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La cuestionada Junta del Banco de la República

La cuestionada Junta del Banco de la República

Por Carlos Alberto Estefan Upegui

*Exgobernador del Tolima.


Hemos crecido con la convicción de que «las matemáticas son exactas». Basadas en la lógica y la razón, sus resultados deben ser precisos y exactos, a diferencia de otras disciplinas que pueden involucrar opiniones o interpretaciones subjetivas.

Entonces, si las matemáticas no mienten, se supone que la decisión de no permitir la reducción de las tasas de interés se basó en un análisis y evaluación objetiva con el soporte técnico adecuado.

Sin embargo, el hecho de que haya habido cuatro votos en contra y tres a favor infiere que si no hubo unidad de criterio es porque hipotéticamente existieron otra clase de interpretaciones o propósitos que influyeron en su determinación.

De ser así, qué futuro le espera al país si en lo sucesivo las decisiones seguirán siendo vulnerables a condiciones semejantes, lo cual es propio de una evidente polarización en su interior que sugiere un escenario ideologizado por la oposición que afecta la ejecución de una adecuada política monetaria.

Más delicado con una junta cuyos miembros pueden durar mínimo 4 años o más. Un miembro de la Junta Directiva del Banco de la República puede durar en el cargo hasta 12 años. Esto porque su período es prorrogable hasta dos veces. Además, dos de los cinco miembros de dedicación exclusiva que son reemplazados por el Presidente de la República cada cuatro años, ya fueron reemplazados.

La hija de Alicia Arango, Viviana Taboada Arango, cuyo votó definió el empate en contra de bajar las tasas de interés, fue nombrada por Iván Duque en febrero de 2021 al parecer por congraciarse políticamente con el uribismo. Se criticó el nombramiento, pero el presidente Duque defendió la decisión argumentando tener las cualificaciones necesarias para el cargo. Vaya uno a saberlo.

Lo molesto es que cuenten con el privilegio de quedarse en el cargo, aunque no den la talla. Inclusive desde un comienzo hubo voces que no estuvieron de acuerdo con la posesión del gerente del banco, Leonardo Villar, en enero de 2021, llevaba 12 años como Codirector y ahora 4 años en el cargo prorrogables también hasta dos veces. Está demostrando que, si bien es la junta directiva la que determina con su voto la política a seguir, el gerente del Banco marca un derrotero que debe sustentar y defender al interior de esa junta no con obediencia a la política partidista, ni siquiera a la del oficialismo sino a la política económica.

Grave fuese que ahora la política económica estuviera regida por criterios de la política partidista motivada en las decisiones estratégicas de quienes se oponen al gobierno. La Constitución Política de Colombia establece la autonomía del banco y por eso la autonomía de la Junta Directiva del Banco de la República debe basarse en criterios técnicos, como la independencia en la toma de decisiones y el análisis objetivo, así como en criterios legales, como la autonomía constitucional y la ley orgánica.

Otro asunto más tiene que ver en su capacidad para influir en la definición de la tasa de usura, que es el límite máximo de interés que se puede cobrar sobre un préstamo o crédito y evitar que los prestamistas cobren intereses excesivos y abusivos a los deudores.

Pues el 9,5 por ciento de la tasa de interés del Banco de la República sirve como referencia para que las demás entidades fijen sus propias tasas en créditos, préstamos y depósitos. Por eso, comprar con tarjeta de crédito ahora será más costoso. Otro sobre costo que solo favorece a los bancos y afecta al consumidor.

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