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Historias

Alexander Zeis, el alemán que se enamoró del Tolima

Alexander Zeis, el alemán que se enamoró del Tolima

Zeis junto a su esposa en el centro de Ibagué.
 

Por Leonardo Andrés Beltrán Casallas


A Alexander Zeis, lo conocí por serendipia, es decir, chiripa por medio de una conversación en redes sociales. Lo saludé y empezamos un diálogo en “alemañol”, es decir, una mezcla entre los idiomas alemán y español.  Con un poco más de confianza, lo primero que me recalca es que no le diga seis, como el número, sino que acentúe la Z, la alargue un poco para que al pronunciarla sienta que los tolimenses le acobijamos con ese cariño y pujanza que nos caracteriza. Y no es que necesitemos mucho para lograr ese primer objetivo, dejamos que el aire salga de los pulmones y logramos que Zeis se sienta a gusto.  

Alexander nació en Ider-Oberstein, la tierra de su paisano el actor Bruce Willis, el protagonista de duro de matar. Una ciudad situada en la región de Rheinland-Pfalz, con 35 mil habitantes, la más grande de la región de Hunsrück al suroeste de Alemania y como buen alemán que es, le gusta la cerveza, las salchichas y el fútbol, cosas muy típicas de su país

El destino y los azares de la vida conspiraron para que Alexander conociera en Alemania a Stefanny Cardozo, una ibaguereña del barrio Las Palmas que lo enamoró y con quien terminó yendo al altar por allá en el 2022. Ella llegó a Ider- Oberstein gracias a un intercambio cultural que hizo, pues se fue a Europa como “Au-Pair”, una modalidad de intercambio en el que quienes viajan, se dedican a cuidar niños durante un año y viven con una familia anfitriona, mientras conocen y aprenden el idioma del país de destino. 

Motivado por ella, el teutón planificó un viaje a Colombia para conocer la patria de su amada, sus suegros y demás familiares a finales del 2023. Cuando llegaron a nuestro país, la pareja de esposos quiso conocer con profundidad las bondades que tiene Colombia para quienes la visitan. Fueron a aquellas partes que suelen ser las recomendadas para los extranjeros: Cartagena, Leticia, Medellín, Cali, Bogotá y uno que otro pueblito de nuestra geografía. En medio de su travesía por los lugares mencionados, Alexander quiso ver algo distinto a lo que se les enseña a los turistas y en ese momento su esposa le propuso que vinieran al Tolima. 

Y así llegaron a nuestro territorio, pasando por Ibagué, Prado, Purificación, Alvarado, San Luis y El Espinal. ¡Al alemán le gustó todo! Sobre todo, la belleza natural del Tolima y la tranquilidad de vivir acá, porque según él mismo: “las otras partes de Colombia no son como el Tolima”. 


Mientras converso con él, me dice con voz vehemente que cuando estuvo acá, todo le pareció como si estuviera en tres países distintos al mismo tiempo por la diversidad del clima y el encanto que tiene la región que deleitó sus ojos. Le pregunto también por su sensación con la comida tolimense- “En Alemania comemos mucha carne de cerdo y salchichas, pero no al estilo de la lechona. De verdad que la lechona me pareció muy rica y la comí varias veces. El tamalito al desayuno también vino bien siempre”. 

Y como es amante del fútbol, también se animó a ir al estadio a ver al Deportes Tolima- “Yo soy fanático de un equipo alemán que se llama FC Kaiserslautern que tiene una historia parecida al del Tolima y me compré la camiseta”-. También jugó Tejo y tomó Tapa Roja durante las cuatro semanas que estuvo por estas tierras.

Su corto paso por el Tolima marcó la emotividad de este hombre quien siempre tendrá un lugar en su corazón por esta hermosa región y asegura que volverá y que les recomendará a sus paisanos que se den un paseíto por el Tolima cuando vengan a Colombia ¿y es que por qué ir a los lugares de siempre en Colombia?, me hago la pregunta, si acá tenemos al Tolima, región que enamoró a un alemán y, si enamoró a un alemán, puede enamorar al que sea. La conversación con Alexander me hace reflexionar sobre el encanto de nuestro departamento, el potencial turístico que tenemos y me deja la tarea de extender la invitación a más alemanes para que nos visiten, coman lechona y tamal, tomen tapa roja y alienten al querido Deportes Tolima. 

Me despido de Zeis con un breve “chao” pronunciado con acento Tolimense y diciéndole que vuelva a darse una rodadita por el Tolima y que traiga a sus paisanos, que aquí los esperamos.

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