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En ruinas están tres hogares infantiles del ICBF en el Tolima

En ruinas están tres hogares infantiles del ICBF en el Tolima
[LetraCapital Letra="B"]ajo escombros se encuentran tres hogares infantiles del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar en el Tolima. Dos de ellos están ubicados en Ibagué y uno, en el municipio de Líbano. Todo, por el incumplimiento del contratista de las obras que tenía a su cargo la remodelación de los CDI (Centros de Desarrollo Infantil) por un valor cercano a los mil millones de pesos.

Según el director del ICBF en el Tolima, Óscar Ríos, la licitación se adjudicó directamente desde la sede principal en Bogotá a finales del año 2015 y conforme al contrato, las obras debían entregarse a finales de enero del presente año, sin embargo, hasta ahora sólo hay escombros, muchas preguntas sin resolver y más de 350 niños perjudicados.

copetin-foto-jessica-avendanoPor ahora, al instituto le ha tocado arrendar hasta dos inmuebles para garantizarle la atención a los 125 niños del Hogar Infantil ‘Mi Terruñito’ del municipio Líbano y dos más, para trasladar los niños del Hogar Infantil ‘Payasito’ que funcionaba en el barrio Augusto E. Medina y del Hogar Infantil ‘Copetín’ ubicado en el barrio Ambalá de Ibagué.

Ríos además indicó que han tenido dificultades con los predios arrendados, debido a que no cuentan con el suficiente espacio para atender a la gran cantidad de niños, tanto así que varios padres de familia han denunciado hacinamiento y disminución en la calidad del servicio educativo.

Sobre el contratista, lo único que se sabe es que es de Bogotá y actualmente enfrenta un proceso sancionatorio por el incumplimiento de las obras. Así mismo, ElCronista.co supo a través de fuentes del ICBF que este mismo contratista entregó a medias otra obra que se le adjudicó en el departamento de Putumayo.

Sin duda, los niños han sido los más perjudicados. Este portal conoció que la crisis ha ocasionado que los padres retiren sus hijos a otros hogares, pues han tenido que incurrir en gastos de transporte por la ubicación de los predios. Igualmente, los acudientes señalan que no aguantan más la falta de herramientas necesarias para brindarles una atención óptima a los pequeños.

Esta redacción se comunicó con la sede central del ICBF ubicada en Bogotá y los funcionarios manifestaron que nos iban a entregar un informe detallado de estos casos, sin embargo, hasta ahora la información no ha sido recibida.

Por ahora, los niños siguen recibiendo clases en hacinados lugares, esperando que las autoridades hagan valer sus derechos que la corrupción vulneró.

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