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Creams & Salads, sabor a 190 grados bajo cero

Creams & Salads, sabor a 190 grados bajo cero

Imaginen un helado que no ha estado nunca en una nevera. O un helado que se congela justo antes los ojos de quien se lo piensa comer, y cuya textura, sabor y preparación son muy diferentes. Creams & Salads, en el local 255 de la plazoleta de comidas del Centro Comercial La Estación, ofrece eso y muchas cosas más. 

 

Desde Sincelejo, Sucre, hasta Ibagué, Tolima, hay medio país de distancia. Entre Colombia y Estados Unidos de América hay mucho más trecho. Todo eso ha recorrido Edgar Vergara, propietario de Creams & Salads (Healthy foods), la nueva heladería de Ibagué.

Edgar Vergara salió de Sincelejo, la tierra de las corralejas y del 20 de enero, a trabajar 19 años en los Estados Unidos. Aunque fue difícil al comienzo, logró estabilizarse laborando con DirecTV. Sin embargo, Netflix, Amazon, Hulu y todas las nuevas formas de ver televisión hicieron que decidiera cambiar de aires. Volvió a Colombia y ahora tiene su propio negocio.

Todos sabemos que montar empresa no es fácil, y en Ibagué parece que es aún más difícil. En el 2017 cerca de 2 mil organizaciones cancelaron su matrícula mercantil, mientras que otras 170 cambiaron de domicilio a otras ciudades, de acuerdo con información de la Cámara de Comercio de Ibagué.

A pesar de esas cifras hay personas, como don Edgar, que creen que se puede salir adelante honestamente creando empresa y generando empleo.

Edgar Vergara llegó a Ibagué con una idea novedosa y persiguiendo una oportunidad. Esa oportunidad la encontró en el Sena y en el Fondo Emprender. Presentó su proyecto y salió beneficiado con el capital semilla con el que nació su negocio.

El producto estrella de Creams & Salads es el helado preparado con nitrógeno. Aunque la palabra nitrógeno suena a algo fuerte, como a nitroglicerina, en realidad en un elemento esencial para la vida, “El nitrógeno es algo que está en el aire que respiramos; el 78% del aire que respiramos es nitrógeno,” dice Edgar.

La preparación es sencilla y casi mágica. En la parte delantera del local hay varios recipientes con los ingredientes que serán la base del helado: piña, mango, fresas, cerezas, entre muchos otros. Ese ingrediente se machaca y se le agrega la base del helado. Todo parece un batido hasta ese momento.

Luego viene el nitrógeno (incoloro, inodoro e insípido), y también la magia. De un recipiente cae una neblina que convierte lo líquido en sólido. El helado se congela en 50 segundos, a 190 grados bajo cero.

El nitrógeno no es un ingrediente sino un medio congelante. Luego de que cumple su función congelante se disipa y se convierte en el aire que flota en la atmósfera.

Más allá de lo novedoso que es la preparación de helados con nitrógeno, hay varias razones para consumirlos: los ingredientes son más saludables que los helados comunes. Por ejemplo, las frutas se utilizan tal cual se traen del mercado, sin conservantes ni saborizantes artificiales. Son más frescos: ya que los helados están listos a los 50 segundos de pedidos, tienen una textura más suave, cremosa y libre de los cristales de hielo que se adquieren en los congeladores.

Si bien el producto que más se mueve son los helados de nitrógeno, la oferta es amplia: ensaladas saludables, creeps, jugos naturales, malteadas, jugos verdes, smoothies, sándwich y ensaladas de frutas. “La diversificación trae más clientela”, dice Edgar.

Y es que sobresalir con un negocio que tiende a los productos saludables no es fácil, y más aún cuando el local de al lado es una KFC: “El flujo que KFC me sirve mucho porque siempre hay alguien en las familias que prefiere comer saludable, esa es la tendencia mundial. Lo que más vendemos son los jugos naturales y jugos verdes.

El local nació apenas hace un mes. El 11 de diciembre, en plena época alta. “Ahora, épocas más bajas, es cuando el negocio se consolida. Vamos a promocionar nuestras ensaladas saludables, que si alguien viene y se come una ensalada el jugo le sale más económicos, hasta más barato que una gaseosa. Vamos a tener ensaladas francesas, italianas, mediterráneas, libanesa y mexicanas. Vamos a tener también una barra de ensaladas para que las personas vengan y escojan con qué ingredientes quieren sus ensaladas: con pollo, huevos, carne, pescado, quesos.”

Finalmente, Edgar dice que sí hay posibilidades de salir adelante honradamente. “El Gobierno da posibilidades, como en mi caso. Solamente que construir buenas ideas y sacarlas adelante.” Está agradecido con el Tolima, la tierra a la que la suerte lo trajo. Y con la directora del Fondo Emprender, Adriana Gonzáles: “Si un día se va tendrán que conseguir a tres personas que hagan lo que ella hace ahí.”

“Yo vi la idea en Kissimmee, en los Estados Unidos, y creé la idea de negocio y la propuse al Fondo Emprender. Al principio no fue fácil, pero las cosas buenas de la vida toman esfuerzo. Hay que levantarse con la certeza de que será un buen día.”

 

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