Los Altos del Golán son una meseta situada en el suroeste de Siria, que ha sido un punto clave de disputa y un centro estratégico de tensiones entre Israel y Siria. Desde 1967, Israel ha controlado la mayor parte de esta región, un territorio que Siria considera como parte integral de su soberanía. Este conflicto, marcado por profundas raíces históricas, geográficas y políticas, tiene implicaciones tanto regionales como globales. 

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Historia y Contexto del Conflicto: Los Altos del Golán eran un territorio Sirio y tras la Guerra de los Seis Días en 1967 Israel establece su control militar en esta región. Para 1973 Siria tuvo un intento fallido por recuperar el territorio. En 1974, tras la Guerra de Yom Kipur, se acordó una zona desmilitarizada de 70 km entre ambos países, supervisada por la ONU. 

A pesar de los esfuerzos diplomáticos y las resoluciones donde la comunidad internacional reconoce a los Altos del Golán como parte de Siria, Israel ha buscado anexar el territorio debido a su valor estratégico y a los recursos naturales que posee.

Situación Actual: La Rebelión y el Futuro del Golán En los últimos años, la situación en los Altos del Golán ha estado marcada por la guerra civil siria. El régimen de Bashar al-Assad, respaldado por Irán y Rusia, ha enfrentado a la oposición por parte de grupos rebeldes, quienes a su vez tienen aliados clave, como Estados Unidos y Turquía, este grupo ha logrado avances significativos, debilitando al régimen al-Assad. 

Uno de los desarrollos más recientes ha sido la ascensión de un grupo rebelde liderado por Alhaluni al Shara, quien, a finales de 2024, logró vencer a Bashar al-Assad. Este grupo se benefició de la debilidad del régimen, de la creciente desconexión entre Assad, Irán y Rusia (concentrado en su conflicto en Ucrania), y de las presiones externas como los ataques de Israel a Hezbollah.

Estos factores han alterado significativamente la dinámica territorial en la región.  Otro factor determinante en este contexto ha sido la postura de las minorías étnicas locales, quienes ya no ven al movimiento liderado por al Shara como una amenaza radical.

En su lugar, han comenzado a alinearse con este nuevo grupo rebelde, que promete un gobierno más moderado. Sin embargo, la trayectoria de su líder genera sospechas para Occidente, hoy incertidumbre sobre el futuro del Golán y la región en general.

Intereses Estratégicos y Geopolíticos de Israel: 

Israel ve la caída de Assad como una victoria estratégica, que refuerza su posición en la región. El primer ministro israelí ha celebrado los avances de los rebeldes, destacando que la debilitación de Assad fue posible gracias a las operaciones militares en Irán y Líbano, que afectaron la estabilidad del régimen. 

El principal interés de Israel en los Altos del Golán es su ubicación estratégica. Desde allí, Israel tiene una vista privilegiada de Siria y en especial, de Damasco, lo que le permite monitorear cualquier amenaza potencial. Además, el Golán alberga una fuente crucial de agua que abastece el río Jordán, un recurso esencial para el suministro hídrico de Israel.

El Golán también es conocido por sus suelos fértiles, que son ideales para la agricultura y la ganadería, lo que lo convierte en un recurso económico clave. 

Otro factor es que en los Altos del Golán se encuentra la estación de esquí del Mount Hermon, único espacio de esquí de Israel, ubicada en el monte Hermón, en la frontera con Siria y Líbano,  lo que añade un componente turístico a su valor geopolítico. 

Un Futuro Incierto: 

El futuro de los Altos del Golán sigue siendo incierto. Israel busca crear una zona de amortiguación en el Golán para evitar que los rebeldes se asienten en la región y afecten sus fronteras. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue debatiendo sobre la legalidad de la ocupación israelí en el Golán, mientras que Siria mantiene una postura firme: no aceptará un acuerdo de paz sin la retirada total de Israel de la región. 

La topografía estratégica, la abundancia de recursos naturales y la ubicación clave del Golán, siguen siendo factores críticos para la estabilidad de toda la región del Medio Oriente.

Esta meseta es un símbolo de la compleja lucha por la soberanía, los recursos naturales y la seguridad en el Medio Oriente. Con la ascensión de nuevos actores y la debilitación del régimen de Assad, la situación continúa evolucionando. El futuro del Golán dependerá de las decisiones que tomen las potencias regionales y globales en los próximos años, lo que podría cambiar el equilibrio de poder en la región de manera decisiva.