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El duro trabajo de los artesanos: de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo

El duro trabajo de los artesanos: de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo

Carolina Neira es una madre de familia bogotana que, vendiendo artesanías en las calles de Ibagué, busca darles un futuro a sus dos hijos universitarios y sacarlos adelante para convertirlos en mejores personas.

Esta mujer, dinámica, activa, alegre y optimista dice que desde un comienzo su familia se opuso al trabajo, pues como ella dice” voy como gitano de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad, buscando promocionar mis trabajos, para que la gente los compre a precios cómodos”.

Llegué de Popayán a Ibagué y aquí “estaré un día, pero mañana iré a Mesitas en el departamento de Cundinamarca, debido a que me fue muy bien”.

“Mi tendencia es la venta de piedras en anillos, manillas y dijes, las cuales son bien aceptadas, dado a que a la gente le gusta cubrirse contra las malas energías y traer lo mejor para sí”.

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Igualmente, sus compradores las utilizan para sanación y protección, además las cargan como un adorno. Cuenta que la gemología le ha ayudado hacer de este negocio algo bueno, porque a través de sus conocimientos aconseja lo mejor para atraer las buenas vibras, la salud, el amor y la protección y evitar la envidia.

Habla con propiedad de la labradorita, de la turmalina, del cuarzo, dice que lo mejor para nivelar los chacras está en el color morado. Señala que de acuerdo a los signos se recomienda los mejor.  Dice que Colombia cuenta con piedras importantes como la esmeralda y al lado de ella los cuarzos y la pirita que fue la que los españoles llamaron como “el oro de los tontos. Agrega esta joven mujer que “entre los fósiles se encuentran caracoles muy diminutos, utilizados para collares”.

Ibagué dice, es una ciudad dónde el caminante le gusta conocer de ellas y se detiene a comprarle y a consultarle.

Carolina Neira lleva en la venta de piedras desde hace muchos años, antes vendía ropa y con el tiempo conoció a un amigo en la plazoleta del Rosario, ubicada sobre la tradicional y fría Avenida Jiménez de Bogotá, quien le dio conocimientos sobre las piedras. “Es una labor que me encanta” termina diciendo.

“Las piedras por las que mas me preguntan son la amatista, la turmalina y el cuarzo rosado”, dice Carolina, “además les gusta mucho la turquesa para la salud”.

Antes viajaba a Isla Margarita Venezuela cuando se podía, allí iba a una joyería y las compraba, luego en Perú y luego en Brasil, dónde intercambiaba piedras con caminantes de Uruguay y de estos países.

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La cultura China dice esta artesana, utiliza mucho el Jade para la salud, esta piedra la dejan en un vaso de agua y al otro día se la beben.

Esta mujer de 1.63 de estatura, de tez blanca y bronceada por el sol, dijo que las piedras se cargan lavándolas con sal marina y agua, luego con agua dulce o de la llave y posteriormente cuando hay luna llena se deja afuera y finalmente al sol.

“Eso se siente cuando la piedra se carga y además la piedra cuando está activada no se puede dejar tocar de otras personas, ya que te pueden robar las energías”, Agregó Carolina.

Es una firme creyente de Dios y cuenta que él es el único que nos protege de todas las cosas y nos da lo mejor, sin embargo, llevo conmigo azabache de Venezuela y Ámbar Mexicano que sirve para problemas respiratorio y alergias.

Recuerda a sus padres, sus dos hermanos e hijos los cuales son su gran orgullo, señala que su hija es Psicóloga y su otro hijo se encuentra estudiando artes visuales. Ellos van con ella cuando están en vacaciones, los cuales ayudan a su madre a vender los productos, especialmente en ferias.

Esta mujer se considera una verraca, dice que desea darles lo mejor a sus dos hijos y que cuando va a un lugar muy hermoso se cerciora y luego los lleva a disfrutar de las delicias de Colombia y Ecuador.

“El trabajo en Bogotá es imposible, la Policía nos molesta mucho y por eso nos vamos a recorrer el país. No es fácil porque en un día me puedo hacer desde 30 mil a 200 mil pesos, que en parte son para pagar la pieza del hotel dónde me quedo”.

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Esta mujer cabeza de familia continuará recorriendo cada rinconcito de nuestra patria y sobre pasando las fronteras de nuestro país para dar a conocer sus productos y el beneficio de cada una de las piedras que lleva consigo.

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