Las repercusiones negativas por el fracaso del Jamming Festival no paran. El Cronista.co recibió la denuncia de jóvenes que trabajaron en el área logística del evento, quienes todavía esperan que les paguen los sueldos que les prometieron. 

Los jóvenes, quienes pidieron reserva de sus identidades por temor a represalias, denuncian retrasos de la empresa Logística 911 y de los propios organizadores del Jamming. Según ellos, hace 10 días esperan los sueldos que les debe 911. 

"Estamos a la espera de una respuesta concreta por parte de 911, de cuándo nos van a pagar. Nos tienen de mañana en mañana, y a la fecha todavía siguen sin pagarnos. Nos sentimos maltratados", indicó uno de ellos. 

De acuerdo con ellos, en total son más de 40 personas las que esperan su pago. En principio, les hablaron de sueldos de $60.000, por turnos de 12 horas. En últimas, les pagaron $39.600 por turno. Sin embargo, desde la primera semana de marzo, no volvieron a recibir pagos de 911.

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"Nosotros como logística nos encargamos de vigilar todo el espacio donde se iba a realizar el Jamming. En principio nos dijeron que nos pagarían $50.000 por turno, pero que de ahí nos descontaban salud, pensión y ARL. Pero en realidad eso nunca se nos pagó nada de eso. Por ningún lado figuró el pago de esas cosas", manifiestan. 

"Desde un principio la empresa fue clara en los requisitos que debíamos cumplir los trabajadores. Pero nunca fue clara en la remuneración, y al final cambiaron las versiones. Y encima de todo no pagan", agregan. 

Uno de los jóvenes asegura que 911 le debe tres turnos y medio. Otro de ellos, señala que la empresa le debe más de $600.000. 

Ellos cuentan que, para postularse a estas vacantes en el pasado mes de febrero, se tenían que inscribir en la Agencia de Empleo de Comfenalco. No obstante, rechazan la falta de acompañamiento de la caja de compensación.  

"La verdad nunca tuvimos garantías laborales. Nos dejaron solos. Nos quedamos con la duda de qué rol jugó Comfenalco y si alguna vez estuvimos afiliados a salud, pensión, y todo lo que dijeron", enfatizan.

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Hasta el 14 de marzo los jóvenes habrían trabajando con 911. Después, la empresa se retiró del Jamming, por falta de garantías de los organizadores.

A partir de ahí, los trabajadores de logística quedaron en manos de Luis Casallas, padre del empresario organizador del Jamming. Entre todos los salarios que los empresarios adeudan a trabajadores ibaguereños, la cifra, según la denuncia, asciende a los 30 millones de pesos.  

"De 911 al menos nos han dado algunas respuestas, aunque nunca cumplen sus plazos. Pero del Jamming no hemos obtenido ninguna comunicación. Nadie nos responde, se habla de devolver boletas, de pagar acreedores, de responder a empresarios, pero de nosotros los trabajadores nada. Creemos que esos últimos días que trabajamos directamente con el Jamming los vamos a perder", lamentan. 

Ellos piden a la Superintendencia de Industria y Comercio o al Ministerio del Trabajo, acompañamiento en este proceso. Asimismo, piden respaldo de la Alcaldía de Ibagué. 

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"Como este tipo de contratación fue tan informal, casi que solo verbal, no tenemos casi documentos que nos respalden. Quisiéramos acompañamiento jurídico del Ministerio, de la Alcaldía, porque somos un grupo grande de ibaguereños a quienes nos han burlado nuestros derechos laborales", sostienen. 

Finalmente, ellos pidieron garantías laborales para los ibaguereños en próximos eventos de este tipo. "Nos sentimos ninguneados, de nosotros nadie habla. Esperamos que esto no se vuelva a repetir en casos de contratación masiva en la ciudad", sentencian.