Por: Pipe Ferro

Para el Diccionario de la RAE (Real Academia Española) “improvisar” significa; “hacer algo de pronto, sin estudio ni preparación”. Eso es lo que hemos presenciado a diario durante estos meses de gobierno del presidente Gustavo Petro.

Peleas entre ministros, funcionarios que dan declaraciones escandalosas y que después son desmentidas por el mismo presidente, anuncios pomposos como la compra de aviones de combate, que al final ya no se comprarán, reestructuración de ministerios que aún no existen, en fin, improvisación al más alto nivel.

Pero quizás la muestra más grande de la improvisación y falta de seriedad del gobierno Petro, fue el anuncio que hizo el 31 de diciembre del año pasado, cuando en Twitter decía lo siguiente: “Hemos acordado un cese bilateral con el ELN, la Segunda Marquetalia, el Estado Mayor Central, las AGC y las Autodefensas de la Sierra Nevada desde el 1 de enero hasta el 30 de junio de 2023, prorrogable según los avances en las negociaciones. La paz total será una realidad.”

Una noticia que tomó por sorpresa no solo al país, sino también al ELN, quienes 48 horas después del anuncio del presidente, emitieron un comunicado en el que indicaban que no habían llegado a ningún acuerdo con el Gobierno Nacional sobre un cese al fuego bilateral. ¿Entonces que pasó?. Sencillo, el presidente Petro en su máxima expresión de improvisación se inventó ese cese al fuego para intentar presionar al grupo guerrillero, y hacerle creer al país que su paz total avanzaba a toda marcha. Pero esa improvisación puso en peligro a miles de colombianos en varias regiones del país.

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Y es que, según el mapa nacional de riesgo que presento la Defensoría del Pueblo a finales del año 2022, se puede evidenciar que el ELN hace presencia, expansión y disputa con otros grupos armados en 212 municipios de 22 departamentos del país. Cifras que el improvisador mandatario tal vez no tuvo en cuenta a la hora de lanzar su temeraria e irresponsable mentira.

Ahora el presidente en un intento desesperado por arreglar la situación con ELN, quienes manifestaron que la mesa de negociaciones está en crisis, recurre al dictador Nicolas Maduro para que le ayude a interceder ante el grupo guerrillero. Recordemos que el régimen de Maduro es protector y auxiliador de este grupo narcoterrorista.

Hoy en esos 212 municipios donde hace presencia el ELN, siguen a la expectativa sobre el futuro de las negociaciones, pero el panorama no parece ser alentador, por un lado tenemos a este grupo guerrillero que, está compuesto por múltiples frentes regionales, y cada uno de ellos es prácticamente autónomo, es decir que no dependen de un mando central, lo que se traduce en que cada frente actúa dependiendo las realidades del territorio y sus propios intereses, esto hace muy difícil llegar a concretar acuerdos.

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Además, es conocido por el país la poca voluntad de paz que ha demostrado este grupo insurgente a lo largo de los años. Pero por el otro lado tenemos a un gobierno más bien charlatán, de muchos anuncios, pero de pocos hechos, una administración que pareciera que se moviera por impulsos y no por la planeación.

Recordemos que en campaña el entonces candidato Gustavo Petro le decía a la Revista Semana: “A los 3 meses de ser presidente se acaba el ELN en Colombia porque se hace la paz”. Hoy llevamos un poco más de 5 meses de administración del actual gobierno, y parece que un acuerdo con esta guerrilla aún está muy lejano. Reitero, al ELN no le interesa la paz y los hechos hablan por sí solos, pero si le sumamos que la estrategia de negociación del gobierno es la mentira y la improvisación, es poco probable la materialización de un acuerdo. 

Al ELN mientras no de muestras de una verdadera voluntad de paz, hay que enfrentarlo con toda la contundencia del Estado y no claudicar ante la desidia y arrogancia de este grupo criminal. Definitivamente, presidente Petro más planeación y menos Twitter.

*Presidente Asamblea del Tolima