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“El patito feo” del Gobierno

“El patito feo” del Gobierno

Por Carlos Alberto Estefan Upegui

*Exgobernador del Tolima.


Comencemos, entonces: Si bien, quedaron expuestas las desavenencias entre los integrantes del anterior gabinete, relevados la mayoría de ellos, me ocuparé de la más controvertida funcionaria a pesar de lo cual ha logrado mantenerse vigente luego de varios episodios en su contra. Es la doctora Laura Sarabia nacida a la vida política también, si me permiten decirlo, en «un corral de patos», la Unidad Legislativa del Senador de entonces, hoy Ministro del Interior Armando Benedetti, con quien sostuvo una sonada discusión por graves señalamientos a través de unos audios, al parecer por presunta financiación irregular de la campaña del presidente Gustavo Petro, versión desmentida en la última edición de la revista Semana por Adelina Covo, suegra de Benedetti, atribuida más bien a la fanfarronería de su yerno y a que “el día en que envió esos audios tenía unos tragos adentro”.

De otro lado, la doctora Covo dijo haber conocido a Laura Sarabia cuando trabajaba en la oficina de Benedetti, quien al parecer “la tenía como una persona muy eficiente”. Pero se afirma que al asumir luego actitudes antipáticas y soberbias al amparo de su cercanía con el poder como jefe de gabinete de la Presidencia de la República, se ganó el rechazo de sus compañeros, lo cual pudimos constatar en ese primer Consejo de Ministros televisado; entre otros, por parte de su compañero Gustavo Bolívar, por la mala atención brindada a los colombianos deportados, y con la vicepresidenta Francia Márquez, quien le reclamó por su trato descortés hacia ella.

Recriminaciones que para todos es conocido vienen precedidas de otros hechos como el supuesto abuso de autoridad al haber ordenado una prueba de polígrafo a Marelbys Meza, niñera de su hijo, y al parecer, por haber ocasionado interceptaciones ilegales. Recordamos, igualmente, el suicidio del teniente coronel Óscar Dávila Torres, ocurrido el pasado 9 de junio en medio de todo este episodio, jefe de la oficina de seguridad participativa de la Presidencia, y sin que se diga que Sarabia haya tenido algo que ver, si fue en esa oficina en la que se dice haber practicado la prueba del polígrafo a la niñera.

Laura Sarabia según se ha dado a entender es autoritaria, razón por la cual donde quiera que vaya tropieza con el mismo desafecto de todos sus compañeros, también según ellos, porque no ha hecho méritos para ostentar esa posición. Sin embargo, pasan los días y luego se convierte en Canciller de La República, alegoría de la experiencia incómoda de recibir siempre el rechazado de sus compañeros como narra Hans Christian Andersen, escritor y poeta danés, sobre un patito que sus hermanitos le molestaban por feo para de un momento a otro pasar a deslumbrar a sus críticos; en este caso, a los mismos que la acusaron de “aislar al jefe de Estado y de transmitirle solo la información que le convenía”.

Entre tanto, Dice Petro: “Es una buena organizadora y una mujer joven. Cuando se es joven hay que madurar y hay que saber por cuál mal camino no se madura” Se le han encomendado grandes responsabilidades, es segura, limó asperezas con la Vicepresidenta y ahora es quien está a cargo de las relaciones diplomáticas del país. Es el “Patito feo” del gobierno convertido en un hermoso cisne.

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