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¿Encuesta o manipulación del voto?

¿Encuesta o manipulación del voto?

 

Por: Humberto Leyton

La llamada Gran Encuesta Presidencial, realizada por la firma Invamer y financiada por el grupo Santodomingo (Caracol Tv, Blu radio y la revista Semana), parece más un chorizo mal embutido que un sondeo de opinión.

Todo parece indicar que fue diseñada como una coraza para posicionar y presentar a Germán Vargas Lleras, como candidato imbatible, no obstante que las grandes mayorías del pueblo colombiano y del país nacional no lo sienten así; por el contrario, con el correr del tiempo su imagen pierde adeptos, ahora mucho más sin la abultada chequera oficial que le permitió comprar réditos temporales en determinados sectores políticos, sociales y económicos del país, cuando se desempeñó como Vicepresidente.

Sin ser eruditos ni especialista en los temas de las encuestas, de lejos se palpan las fallas que tiene esta supuesta medición de opinión; en primer lugar, al relegar el problema de la paz al cuarto de San Alejo y reemplazarlo por los de empleo y salud, seguidos de la corrupción, dejando los acuerdos de La Habana, como en décimo lugar de prioridades de los colombianos es algo que muchos no compartimos.

Sobre este tema hay que recordarle a los encuestadores como a los panelistas que participaron en la explicación de los resultados de la misma en el noticiero de Caracol TV, en la noche del domingo, que los dos primeros (empleo y salud) se derivan precisamente en que los recursos del Estado que son los impuestos de todos, fueron invertidos en la guerra durante más de 50 años, y que las partidas para suplir las necesidades básicas de la población, entre ellas también la educación, fueron reducidas considerablemente para atender el conflicto armado. Y en cuanto a la corrupción que la ubican en tercer lugar, es producto de las estructuras del sistema paquidérmico que tenemos, empezando por la justicia que no castiga, y que aprovechando esto, se abre las puertas para que políticos, contratistas, funcionarios públicos y una parte del sector privado, roben y despilfarren los dineros de todos los colombianos, sin excluir obviamente a los grupos armados al margen de la ley que en contubernio con las autoridades se repartían o se reparten los presupuestos de la regiones azotadas por el conflicto armado.

El periodista Nestor Morales director de noticias de Blu radio, parte de una falsa premisa al indicar que:"Ya estamos en paz y que la guerra no existe", para explicar, según él, el por qué la paz ya es prioridad de los colombianos. ¿Acaso no entiende el profundo daño que le infringió el reciente torpedo patrocinado por al magistrado Carlos Bernal lanzado desde la Corte Constitucional contra el proceso de paz? La paz está en vilo, y este problema continuará por varios años, hasta que no se desarrollen y consoliden los acuerdos  gobierno-Farc. Por eso, no es tan fácil con dos o tres palabras, enterrar un conflicto que por décadas   ha marcado cruelmente nuestra historia señor Morales.

Otro aspecto que apareció de bulto en esta encuesta de Invamer, fue el haber arrumado o desaparecido prácticamente a la ultraderecha representada en el senador Álvaro Uribe y el Centro Democrático (CD), dejando escasamente un asomo aislado de existencia de este movimiento con el exgobernador de Antioquia Luis Alfredo Ramos, con un 7.7 por ciento. También dejan sin opción al partido conservador.

Igual cosa sucede con la Unidad Nacional y las fuerzas de centro y de izquierda, desaparecen, salvo Gustavo Petro, que aparece con un 14.4 por ciento, en segundo lugar, el resto de candidatos como Humberto De la Calle, Clara López, Claudia López y Jorge Enrique Robledo, sumados al de Progresistas, no alcanzan a igualar a Vargas LLeras, que obtiene un 21.5 por ciento. Absurda esta medición.

¿Y entonces qué se busca con este mensaje que envían los encuestadores? Simple. Sembrar incertidumbre, desconfianza y desesperanza en ambos bandos, tanto derecha como centro e izquierda, para que especialmente los indecisos y no comprometidos se vayan sumando a Vargas Lleras. Una forma de inflar una candidatura que le falta mucho camino por recorrer pero que desde ahora la quieren tornar invencible. Una manipulación del voto.

Además, dicen los especialistas que han formulado críticas a esta medición de opinión que el universo de encuestados no es representativo y que se escogió un segmento mayor de edad predispuesto a dar las respuestas que buscaban. Asimismo, señalan que en la pregunta "¿Por cuál de ellos votaría? le salieron 10,8% de indecisos y los sacaron de la base al hacer el cálculo. Es decir,  que ese 21% que tiene Vargas Lleras de favorabilidad se sacan en realidad de 645 personas que definitivamente ya saben por quién votar". En una palabra, ponen a estos escasos encuestados a decidir por más de 45 millones de colombianos.

En estas condiciones, La Gran Encuesta Colombia, considera que los habitantes de este país somos ignorantes, que tragamos entero y nos presenta a un exvicepresidente, oportunista político, como la solución a los problemas que afronta el país.

Así lo quieran esconder o no reconocer, el problema de la paz seguirá en los primeros lugares del debate electoral nacional que se aproxima y, seguramente, los candidatos que irán a disputarse la presidencia serán precisamente los que represente ese gran movimiento de partidarios a favor de la implementación de los acuerdos de paz y contra la corrupción, donde participen todos los partidos y fuerzas de centro, izquierda, incluso de derecha, y los guerreristas que tienen la violencia como negocio para seguir despojando a los campesinos de sus tierras y le temen a la verdad en la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz), porque saldrán comprometidos como responsables de este conflicto armado.

En este escenario, no sabemos dónde se ubique Vargas Lleras, siempre ha sido ambiguo y oportunista, pero lo cierto, es que no lo vemos como un salvador ni candidato inexpugnable. No es la primera vez que las encuestas se equivocan.          

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