Han trascurrido más de 60 años desde que don Claudio José Plata Rodríguez, fue nombrado alcalde del municipio de Saboyá en Boyacá y después de Ataco en el Tolima.

La designación del entonces sargento Plata del Ejército, hizo la Junta Militar que reemplazó al general Gustavo Rojas Pinilla. Y ese nombramiento tenía una misión especial, como eran la mayoría de las misiones que tenían los alcaldes militares de la época: apaciguar la violencia que se había desatado entre “godos” o conservadores y “cachiporros” o liberales, desde aquel 9 de abril de 1948, con el asesinato del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán.

A sus 90 años, este hombre lúcido, dicharachero, amplio y lleno de anécdotas, con una sonrisa siempre en sus labios, hizo en su lugar de residencia en Ibagué, una detallada remembranza, de cómo se llegaba en ese entonces a ser alcalde, de la misión que tenían los mandatarios locales y de la falta de presupuesto, “porque  la Junta Militar nunca entregó un solo centavo para obras, ni tampoco existían los contratistas, que ahora buscan obtener una gran mermelada, entregando obras de mala calidad o poniendo el dinero para elegir al mandatario que más les convenga”, cuenta don Claudio. Recuerda que todo se concentró en hacer grandes obras, sobre todo en Bogotá.

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Relata este santandereano, nacido en Zapatoca, que como alcalde en Ataco se enamoró de una atacuna, lo que le significó y lo dice con agrado, quedarse definitivamente en el Tolima. Recuerda que en esos tiempos le correspondió en
muchas ocasiones mediar peleas, cerrar tiendas por riñas, asistir a varios levantamientos de cadáveres, porque la lucha que se libraba aún entre la llamada “chulavita” y los “cachiporros”, era fuerte.

En esa época no había corrupción, dice don Claudio, un sub oficial del Ejército, que aún luce su uniforme y que seguirá sintiendo orgullo al portarlo. Recuerda que cuando recibió la noticia del nombramiento como alcalde de Saboyá fue una
sorpresa. "Estaba en el batallón Sucre, eso fue el 30 de noviembre de 1957, pues el 1 de diciembre se realizaba el plebiscito. La situación era muy difícil en todo el país. Allí duré hasta abril de 1958 y luego pasé al municipio de Briceño, también en Boyacá”.

Su paso por el municipio de Ataco lo rememora con violencia en “Fue una época difícil”. De manera sonriente cuenta que, “en vista de que no encontraron a otro militar me nombraron a mí como alcalde”. “Mi función era controlar el orden público y en esa época sí respetaban el uniforme, en esa época quien manejaba la plata eran los tesoreros, pero ellos mantenían “pelados”, tan solo había dinero para pagar a los empleados”.

Otro pasaje que recrea el ex sargento Claudio Plata es como la “chulavita” o policía como así se le llamaba, cometía actos arbitrarios con la población y entonces él como primera autoridad tuvo que enfrentarlos con el Ejército.

Se considera un militar de orden público y como él lo afirma, puro “Minguerra”, por eso aún recuerda la arenga que decía “infantería paso de “repeladores”.

Al hacer referencia de su esposa Alicia Olivera, a quien conoció en Ataco cuando llegó trasladado del departamento de Boyacá, dijo que se siente muy orgulloso, pues desde que la vio supo que ella iba a ser su compañera y la madre de sus
nueve hijos, de los cuales dos son fallecidos.

Este santandereano de nacimiento, pero tolimense por adopción dice que la política de ahora es “podrida y corrupta”, y recordó el caso de Aída Merlano ya que ella está procesada por compra de votos.

Afirma que “Con el Frente Nacional se inició la corrupción en Colombia”, por eso señala que “los candidatos de hoy en día se preocupan solo por salir en los periódicos, pero no se preocupan por trabajar”.