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La historia no contada de la fallida inauguración del Coliseo Menor de Ibagué

Coliseo Menor, ubicado en la Unidad Deportiva de calle 42 en Ibagué.
El pasado 21 de abril la temporada invernal dejó al descubierto las filtraciones y goteras que había en el Coliseo Menor de Ibagué, un escenario que la Gobernación del Tolima había inaugurado hace menos de un mes y en el que invirtió más de $22.000 millones.
Desde antes de la inauguración, que lideró la gobernadora Adriana Magali Matiz el pasado primero de abril, un grupo de veedores y hasta el Instituto Municipal para el Deporte y la Recreación (Imdri) alertaron sobre los indicios de una evidente entrega prematura. Versiones que se confirmaron más temprano que tarde, exactamente tres semanas después.
Esto, llevó a que la misma Gobernadora convocara a una mesa técnica con la Alcaldía de Ibagué y la Contraloría General de la República para el próximo martes 29 de abril. Desde ya, la Gobernación dejó ver que serán necesarias algunas obras complementarias en el coliseo recién inaugurado y que suspendieron la entrega parcial de espacios a las Ligas y deportistas.
La historia
El Coliseo Menor hace parte de los escenarios arruinados por los fallidos Juegos Nacionales del año 2015. Permaneció en pésimas condiciones durante varios años, y por momentos fue abierto al público solo parcialmente, hasta que en febrero del 2022 la administración del entonces gobernador del Tolima, José Ricardo Orozco Valero, adjudicó el contrato para su restauración por $13.700 millones. Sin embargo, el inicio de obras solo empezó en agosto de ese año.
Inicialmente, el plazo de ejecución estaba previsto en ocho meses. Plazo que se debía cumplir entre marzo y abril de 2023. No obstante, a partir de allí iniciaron los incumplimientos del contratista, los cuales tenían su origen en las fallas de planeación con las que se montó el proceso contractual, según algunos veedores e ingenieros.
Desde ese año 2023, la Veeduría Agua Para Ibagué (Vapi), alertó que “este contrato va a terminar de la peor manera, nadie actúa de conformidad, no se ha observado un redireccionamiento para suplir la cantidad de falencias que hemos venido manifestando en las muchas visitas de obra realizadas”.
Sin embargo, el contratista continuó con las cuestionadas obras, las cuales alcanzaron un porcentaje de ejecución inferior al 50 % al finalizar el gobierno de Orozco Valero. Luego vino el gobierno de Matiz, pero los retrasos y cuestionamientos a la calidad de las obras continuaron. A su vez, el presupuesto se elevó hasta los $22.000 millones. Es decir, alrededor de $9.000 millones más de lo previsto inicialmente.
"Preocupante la pésima calidad de obra que se ha venido ejecutando, con la anuencia de la interventoría y de la supervisión de obra”, insistían los veedores.
La historia detrás de la fallida inauguración
Ahora bien, el pasado mes de marzo de 2025, tres años después de adjudicarse el contrato, la Gobernación del Tolima anunció la inauguración del escenario. La horrible noche parecía haber cesado.
Sin embargo, a la par los veedores advertían que la entrega era prematura, pues todavía se debían subsanar múltiples falencias en la remodelación del escenario deportivo. Señalaban que la estructura presentaba errores que impedían albergar prácticas o competencias deportivas.
De hecho, en un informe de finales de marzo, es decir pocos días antes la inauguración, el Imdri advirtió sobre goteras, humedades, escurrimientos y fallas en el sistema de alcantarillado del escenario. Lo que podría afectar su buen funcionamiento.
Veedores como el ingeniero Alberto Tello aseguran que, en una reunión presencial del 30 de marzo, el gerente del Imdri, Sebastián Perdomo, les dijo que no podría recibirle el escenario a la Gobernación del Tolima. Esto, por las evidentes irregularidades. Los veedores, quienes estuvieron presenten en el sitio, sostienen que es cierto lo que dijo entonces Perdomo.
Sin embargo, unas 12 horas después todo cambió. En la mañana del primero de abril, es decir el día de la inauguración, Perdomo apareció junto a la secretaria de Infraestructura del Tolima, Sandra García, a quien le recibió a satisfacción el escenario.
Extraoficialmente, El Cronista.co conoció que, en las 12 horas transcurridas desde la visita de Perdomo con los veedores, hasta el encuentro con la secretaria García, el gerente del Imdri recibió la indicación de la misma alcaldesa Johana Aranda, quien le ordenó recibirlo a satisfacción, pese a los errores de construcción.
Lo que viene para el escenario
A las tres semanas de inaugurarse, al escenario regresaron los obreros, las herramientas y los materiales. Allí se ven a personas trabajando en lo que parecen canaletas de desagüe, obreros colgados en el techo del escenario, montones de bultos de cemento y escobas escurriendo el agua filtrada. Al parecer, sería el inicio de las denominadas obras complementarias.
“Sin temor a equivocarnos estamos frente al peor escenario deportivo recientemente remodelado”, expresó recientemente Vapi.
Por ahora, el escenario continuará albergando obreros y no deportistas, mientras ciudadanos se preguntan en redes sociales porqué se habla de obras complementarias y no de pólizas de garantías. Hay quienes dicen desde el interior de la Gobernación que a la gobernadora Adriana Magali Matiz le ocultaron información con respecto al estado de la obra. “Era evidente que la obra no estaba lista y no le dijeron la verdad a la Gobernadora”, dijo una fuente de la Gobernación.
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