Historias

Harold Bonilla: la noticia sin el amarillismo

Harold Bonilla:  la noticia sin el amarillismo

Harold Bonilla Marín llegó a la cita a la hora exacta, lo acompañaba su hijo Julián, a quien aprovecha en los tiempos libres, porque el tiempo pasa volando, como en la radio, espacio donde en 30 segundos o máximo 40 segundos tiene que contar una historia que permita a la audiencia quedar totalmente informado sobre el acontecimiento del momento. 

Harold nació para el periodismo un 7 de enero del año 2000, momento en que la emisora Ecos del Combeima pasó a ser propiedad de don Arnulfo Sánchez quien lo reclutó desde noviembre del año anterior, cuando Bonilla hacia sus practicas en un programa de la Personería que conducía la comunicadora y profesora Adriana Patricia Caviedes, su primera provocadora para contar historias.

El verdadero periodista se hace en la calle, contando historias, consiguiendo los hechos y personajes. Así empezó Harold, tenía dos momentos de gloria de lunes a viernes. A las 6.30 am y 12.30 meridiano cuando le daban cambio.  Algunos de los invitados guardaban silencio con el pánico escénico que suele dar cuando se está al aire y ahí era donde debía sacar la casta, mostrar de qué estaba hecho, no dejar muchos silencios en la radio, esos que cobran sintonía porque el oyente de inmediato cambia de frecuencia.

Esa experiencia en la casa radial Ecos del Combeima durante 7 años y medio le permitió conocer desde la móvil toda la ciudad, incluidos sus corregimientos. Líderes sociales, comunitarios, políticos y cívicos se fueron convirtiendo en su nueva familia. Su directorio de contactos crecía de tal manera que al salir al aire tenía ya la ciudad en su cabeza y podía recrearla desde la palabra, ubicando al oyente en el lugar de los hechos.  

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Una de las claves suministradas por Harold al momento de hacer una entrevista está en la preproducción. Harold no improvisa. Y la anécdota para este hecho se dio a sus inicios, cuando al cubrir municipio llegó al cubículo de Econoticias con dos notas no más porque en la alcaldía estaban de folclore. Don Arnulfo lo llamó al balcón ubicado en la calle 11 con 3ª, lugar donde quedaba la estación radial y le dijo: “mire el horizonte, ve toda esa gente que recorre la Tercera, todos tienen una historia que contar”. Desde entonces siempre hay notas de más en su grabadora.

En Ecos tuvo la fortuna de trabajar con periodistas de talla de Luis Eduardo Ruiz Rubio, el famoso “Tico Tico”, Jorge Eliécer Barbosa, Enelia Caviedes y José Antonio Pisco, grandes seres humanos, considerados dentro del inventario regional como excelentes maestros. De allí que Harold no tenga casi amigos contemporáneos, siempre mayores que él, aquellos que tienen para aportar desde su cosmogonía lo que piensa desde su experticia del mundo, pero en especial del Tolima.

Llegó a Caracol hace 10 años y medio, su segundo trabajo. El periodista Mauricio Vargas le informó que habían abierto una vacante en esta casa radial y que sería bueno que se presentara en el proceso de selección. Así lo hizo. Pasó todos los filtros y al final fue el elegido.  Inició en Caracol Ibagué de la mano de Vargas y Germán Cediel Mora. Cediel se retiró hace poco y nuevamente por sus méritos, la casa matriz a nivel nacional decidió dejarlo como el nuevo director de noticias. 

Esta designación trajo nuevas responsabilidades que se goza plenamente cuando está como periodista. Ingresa a trabajar a las 4.45 de la mañana de ahí corrido hasta las 9 cuando va a casa de su mamá a pocas cuadras a visitarla, desayunar y tomar nuevas energías para continuar con el día a día. Almuerza generalmente casi a las dos de la tarde. Sus cómplices para estar familia, esposa e hijo, hacen ese sacrificio para gozar de ese momento único donde se nutre de las otras historias, las de su familia.

 

Al tocar el tema de su familia, mira a Julián ese hijo que ya se quiere comer el mundo y nos dice que al trabajar como periodista muchas cosas de la cotidianidad lo llevan a ser más exigentes con él. Que no juegue atrás del carro (recuerda el episodio de mes anterior en Ibagué cuando un padre atropelló a su hijo al dar reversa) y otros tantos que hacen la exigencia en los entornos del hijo sean mayores.

Ya su voz es referente para muchas personas de Ibagué y el Tolima y su forma de hacer periodismo también. El manejo del lenguaje que tiene cuando está al aire permite mostrar que hay otras formas de contar una nota judicial. Piensa en el dolor de las familias y siempre trata de hablar del hecho o noticia como ocurre sin meterle ese morbo que incomoda a muchos. Su riqueza en el lenguaje y sensibilidad nos permiten ver cómo amaneció Ibagué y el Tolima desde una óptica donde el ser humano siempre esta primero.

Harold es testigo de la historia contemporánea del Tolima. Su satisfacción está en el entrevistar a personajes épicos de la región como Rodrigo Silva, Amina Melendro, Jorge Ramírez (Emeterio, de los tolimenses); Santiago Meñaca, Juan Mario Laserna o Pedro Pablo Contreras, por nombrar algunos.  Piensa que esta es una de las más grandes satisfacciones en el trabajo que ejerce desde hace ya 18 años. Personajes que de una u otra forma nos hacen sentir orgullos de haber nacido en esta tierra. Del ser tolimensistas, del ser ibaguereños. Su voz la escucharemos nuevamente mañana, nos contará nuevas historias y como oyentes nos recrearemos con el manejo de la palabra en cada hecho que cuenta. 

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