Por: Carlos Arturo Reyes

Diputado Asamblea del Tolima

Pobre Tolima, pobre rio Coello, pobre democracia; estas y otras lamentaciones escuche el domingo 12 de marzo entre los amigos de Julio  Roberto Vargas,  el candidato que perdió las elecciones atípicas de este municipio.

Con lágrimas en los ojos  líderes y lideresas  de Cajamarca exclamaban: “Qué pesar de mi pueblo”, “por qué la gente es así”,  “ahora qué vamos a hacer”; yo les decía ese día y les digo hoy a los cajamarcunos y tolimenses: si seguimos deformando la democracia con el dinero que compra conciencias, que da soluciones inmediatas y a corto plazo, estaremos llevando a este departamento   y nuestra nación a la degradación, la desintegración  y a la destrucción de nuestro territorio.

Para los que se preguntan ¿Quién gano y quién perdió? Y se esfuerzan en tapar la realidad diciendo que gano la U, el partido conservador y el Gobernador y que perdió el Polo, el partido Liberal, los hermanos Jaramillo; les quiero decir que están equivocados; pues quien gano real mente fue AngloGold Ashanti, pues con su gran influencia y poder convirtió un pueblo de gente buena,  trabajadora, unidos por la labranza de la tierra y la producción agrícola, en un pueblo dividido. Polarizado entre campesinos, agricultores, ganaderos, comerciantes y ciudadanos. de un lado, que quieren acceder a los espacios democráticos para mantener y mejorar su producción agropecuaria, sus fuentes hídricas, sus paisajes y su entorno, frente a otros habitantes de la mismas condiciones, que guiados por los intereses de sus jefes políticos consideran que Cajamarca debe ser minera;  que  sus montañas  deben  ser demolidas para extraer este preciado metal. Ellos consideran que este proceso no le hace daño a los ríos, no afecta la naturaleza y el paisaje de Cajamarca, no cambiará las costumbres y no descompondrá a la sociedad cajamarcuna.

Imagínense ustedes  qué tuvo que pasar para que más de la mitad de los que votantes,  dejaran de pensar que Cajamarca era una región con un gran potencial agrícola y se ilusionaran con el sueño del oro, con el monstro minero, como dijo un campesino “pintándoles pajaritos de oro” y dándole migajas para cautivarlos.

¿Quién perdió?: Perdió Cajamarca y sus gentes pues  con los resultados se les allano el camino a los mineros. Perdió el Tolima porque va a perder su despensa agrícola. Perdieron los habitantes y moradores de la cuenca del rio Coello que con este proyecto verán afectada su economía y desarrollo, por la disminución y contaminación del caudal del rio.

¿Ahora qué vamos a hacer? Seguir luchando con más fuerza y mejores argumentos; hay que llamar y convencer a los casi siete mil ciudadanos de Cajamarca que no votaron el pasado domingo, para que el próximo 26 de marzo, salgan a votar y nos ayuden a proteger a Cajamarca y a el Tolima de este nefasto proyecto de La Colosa; también hay que llamar a todos los habitantes y moradores de la cuenca del rio Coello a expresar su solidaridad  y respaldo real con el pueblo de Cajamarca, necesitamos que nos ayuden a mover sentimientos, corazones y solidaridad para sacar este monstruo del Tolima.

A los partidos políticos que acaben con su doble moral, pues en Cajamarca están con la mina y en Ibagué, Espinal, Guamo, Coello y demás municipios están en contra de este proyecto; invito a todos los tolimenses en las próximas elecciones y en especial  en estos municipios a realizar un voto castigo a los  dirigentes y los partidos que apoyen la gran minería y sus aliados en Cajamarca.

Solicito a la Contraloría, la Fiscalía y la Procuraduría que como en el caso de Odebrecht, se  investigue en nuestro departamento si la multinacional minera ha financiado campañas a la Gobernación, Alcaldías, Congreso de la república, Diputados y Concejales, pues desde la llegada a nuestro departamento de este proyecto se ven campañas muy ostentosas como en el caso de Cajamarca y como dicen los entendidos se ha costeñizado la política en el Tolima.