Columnistas
Lo bueno, lo regular, lo malo y lo peor del Nuevo Pacto de Chicoral 2025

Por Héctor León Hernández Flórez
*Organización social de Altamizal Memoria
Lo bueno
Era justo y necesario, después de 53 años del pacto de contrarreforma agraria entre élites terratenientes y gamonales, que se firmara un Pacto por la Tierra y la Vida entre el movimiento social étnico-campesino y el primer gobierno reformista de Colombia, y el más incisivo con una reforma agraria como apuesta de estado.
Muy bien las capacitaciones realizadas por los funcionarios organizados en 25 mesas temáticas como las Áreas de Protección para la Producción de Alimentos APPA, reservas campesinas, entre otros.
Muy buen encuentro para legitimar el proceso de interlocución y trabajo conjunto con las organizaciones étnico-campesinas más organizadas y reconocidas en Colombia.
Lo regular
Extraña que siendo un gobierno que cuida mucho de los símbolos. El sonido fue malísimo (excepto cuando habló la Alcaldía de El Espinal y Benedetti), prácticamente no hubo una puesta en escena del histórico evento. Había dos carpas grandes y el Presidente no se veía por ningún lado. Una “tarimita”, poca voz a los campesinos de a pie o quienes lideran procesos campesinos que apenas inician interlocución con la institucionalidad (era la oportunidad para dar voz a los que están comenzando procesos de constitución organizativa y ambiental). Los convencidos ya estamos convencidos, y los demás?, El orden del día fue muy tradicional e institucional, lánguido, oportunidad de oro que se perdió para dar voz a las bases que nunca la han tenido, ni siquiera bajo procesos de paz ni ahora bajo gobiernos de izquierda. De regular a malo y preocupante.
Lo malo
Este Nuevo Pacto de Chicoral tiene un gran valor y es su naturaleza de “antipacto” de Chicoral de 1972 donde las élites y el gamonalismo firmaron un pacto nacional de contrarreforma agraria. Por esta razón, el Nuevo Pacto de Chicoral no debe jugar a lo mismo, no se puede quedar en un acuerdo nacional, más bien debe bajar a los territorios. Es necesario suscribir pactos por la tierra y la vida territoriales, con enfoques diferenciales y territoriales. No quedarse en los 12 acuerdos generales y nacionales, que son muy buen punto de partida. pero que no alcanza a impactar a la diversidad regional de la cual se supone, es consciente este gobierno.
La organización del evento parecía coordinada por la oposición. Se notó que hicieron todo lo posible porque se tratara de un evento más. Debido a tanta rotación de ministros, no fue posible la interlocución entre representantes de los movimientos y el Ministro del Interior que ahora es Benedetti, trago amargo que también se deben pasar las comunidades y movimientos feministas afro, campesinas y urbanas.
El sonido malísimo, no se escuchaba nada ni siquiera en los extremos de las 2 grandes carpas. Para la entrega de comida no hay ningún método de entrega distinto que el de innumerables filas únicas teniendo en cuenta que se tenía previamente calculado un encuentro para alrededor de 4.000 personas.
Lo peor
La respuesta de la Gobernadora del Tolima, ante la pulla del presidente Petro por su inasistencia al encuentro. Dijo que no iba a “perder el tiempo”. Esta actitud contumaz solo demuestra que la ignorancia e infantilismo también es otro rasgo que desafortunadamente se debe soportar en política.
La Gobernadora del Tolima demostró ser una piedra más en el zapato para la reforma agraria y para distintas políticas nacionales, que seguramente avanzarán mucho más en departamentos que tengan gobernantes con un mínimo de decencia por la administración pública y el diálogo político independientemente de la orilla que provenga.
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