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El teatro, el cine y la Tv bajo su batuta mágica

El teatro, el cine y la Tv bajo su batuta mágica

Cumplir más de 25 mil representaciones a lo largo de 25 años en el Teatro Popular de Bogotá, T.P.B, completar cuarenta años de ininterrumpida actividad en las tablas, el cine y la televisión, realizar temporadas exitosas en Nueva York o Australia, dirigir la más importantes producciones históricas en Colombia para la televisión, lograr premios internacionales por sus películas como Tiempo de morir basada en un guión de García Márquez, al igual que Edipo Alcalde, recibir el premio Catalina de Oro en Cartagena por la serie Bolívar, el hombre de las dificultades y ser galardonado con el Simón Bolívar como mejor director por El Cristo de Espaldas, lo mismo que cinco Catalinas de Oro por los Pecados de Inés de Hinojosa, es parte del historial de Jorge Alí Triana, un tolimense que empezara sus actividades en los barrios populares de Ibagué.

 

Estos ensayos conforman sus primeras relaciones con el arte y la literatura, la música y la bohemia, los intelectuales y la atmósfera tranquila de una capital con rostro pueblerino, los que prenderían en él el anhelo de ampliar sus horizontes.  Es cuando decide irse a Checoslovaquia, concretamente a Praga, donde a lo largo de cinco intensos y productivos años, de 1.962 a 1.967, se dedica a estudiar cine y teatro en la Academia a de Artes Superiores, de donde egresa, para regresar entusiasmado a Colombia y montar en 1.967 su primera obra, La Mandrágora, de Maquiavelo.

 

Jorge Alí Triana rompería con los moldes anteriores del teatro en Colombia. Cinco años después, a su regreso, ya no seguirían el costumbrismo de los años cincuenta que hacían en teatro Luis Enrique Osorio o Campitos, pero tampoco las experiencias de vanguardia del teatro mundial que alcanza su apogeo en los sesenta.  No caería en repetir las obras signadas por la utopía revolucionaria de esos mismos años, sino en crear un grupo de actores dedicados exclusivamente a la profesión para hacer un teatro popular con repertorio universal.

 

En el mundo de la televisión, para Jorge Alí Triana su fuerte como director han sido las producciones históricas,  Las inició en 1981 con la serie Bolívar, el hombre de las dificultades, y continuó su itinerario por el mundo de la pantalla chica con Antonio Nariño, el precursor (1982);  Dos vidas encontradas:  Mosquera y Obando (1983), El bogotazo (1985); Rafael Reyes (1986); La Constitución (1987); Los pecados de Inés de Hinojosa (1989); El cristo de espaldas (1988); Maten al León (1990); Castigo Divino, (1992-93); Si mañana estoy viva y los motivos de Lola.

 

Ha realizado varios cortometrajes.  El primero, en 1983, Y así todos los días; los otros en 1984: Dar de comer al hambriento y Enterrar a los muertos.  En producciones de más largo alcance son conocidas las cuatro edades del amor y Tiempo de morir, basado en un guión de Gabriel García Márquez.

 

Son variadas las distinciones que ha alcanzado en su carrera.  En 1981 obtuvo el premio Catalina de Oro, del Festival de Cartagena por la serie Bolívar, el hombre de las dificultades; en 1987 es galardonado con el Simón Bolívar como mejor director por El Cristo de Espaldas y recibe cinco Catalinas de Oro en el Festival de Cartagena, en 1988, por Los Pecados de Inés de Hinojosa.  En 1989 obtiene la misma distinción por la dilección de la producción Maten al León.

 

A nivel internacional, su película Tiempo de morir, presentada en el Festival de cine de Río de Janeiro de 1985, recibe el Tucán de Oro como mejor director, el premio al mejor actor, el galardón de la UNESCO y el premio de la Federación Internacional de Críticos Cinematográficos.  En el Festival de la Habana logró la distinción por la mejor fotografía y el mejor montaje y el premio especial del jurado.  Recibió igualmente el Biarriz de Francia.  Por la Cándida Erèndira, a su vez, obtuvo el galardón como mejor director otorgado por la Asociación de Cronistas del Espectáculo (ACE).

 

Respecto a su obra son consagratorios los comentarios de exigentes críticos. Jorge Alí dice que el llevar a escena una obra como La Cándida Erèndira, de Gabriel García Márquez, fue para el grupo una lección de arte por su manera de mirar la realidad, lo que provocó muchas reflexiones, despertó su imaginación y una pasión enorme por lo que estaban recreando.

 

Nueva York le ha dado muchos triunfos. Desde sus tiempos de un exilio creativo hasta hoy, sigue triunfando con su oficio.  Durante varios años lleva presentándose con su grupo en las temporadas de verano de la gran ciudad, desde agosto de 1994 hasta hoy.

 

Su última película, Edipo Alcalde, filmada en parte en Ibagué y Chicoral, con guión realizado por García Márquez, lo regresa a su audiencia latinoamericana. En la trayectoria del tolimense, director fundador del T.P.B. que ha hecho llave con García Márquez para llevar a cine o televisión sus obras, que se desplaza por varios lugares del mundo como jurado de festivales, que recibe frecuentemente justos homenajes y premios, queda por fortuna la vigorosidad de su talento y la madurez de su experiencia.

Textos del escritor e historiador Carlos Orlando Pardo.

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