Desde enero de este año 2025 la administración del Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP) adjudicó el contrato por $8.221.569.619 para la instalación de 1.150 paraderos tipo “banderín” en Ibagué. Transcurridos seis meses, al igual que con otros componentes del SETP, la ejecución de las obras ni siquiera ha comenzado.

En respuesta a un derecho de petición de El Cronista.co, el SETP reveló que el proyecto apenas avanza en su fase de “pre-construcción”, pese a que, cuenta con los recursos asegurados desde el año 2024. En dicha fase se deben realizar actividades previas como "la revisión y validación de diseños, programación detallada de actividades, gestión de permisos y autorizaciones, coordinación interinstitucional, la elaboración de planes de manejo ambiental, social y de tráfico”, entre otras.

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Sin embargo, como ocurrió en su momento con el fallido puente de la carrera Quinta con calle 60, ha llamado la atención que solo hasta la adjudicación del contrato comenzaron la ejecución de actividades como la gestión de permisos, elaboración de planes de manejo ambiental o la socialización con las comunidades, todas relacionadas en mayor medida con las etapas precontractuales de cualquier proyecto.

"Estas actividades son fundamentales para mitigar riesgos durante la ejecución y asegurar el cumplimiento técnico, ambiental y social del proyecto. Por lo tanto, no se trata de un retraso injustificado, sino del cumplimiento de los plazos y requisitos estipulados para esta etapa preparatoria del contrato”, arguyó el SETP.

En su respuesta la entidad reconoce que todavía no tienen estipulada una fecha precisa para el inicio de las obras. Por lo que continúa en vilo uno de los componentes de infraestructura más importantes para la verdadera implementación del SETP en Ibagué.

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De hecho, en un informe de auditoría revelado por la Contraloría Municipal de Ibagué, el ente de control reconoce que, de los 20 ítems establecidos para la implementación del SETP, 12 presentan incumplimientos a la fecha, lo que representa un 60 % del total. Los restantes ocho ítems tienen plazos previstos para 2025 (10 %) y 2026 (30 %).

Entre los ítems con mayor retraso, figuran los paraderos tipo banderín, “proyectados para finalizar en 2023, aún sin ejecución finalizada”. “El avance físico real del proyecto apenas alcanza el 10 %, evidenciando un incumplimiento generalizado del cronograma aprobado, lo que podría traducirse en un eventual incumplimiento de metas del Sistema Estratégico de Transporte Público de Ibagué, afectando el goce efectivo del derecho a la movilidad de los ciudadanos”, advirtió la Contraloría.

Ahora bien, en su respuesta al derecho de petición el SETP evitó endilgarle cualquier responsabilidad por los retrasos al contratista. Se trata del Consorcio Paraderos 25, representado legalmente por el ingeniero Juan Carlos Ramírez Ospina, quien ha sido uno de los contratistas “consentidos” en la Administración Municipal desde el gobierno del exalcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado.

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En su momento generó polémica que el comité evaluador del SETP eligiera la propuesta de Ramírez Ospina, pese a que, hubo cuatro ofertas económicas más bajas y con mejores puntuaciones en algunos aspectos. No obstante, al final del proceso licitatorio, el comité evaluador recomendó adjudicarle el contrato a uno de los contratistas de confianza del autodenominado ‘hurtadismo’.

En febrero trascendió que el ingeniero Ramírez Ospina, apenas un mes después de ganarse la licitación, pretendía declararse en quiebra y someterse a la ley de insolvencia. Pese a esto, en la actualidad también aspira a un contrato por $35.000 millones de la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (IBAL) para el denominado ‘Combo 3x1’: es decir, reposición de redes de acueducto y alcantarillado y pavimentación de vías.

Al ingeniero Ramírez Ospina también se le recuerda por la ejecución de las obras del primer tramo de la calle 103 durante la administración de Hurtado. Dicho contrato fue suscrito en agosto del año 2021 y prometía entregarse en cuestión de cinco meses. Sin embargo, esto solo ocurrió 10 meses más tarde, en noviembre del 2022, y en medio de serios cuestionamientos por la calidad de las obras.