Por Juan Bautista Pasten G.

La consciencia constituye, sin duda, el aspecto psíquico (del antiguo griego, “psique”, alma, ánima) del cual más se habla o menciona, empero, talvez sea el más desconocido o confundido.

En efecto, durante muchos siglos - principalmente desde el Renacimiento (siglo XV), la época moderna (siglos XVII a IX) y parte del siglo XX - se asoció la consciencia o, más bien, el pensamiento consciente a lo racional, a lo susceptible de ser examinado, comprendido y modificado por la vía del razonamiento, al cual se consideraba como factor fundamental de acceso al conocimiento.

No obstante, no aconteció lo mismo en la época antigua, ya sea, en las grandes naciones del Oriente (India, Egipto, China) como tampoco en Occidente, ni siquiera en Grecia, que se concibe como cuna del pensamiento racional tanto filosófico como científico. En todas ellas, se tiene a la razón como elemento útil e importante de descubrimiento y profundización cognoscitiva, pero no necesariamente el más elevado ni el que posibilita – implícita o explícitamente - el desarrollo, fortalecimiento y perfeccionamiento del ser humano.

• (Puede leer: ¿Hasta cuándo …?)

Por otra parte, el psicoanálisis - método y sistema psicológico descubierto por Sigmund Freud a fines del siglo XIX y comienzos del XX - indica que la mayor parte de la actividad psíquica y mental es de carácter inconsciente, vale decir, existe una diversidad de procesos desconocidos que operan e influyen en nuestra vida desde el nacimiento hasta la muerte.

Ciertamente, es un tema complejo, no simple de comprender, pero imprescindible de hacerlo, para permitir e incrementar el conocimiento de nosotros mismos, lo cual abre el camino para desocultar y develar una multiplicidad de potencialidades, que germinarán personas más completas, más idóneas y más resilientes.

Pues bien, hecho este preámbulo, estamos en condiciones de expresar el auténtico sentido de la Consciencia y, por tanto, la importancia y trascendencia de la misma.

Por lo pronto, en la actualidad, eximios pensadores – pertenecientes a todos los ámbitos de la cultura - están rescatando el valor esencial de la Consciencia, como ya lo expresaban los filósofos de la antigüedad. En consecuencia, la Consciencia comienza a recuperar el sitio que le fue birlado a través de la historia, al pretender reducirla a la simple racionalidad o, incluso, a focalizarla en aspectos de la realidad y no a ella en su totalidad.

• (Lea también: La rebeldía con causa)

Ahora bien, para nosotros, la Consciencia constituye el más alto grado de inteligencia y saber humano. La Consciencia posibilita la comprensión de nosotros mismos y, al mismo tiempo, nos une con la Naturaleza, con el planeta y con el Universo de que somos parte.

La Consciencia es el principal acceso a la Verdad y a la Sabiduría, como lo señalaron grandes hombres y pensadores de la antigüedad, como Sócrates, Platón, Aristóteles, Buda, Confucio, Lao, Tzu, Agustín, Spinoza y, por supuesto, Jesús, entre otros.

Efectivamente, estar conscientes es estar presentes, atentos, alertas, despiertos, es vivir Aquí y Ahora, única instancia temporal en que realmente Somos nosotros mismos. Estar conscientes permite, además, hacer uso atinado y pleno de todas las facultades humanas, es decir, físicas, emocionales, mentales e intelectuales. Todo lo humano puede y debe ser utilizado en beneficio de nosotros y de la sociedad. Tal como las manos, los pies, los sentidos corporales, las emociones, los sentimientos, son instrumentos y herramientas que nos permiten interactuar y desenvolvernos adecuadamente en el mundo, también lo son la racionalidad y el intelecto.

Todo lo que caracteriza a la humanidad, tiene como objetivo propiciar y crear seres en constante proceso de crecimiento y perfeccionamiento, todo ello está vistas de generar comunidades más justas, responsable e ingeniosas.

La educación integral esta llamada a ser el nexo valórico que inste, motive y abra puertas conducentes hacia la Nueva Realidad, donde el Amor y la Creatividad sean el sustrato fundamental.

¡La Consciencia nos ubica Aquí y Ahora, con lucidez, inteligencia y amor!. ¡La humanidad requiere, con urgencia, hombres y mujeres cada vez más conscientes!

“Estar despiertos es estar conscientes, es recuperar la divinidad perdida “. Agustín de Hipona.

“El pasado y el futuro son ilusiones. Haz que el ahora sea el foco principal de tu vida”. E. Tolle.

“La felicidad no esta en otro lugar ni en otra hora, sino que está aquí y ahora “. W. Whitman.

• Docencia e investigación en filosofía

Universidad de Chile

La columna escrita por Juan Bautista Pasten G. no representa la línea editorial del medio El Cronista.co