Periodismo de análisis y opinión de Ibagué y el Tolima

Columnistas

Esa es la ruta alcaldesa Aranda

Esa es la ruta alcaldesa Aranda

Por Humberto Leyton


Tener contento a todo el mundo con los cambios que están ocurriendo en la administración municipal es imposible. Sin embargo, la restructuración del equipo de gobierno que está generado la alcaldesa Johana Aranda, marca un camino que intenta corregir los vericuetos que impedían un normal desarrollo del proyecto “Ibagué para todos”.

El último y más importante relevo, en criterio de los entendidos, es la cuestionada exgerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Ibagué (IBAL), Erika Palma. Sobre los hombros de esta ingeniera recaía el peso de la más importante empresa del municipio, y la que recauda la mayor cantidad de dinero, además de tener como función principal suministrar el vital servicio de agua a más de 180 mil suscriptores.

Por algo a esta empresa se le llama ‘la joya de la corona’, y estaba en poder del también cuestionado exalcalde Andrés Hurtado, que a través de la señora Palma, la tenía no solo como su república independiente sino como una especie de caja disponible para sostener los gastos de su campaña electoral a la gobernación del Tolima, dispensando contratos de OPS (Órdenes de Prestación de Servicios), que es una verdadera planta de personal paralela del IBAL, el direccionamiento de la contratación, la millonaria contratación de medios de comunicación y periodistas afines y defensores de Hurtado y, en fin, todos los favores que puede dispensar una entidad con cuantiosos recursos, manejada con fines netamente politiqueros.

Por eso, consideramos que es el movimiento más acertado de la alcaldesa Aranda, en su proceso de independizarse de la coyunda de Hurtado, y de actuar con verdadera autonomía  en su gestión como mandataria municipal. Aquí se interviene la mina de plata que tenía Hurtado y su familia, y ojalá, la nueva gerencia del IBAL en manos del ingeniero Roberto Santofimio, cure las heridas profundas que le dejó la nefasta administración de Hurtado y la empresa se vuelva a recuperar.

Aunque en los últimos años hemos perdido el contacto personal con el ingeniero Santofimio, consideramos también un acierto su nombramiento, por las condiciones humanas y técnicas del nuevo funcionario. Conoce perfectamente el funcionamiento del IBAL, hace varios años fue su gerente y, desde siempre, ha estado vinculado a la empresa de diversas formas. Esa experiencia nos indica que no llega a improvisar, y entenderá de sobra, que su principal tarea es reparar, reconstruir y entregar verdaderamente funcionando ese cascarón de acueducto alterno, que la señora Palma se atrevió llamar con toda frescura “segundo acueducto de Ibagué”, mientras los ibaguereños siguen con los mismos problemas de escasez del vital líquido. 

Al ingeniero Santofimio, le deseamos éxitos en su nueva misión, y que pueda cumplir  a cabalidad con su tarea.

Entretanto, la ingeniera Erika Palma, fue trasladada al cargo de gerente de Proyectos Estratégicos de la Alcaldía, que más bien es un cargo simbólico o de premio de consolación, sin presupuesto ni nómina a su disposición, eso sí bien remunerado. A vuelo de pájaro por allí pasaron Óscar Berbeo, Jesús Alberto Carvajal, Carlos José Corral, entre otros, sin pena ni gloria.

Otro que se aferra al cargo buscando hasta apoyos políticos distintos al de Hurtado, es Aquileo Medina Arteaga, gerente del Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP), quien como buen politiquero llenó sus oficinas de espinalunos para la campaña de Hurtado, mientras los programas para mejorar el transporte de servicio público siguen estancados y los recursos se dilapidan en el pago de burocracia innecesaria.

De todas maneras, esperamos que la alcaldesa Aranda siga por la senda que se ha trazado, se sacuda de su exjefe y que Ibagué vuelva a tomar el rumbo del desarrollo y progreso, sin visos de corrupción y gamonales de poco valor.

Siguenos en WhatsApp

Artículos Relacionados