonso Arango Toro (femenino) nace a través del Decreto 189 de 1964, firmado por el entonces gobernador; Gestionó la construcción de las instalaciones de Telecom y la telefonía; el Hotel de Turismo; la plaza de toros, la modernización de la planta de tratamiento de agua potable, la construcción del relleno sanitario; la construcción del matadero; la construcción y remodelación del estadio de fútbol; inicio la villa deportiva; la construcción de más de 600 kilómetros de vías rurales para integrarlos con la cabecera; la edificación y dotación de centros de salud en los corregimientos; la construcción del Coliseo de Ferias y Exposiciones Guillermo Botero Álzate, con pista acústica para caballos de paso; la apertura de vías terciarias; el acueducto; pavimentó numerosas calles, vías, plazoletas y parques; impulsó la electrificación urbana y rural y el sistema de conducción de aguas residuales y lluvias. Y muchas obras más.
Es anecdótico recordar cuando el médico Jaramillo, días antes de ser designado ministro de Salud por el presidente Turbay, adquirió un billete de la lotería de la Cruz Roja que se sorteó cuando ya era ministro, y tuvo la fortuna de haber ganado el premio mayor. No sería ético que un ministro cobrara el premio, y entonces donó el billete al Comité de Apoyo del Hogar San José. Con esos recursos se inició la construcción de los pabellones de pensión y media pensión del hogar geriátrico.
Alfonso Jaramillo fue un político de elocuencia sobria, excepcionalmente sereno. Con dimensiones humanas se codeó con los grandes políticos del país.
- Le puede interesar: El drama familiar de Alfonso Gómez Méndez: drogas, corrupción y dolor
No hubo atajos que no recorriera, ni ríos, veredas y corregimientos que no traspasara, ni montaña que no hubiera atravesado en sus campañas. Con sus actos enseñó a los contendores el arte de hacer política limpia y honesta, tanto en Líbano como en el Departamento.
Sobre sus hombros pesó la responsabilidad en la conducción del liberalismo en el Tolima y propició la unificación liberal para conducir a su partido a victorias aplastantes.
Fue concejal y presidente del cabildo, primer alcalde de elección popular, miembro del Comité de Cafeteros de Líbano y del Tolima, gobernador del Tolima, representante a la Cámara, senador de la república. Embajador de Colombia ante el Reino de Noruega. Ministro de Salud. Miembro de la Academia Nacional de Medicina.
Orador por naturaleza, encontró tempranamente en la tribuna pública su mejor arma política. Como médico se dedicó a las causas sociales desde una concepción liberal muy matizada por las ideas socialistas. Esto le permitió ubicarse críticamente ante la dirección y los gamonales del partido liberal del Tolima. Su carrera política se fortaleció gracias al apoyo que le ofreció el pueblo de Líbano, constituyéndose en una figura pública sin precedentes en la historia del Tolima y del país.
Un excelente clínico y un cirujano insuperable. Prestó sus servicios en el hospital San José y en el hospital Regional. No cobraba por la consulta y la operación de muchas personas de la tercera edad, de estudiantes y campesinos de bajos recursos.
Era un hombre de recia voluntad, a quien no lo doblegan los problemas; por el contrario, le avivan la mente y le templaban el espíritu para encararlos con frialdad de cirujano y tenacidad de apóstol.
Son innumerables los líderes y la mayoría popular que tenía una honda fe en él, que confiaban en sus decisiones, en la capacidad de realizar los encargos que el pueblo le dio; fue un arquitecto y ejecutor de la revolución democrática”.
(CO) 313 381 6244
(CO) 311 228 8185
(CO) 313 829 8771