Con un comunicado a la opinión pública, la Contraloría General de la República ratificó los 16 hallazgos, 10 de ellos con incidencia fiscal, detectados por la entidad durante una auditoría realizada a las obras del Acueducto Complementario de Ibagué, en las que se determinó un detrimento patrimonial de $8.271 millones.

En las últimas horas, la Contraloría confirmó los hallazgos conocidos el pasado mes de julio en un informe de auditoría que alcanzó las casi 300 páginas. En dicho informe, la Contraloría detectó sobrecostos, obras por las que se pagó pero que nunca se hicieron, deficiente tratamiento del agua, fallas constructivas, tercerización ilegal, destinación indebida de los recursos, entre otras irregularidades.

Sin embargo, la entonces gerente del IBAL, Érika Palma, dijo estar feliz con el informe. “Estoy feliz con ese informe de la Contraloría, diferente a algunos que piensan. Estoy feliz porque la Contraloría llega buscando un elefante blanco, que fue el robo del siglo, que fuera una falacia, que ese proyecto no está funcionando ni entregando agua a los ibaguereños; pero cuando la Contraloría llega y encuentra que el proyecto está funcionando, no saben la felicidad que tengo”, aseveró.

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No obstante, un mes después, la Contraloría, en su inspección a los contratos de obra No. 019 y No. 128 de 2023, junto con sus procesos derivados, advirtió graves irregularidades de construcción y aparentes hechos de corrupción.

Lo más reciente de la Contraloría

En su más reciente comunicación, el ente de control informó que el hallazgo de mayor cuantía se estableció por $5.506 millones. Corresponde a redes de distribución construidas sin cumplir con el diseño aprobado ni garantizar el servicio proyectado, "generando un grave daño patrimonial al destinar recursos públicos a obras que no aseguran el acceso al agua potable para la comunidad”.

Es decir, contrario a lo que dijo Palma en su momento, las fallas detectadas en las obras ejecutadas durante su administración sí afectan el suministro de agua potable.

Pagos injustificados

La auditoría también descubrió otros hallazgos fiscales, entre los que se encuentra la construcción de la Planta de Tratamiento de Agua Potable para las comunas 12 y 13 de Ibagué.

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Allí se pagaron $864 millones para el ítem “Entibado Tipo 3 Metálico Deslizante” en el contrato 019 de 2023, y, según la Contraloría, se advirtieron “cantidades reconocidas en actas parciales sin sustento técnico suficiente, presentando inconsistencias entre las áreas pagadas y las profundidades reales de excavación”.

Asimismo, hubo un pago de $913 millones por 26.472 m³ de material para disposición en escombrera, cuando los vales oficiales de recibo verificaron solo 10.997 m³, evidenciando un pago en exceso injustificado.

De otro lado, se pagaron $608 millones por 12.412 m² de entibado metálico Tipo 3 “cuya cantidad no se respalda con la excavación efectivamente ejecutada en los tramos intervenidos, configurando un pago en exceso sin sustento técnico”. Es decir, se configuraron sobrecostos y obras pagadas pero que nunca se ejecutaron. 

Por último, la entidad destacó que, contrario a lo que dijo Palma, dichas fallas “comprometen la calidad, oportunidad y sostenibilidad de las obras correspondientes a la Planta de Tratamiento de Agua Potable, Tanque de Almacenamiento y obras complementarias para abastecer de agua potable a los habitantes de las comunas 12 y 13 de la ciudad de Ibagué”. Lo que deja en entredicho la verdadera efectividad de la supuesta “Obra del Siglo”.