Economía

El chantaje como arma religiosa contra el Estado laico

El chantaje como arma religiosa contra el Estado laico

El hundimiento de la iniciativa, incluida en la reforma tributaria, buscaba gravar las actividades comerciales de iglesias y congregaciones religiosas con un impuesto del 20 % sobre la renta, fue orquestada por algunos senadores, incluidos los liberales encabezados por Mauricio Gómez Amín.

La propuesta del impuesto había sido presentada por la representante a la Cámara, Katherine Miranda, pero en la conciliación de Cámara y Senado, fue retirada cuando varios congresistas amenazaron con poner en riego toda la reforma, actitud que ha sido considerada como un chantaje por diferentes sectores de la sociedad.   

El retiro de esta iniciativa estuvo precedido por un abierto lobby por parte de las organizaciones religiosas que comprometieron el voto de sus feligreses en las próximas aleaciones a cambio de que se hundiera el impuesto. 

Las iglesias y congregaciones religiosas, en todo el mundo, y más en Colombia, se han convertido en verdaderas multinacionales que generan enormes riquezas que quedan fuera de control de los Estados y sus regímenes tributarios, donde la fe y los asuntos bíblicos se han comercializado y mercantilizado como cualquier artículo de consumo. En muchos casos, las ganancias y riquezas van directamente al bolsillo de los líderes religiosos y de sus familias.  

Dentro de las actividades comerciales que realizan las organizaciones religiosas se encuentran: negocios de finca raíz, entidades financieras, establecimientos educativos, de salud, entre otros. 

Esta reforma tributaria también vulnera los principios del Estado laico, si tenemos en cuenta que “Colombia hay dos formas en las que el Estado pierde recursos por cuenta de las iglesias. Por un lado, las exenciones tributarias al impuesto de renta y al impuesto predial, que producen el mismo efecto de un subsidio, pues implica renunciar al cobro de impuestos sobre actividades específicas. Y por otro lado, la financiación directa a instituciones y actividades religiosas en el marco de la política de libertad religiosa y de culto”, dice el portal Dejusticia al referirse a este tema de la exoneración de impuestos a las iglesias. 

El negocio de las almas y de la fe, es tan apetecido, que hasta el vulgar chantaje se utiliza para salvar sus ganancias.  

(Pie de foto) Diferentes sectores de la opinión pública han considerado como chantaje al gobierno, la actitud de la comisión conciliadora del Congreso al amenazar hundir la ceroma tributaria, si no se retiraba el impuesto a las iglesias.

Humberto Leyton

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