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Además de agua debe haber preparación de los bomberos de Ibagué

Además de agua debe haber preparación de los bomberos de Ibagué

Según las enseñanzas de los manuales y los protocolos universales para combatir los incendios se deben seguir varias fases: la primera es saber “leer el fuego”, por lo que antes de comenzar su trabajo, los bomberos deben estudiar las llamas para determinar la mejor manera de enfrentarlo rápido y lo más seguro posible.

Algunos de los elementos que se deben tener en cuenta es el análisis de elementos como el lugar donde se desarrolla el incendio, sus estructuras, los materiales que allí se encuentran, vías de acceso y salida, hidrantes, medidas de control para los curiosos y de seguridad para proteger el área de la emergencia, entre otros.

Además, de tener en cuenta las técnicas de extinción que incluye entre otras cosas: agua, espuma, agentes químicos secos, sistema de mangueras, rociadores y retardantes del fuego, implementos que desconocemos si los tiene el cuerpo de Bomberos de Ibagué, al menos los hidrantes en el incendio de la 19 no funcionaron tampoco; pero hay dos hechos innegables, no solo faltó agua al comienzo de la conflagración, también los bomberos llegaron tarde, no se justifica que para recorrer dos cuadras hayan gastado 25 minutos. 

La lentitud y la falta de preparación y capacidad de una buena parte de los 77 bomberos que trabajaron en la extinción del fuego, era manifiesta para atender la emergencia. De eso, hay cantidad de testimonios no solo de los comerciantes afectados, periodistas que cubrieron el incendio y de espectadores de la tragedia, además de cantidad de videos que lo demuestran.

Entonces, con el debido respeto y consideración que se merece el capitán Rafael Rico, veterano comandante del Cuerpo de Bomberos Oficiales de Ibagué, el problema no es si hubo o no agua y tardaron en llegar, el debate es más de fondo y contempla también la capacidad y preparación que debe tener el personal de la institución bomberil. De aquí depende, en gran parte, el éxito o fracaso de la misión riesgosa y peligrosa que cumplen estas personas, donde la vida de cada uno de ellos se pone también en juego.

Desde la administración del nefasto exalcalde Andrés Hurtado, esa entidad fue colmada de personas a quienes solo se les exigía dos requisitos: tener grado de bachiller y pertenecer al grupo político del exfuncionario municipal. Es decir, el Cuerpo de Bomberos de Ibagué se politizo a tal grado que las consecuencias las vivimos el pasado viernes 16 de agosto: algunos de sus integrantes sin vocación de servicio y sacrificio, menos de conocimientos y capacidad para afrontar un suceso de tal magnitud.

Consideramos que los cuerpos de bomberos, por la misión loable que cumplen, deben de estar al margen de todo cálculo político y botín electoral. Sus características son inminentemente técnicas, vocacional, de desprendimiento y sacrificio, si se quiere, que deben de estar fuera de todo movimiento, partido o fuerza partidista.

Este organismo de socorro cumple una labor humanitaria que debe estar descontaminada de cualquier divisa política. Está para servir a todos los colores, razas, credos e ideologías.

Desde este punto de vista, nos preguntamos si nuestro cuerpo de bomberos cumple con las normas establecidas en la Resolución 0256 (octubre 2) de 2014, “Por medio de la cual se reglamenta la conformación, capacitación y entrenamiento para las brigadas contraincendios de los sectores energético, industrial, petrolero, minero, portuario, comercial y similar en Colombia”, emanada de la Dirección Nacional de Bomberos. Creemos que no, y la mayoría de sus integrantes la desconocen.

Por eso, consideramos pertinente citar algunos puntos contenidos de esta norma establecida para el buen funcionamiento de los bomberos, entre ellos el capítulo IV, Organización Curricular, artículo 7º, que señala: “Capacitación, Entrenamiento y prácticas. Los Cuerpos de Bomberos por intermedio de sus escuelas, academias, departamentos o áreas de capacitación deberán adoptar los siguientes parámetros de formación, capacitación y entrenamiento.

7.1 Se debe establecer y mantener un programa de entrenamiento y capacitación para todos los miembros de la brigada contraincendio para garantizar que sean idóneos a la hora de desempeñar las tareas de respuesta inicial asignada de manera que no presente riesgo para ellos o los otros miembros.

7.2 Todos los miembros deben ser entrenados hasta un nivel de competencia acorde con las tareas de respuesta y funciones que se espera desempeñen, incluyendo la operación de todos los equipos y sistemas de atención de incendios, rescate en todas sus modalidades y materiales peligrosos que se utilizarán en la operación.

7.3. Los miembros de la brigada contraincendios no deben desempeñar ninguna tarea de respuesta para las que no han sido entrenados y capacitados por la empresa para la que laboran.

7.4 La calidad y frecuencia del entrenamiento y capacitación suministrados debe garantizar que los miembros de la brigada contraincendio sean capaces de desempeñar las tareas de respuesta asignadas de manera que no represente riesgo para ellos o pongan en peligro al otro personal.

7.5 La prevención de accidentes, lesiones, muerte y enfermedad durante el desempeño de cualquier función de la brigada contraincendio debe ser la meta establecida del entrenamiento y capacitación.

7.6 Los miembros de la brigada contraincendio designados como jefes deben recibir entrenamiento y capacitación de acuerdo a sus tareas de respuesta. Este entrenamiento debe ser más completo que el que se da a otros miembros de la brigada contraincendio.

7.7 Las prácticas se deben realizar con una periodicidad no superior a un mes para evaluar la eficacia del programa de entrenamiento y capacitación de la brigada contraincendio y la competencia de los miembros de la brigada en el desempeño de las funciones de respuesta asignada, las lecciones recibidas deben ser evaluadas y documentadas, y se debe proveer entrenamiento adicional si es necesario para mejorar el desempeño que esté por debajo de las normas establecidas

7.8 El programa de entrenamiento y capacitación debe incluir los principios y prácticas de incendios, rescate en todas sus modalidades, emergencias con materiales peligrosos y respuesta a emergencias en la magnitud requerida por el tipo de brigada contraincendio establecida y por la asignación dentro de la brigada.

7.9 El entrenamiento dado a las brigadas contraincendios se debe desarrollar y aumentar la competencia en protección de la vida, conservación de la propiedad y reducción del lucro cesante.

7.10 Se deben llevar registros individuales de entrenamiento para cada miembro de la brigada contraincendio”.

Y precisamente, en esto fallaron muchos de los integrantes que atendieron la emergencia de la 19. Hay que despolitizar a esa institución y volverla inminentemente técnica al servicio de toda la ciudad.

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